4 de noviembre || Joerick || Terminada

↪IV↩

Final

Narra Erick

Saben nunca creí en el dolor real, en el dolor de una pareja o de un sonido de silencio ensordecedor.

Pero aquí estoy, empacando, limpiando mis lágrimas. Tu boda fue la más grande y hermosa, fueron millones de almas a presenciar un acto tan bello y hermoso; para tantas de esas mentalidades, pero yo no. Puede que te ame Joel pero simplemente no soy tan masoquista.

No tengo el suficiente valor de ir y como si fuera una oveja a la merced de un lobo esperar ser devorado.

¿Soy covarde? No, no lo soy, simplemente decidí que era mejor dejar que mi mente y corazón descansarán fuera de los reflectores y el micrófono, por que después de 22 años logre sanar mis heridas y ahora puedo decir que el dolor que me hiciste sentir me hizo más fuerte con el tiempo. Logré entender que el tiempo no arregla cosas, simplemente da una nueva perspectiva de las situaciones.

Y ahora estoy listo para enfrentar el último paso.

Aprendí que lo que uno quiere no siempre es lo bueno y correcto para nuestra vida, que es tan corta como el suspiro de una flor.

Aprendí a amar las espinas de las rosas y a ver su dolor iluminar mentes e ideas.

Aprendí a valorarme y darme el lugar que meresco. No soy la persona con la más grande experiencia de sufrimiento por que atrás de mi y delante de mi  hay personas que tienen peores dolores en sus corazones.

Te puedo llegar a decir que se siente desde mi punto de vista y experiencia, que es el dolor de un corazón muerto en vida y de una mente divagando en recuerdos una y otra vez.

Pero simplemente no interesa, por que uno no entiende las cosas asta que las experimentamos en carne y hueso.

Mi cuerpo cambió, mi mente cambió, mi entorno cambió. Decidí dar el paso para amar libremente.

Y ahora estoy enfrente de ti y simplemente te quiero decir algo después de estos años.

Narrador Omnisciente

El semblante de Joel simplemente cambió, desde que vio entrar a Erick en el edificio. El ojiverde irradiaba un sentimiento diferente, simplemente no lo podía explicar con sus palabras.

Todos en el grupo cambiaron en sus apariencias lo podía distinguir a lo lejos, pero su mente y su concentración estaba en ese ser humano de ojos verdes. El cual simplemente contenía la misma dulcura, sobre saltaban uno que otro detalle en su físico diferente a como lo recordaba, pero simplemente se veía precioso.

Después de tantos años especificamente 22, no podía conciliar la paz en su mente. Después de que pasaron 22, 4 de noviembre. No podía obtener la sensación de hogar en su pecho.

Pero lo que pasó en ese escenario ese día no lo puede revertir. Confundió la felicidad, el verdadero significado de felicidad.

La felicidad no se haya en cosas paganas de este mundo, el dinero no lo compra, la atención no la remplaza, las bebidas y las fiestas, simplemente se quedan cortas a la par del verdadero sentir de un corazón en paz y una mente en armonía.

—Joel Pimentel— se acerca al nombrado con una sonrisa de tranquilidad en su rostro.

—Erick, yo— nervioso trata de encontrar alguna frase, palabra que lo ayude. Que lo ayude a salir de su propio infierno.

El ojiverde simple niega ante cualquier palabra que saldrá de esos labios que ya no le pertenecen, de ese hombre que nunca se arriesgo a sentir la verdadera felicidad. Que a pesar de los años no salió a amar libremente.

—Feliz 4 de noviembre.

-mibeffor