7. Zayn

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Me levanté y fui directo a la sala donde lo tenían.

Me paré frente a la ventana, y lo vi. Al hacerlo de repente sentí como si a mí me hubieran asaltado. Él estaba con la cabeza vendada, la cara magullada y un ojo vendado. Su brazo fracturado estaba cubierto de yeso y reposaba con un cabestrillo. Aparte se le veían varias heridas en la cara y brazos. Y estaba conectado a dos sueros, también a un marcapasos. Sus latidos eran muy lentos y arrítmicos. Esa visión me destrozó por dentro. Sin poder evitarlo más me puse a lloriquear.

Abrí la puerta de la sala y entré. Había una silla al lado de su camilla, así que me senté ahí. Su brazo bueno estaba a mi lado y tomé su mano con la mía sin pensarlo.

-Liam...- Dije entre sollozos- ¿Por qué tenía que pasarte a tí?- Cerré los ojos mientras las lágrimas seguían cayendo por mis mejillas- No sabes cuánto estoy sufriendo. Me duele verte así, quisiera ser yo quien esté tirado en esa camilla, no tú- Respiré profundo- Pero, ¿sabes qué es lo que más me duele?- me callé un momento- Podrías morir. Si tú te mueres, Liam, te juro que me voy contigo- Ahí fue cuando las palabras simplemente comenzaron a salir, yo no las pensaba- y si despiertas, tal vez ni siquiera me recuerdes. No sé qué es peor. No soportaría que mueras, pero tampoco podría soportar que me veas como a un extraño- Seguí soltando lágrimas- Acuérdate de mí, Liam. Te lo ruego. No te olvides de mí- Besé su mano. Me levanté sin soltarla y le dí un beso en su mejilla. Quise echarme a su lado, pero no había suficiente espacio con los aparatos que se conectaban a él- Te quiero, Liam- Dije al final.

  

   
     
  
 

   

-Señor...

Escuchaba la voz de una chica. No sé si me hablaba a mí.

-Señor, disculpe.

Me desperté y vi a una enfermera sonriente tocándome el hombro. Me había quedado dormido al lado de Liam.

-Oh, lo siento, señorita- me disculpé.

-No se preocupe, pero tenemos que llevarnos al paciente para hacerle una revisión.

Miré a Liam. Sus ojos seguían cerrados. El tubo conectado a su cuello y los sueros a sus brazos seguían ahí. Y el marcapasos todavía marcaba cada uno de sus latidos.

-C-claro- Me dí cuenta que seguía tomando su mano. La presioné un poco y la solté- Hasta luego, señorita- Me levanté y comencé a salir.

-Disculpe- Me dí la vuelta- ¿Podría darme su nombre? Así será más fácil que venga a visitar a su pareja- Dijo ella con naturalidad.

"Él no es mi pareja" pensé.

-Zayn Malik- Respondí por fin. Ella anotó mi nombre en una libreta.

-Muchas gracias, señor- dijo la enfermera, siempre sonriente.

Le respondí la sonrisa y salí del hospital.

Los días siguientes iba a visitar a Liam cada vez que podía. No pasó ni un solo día que no haya ido a verlo. Estar con él me hacía sentir mejor.

Uno de esos días fui a verlo en la noche, como siempre.

-Hola, Liam, ¿cómo te sientes?- Saludé viendo su rostro dormido, sin esperar una respuesta- espero que estés mejor... No sabes las ganas que tengo de volver a hablar contigo. 

Me apoyé a su lado en la cama, sentado en la silla, simplemente observándolo y pensando.

Un movimiento suyo me dispersó los pensamientos.

Vi que infló su pecho suave y lentamente. Creía que estaba comenzando a respirar.

-¿Liam...?- Lo miré con entusiasmo.

Se le desinfló el pecho. Volvió a inflarse un poco más rápido y se desinfló. Y se repitió, cada vez más rápido. ¿Eso era normal? De repente comenzaron a ser espasmos. Se volvió muy rápido y comenzaba a recorrer todo su cuerpo con fuerza, mientras el marcapasos a su lado emitía un sonido extremadamente veloz. Me asusté demasiado. Me levanté y corrí hacia la puerta.

-¡Necesito ayuda!- Grité potentemente mientras observaba a Liam teniendo una horrible convulsión-¡¡Por favor, un médico!!- Volví a gritar. Pocos segundos luego, el médico apareció por la puerta, con una enfermera por detrás. Liam comenzaba a escupir espuma por la boca.

-¿Qué demonios pasó?- Se acercó velozmente a Liam- Aplícale un sedante, debemos llevarlo a revisión- Dijo dirigiéndose a la enfermera. Esta se movió rápidamente a un estante y comenzó a buscar el líquido.

Yo siemplemente me cubrí la boca y comencé a llorar desconsoladamente mientras contemplaba la terrible escena.

Inyectaron el sedante a Liam con dificultad, quien comenzó a suavizar sus movimientos. Al mismo tiempo llegaron 2 enfermeras más y se llevaron la camilla de Liam corriendo a otra sala para revisarlo.

-Señor Malik- Dijo la enfermera. Me dí cuenta que era la misma chica que me encontró durmiendo hace varios días. La observé tratando de dejar de llorar. La chica siempre estaba con una gran sonrisa en el rostro- Es mejor que vaya a descansar a su casa. Yo lo llamaré para avisarle lo que ocurra.

Lo pensé un momento.

-No puedo- respondí con un hilo de voz- No puedo dejarlo. Necesito estar a su lado.

Ella me miró con comprensión.

-Bien, entonces lo llevaré a la sala de espera- Ofreció colocando una mano en mi hombro- Llamaré a sus otros amigos para que vengan.

Asentí con la cabeza, mientras salía de la habitación.

Llegué a la sala de espera, me senté y me cubrí la cara, volviendo a llorar.

-Zayn...- Escuché la voz de Niall, pero no levanté la mirada.

Luego sentí varios brazos abrazándome, mientras yo seguía soltando lágrimas. Esos 4 chicos nunca me dejarían solo. Y sé que Liam tampoco me dejaría solo. Nunca.

Pasaron los días y las semanas, y Liam seguía conectado a todas esas máquinas. No despertaba. Tuvo una convulsión una vez más. El médico no descubre la causa aún.

Una noche que los muchachos decidieron juntarse, dos meses después del asalto, yo fui a visitarlo. No quería estar con ellos sin Liam. De nuevo, me quedé dormido a su lado.

Déjà Vu [Ziam Mayne]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora