Procuren que no salga de aquí

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Enamorarse es para perdedores y para críos.
La clave es aprovechar todos los malditos poemillas
de mierda, escritos durante la preadolescencia,
para poder meterse entre las piernas de alguna
chavalita que se las dé de enamorada.

Tan solo procura que, la susodicha, no se entere
del resto de las piernas por las que te estás metiendo
con estrategias similares.

Recuerda, escribir poesía no vale de una mierda. Solo corroe el
alma (y esta tampoco sirve de una mierda).

Puede que una de esas chicas quiera seguir jugando
con la tontería esa de hacerse la enamorada, y acabe
presentando histrionismos como:
presentarte a los padres,
asistir a eventos,
ir a ver la nueva película de Almodóvar,
dar paseos por el parque,
irse de viaje a la Guayana francesa
...
No te preocupes demasiado. Si sigues por ese
camino, es probable que la chica acabe pidiéndote
que definas su felicidad intrínseca eterna corriéndote
salvajemente un número ilimitado de veces hasta que
uno de sus predictors concluya que: "el sagrado arte de
agujerear se abrirá paso". Deberías sentirte orgulloso.
Es señal de que lo estás haciendo bien.
No quieras joder la milenaria tadición.

También cabe la posibilidad de que la chica se entere de
tus otras vidas y de tus otros hijos (el número de vidas y
de hijos depende en parte de la valía de cada uno) y
acabe por acusarte de maltratador o mentiroso. Tranquilos,
Es tan solo otro de sus histrionismos.
¡Que se jodan!.
Además, si la cosa se pone fea en el juzgado, hay otros
muchos países llenos de preciosidades.
A mí, en lo personal, me gustan las argentinas.
Pero eso ya es cosa vuestra.
¡Y sean hombres, coño!

Pasión y decenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora