Valentín.
Largué un suspiro con impaciencia, cada vez que decidía comportarme como un buen amigo y hacerle un favor al Depa algo salía mal. Tenía una entrevista en una radio para hablar sobre mi nuevo tema, pero en lugar de ir en camino me encontraba en la sala de espera de un vacunatorio.
Tomás, el hermano del Depa movía sus piernas en señal de nervios y a mi me faltaban las ganas de darle apoyo moral. Sabía que estaba siendo un estúpido, si iba a quejarme no tendría que haber accedido en primer lugar. El pobre pibe no tenía la culpa de mi retraso, y del de su hermano tampoco.
—¿Por qué Tadeo no pudo venir? – preguntó por cuarta vez y yo me limité a revolear los ojos. La mayoría del tiempo era un nene agradable, todo lo que puede serlo un pibe de once años. El problema era mi ansiedad por no cumplir con mis obligaciones y lo nervioso que estaba él no ayudaba.
—Ya te dije, Tomi, tenía que entrar antes al laburo. Pensa que te estás salvando del ir al colegio por lo menos. – dije fingiendo una sonrisa.
—Pero yo quería ir, hoy tenemos fútbol, Valen. Igual te digo que prefiero tener clase de Matemáticas antes que bancarme un pinchazo.
—No es nada, campeón. Sentís como te pica un mosquito y listo. Pensa que ya te dieron como veinte cuando eras un bebé y ni te acordas, ¿o me equivoco? Voy a pensar que eras mas valiente antes que ahora... – comenté alzando una ceja.
—Bueno, eso es verdad. No me acuerdo de eso. Pero mira si me pongo a llorar – dijo apenado.
—Llorar no te vuelve menos valiente, coquito. Lo importante es que no salgas corriendo, nada más. Cuando salimos te compro un panchito o lo que vos quieras.
—Ja, por un panchito me banco tres pinchazos.
—Buenísimo, porque te tienen que dar dos vacunas hoy – bromeé pero pareció tomarlo enserio y su cara se volvió más pálida de lo que estaba. –Te estoy jodiendo, bolu.
—Esos chistes no se hacen, Valentín. Sos peor que Tadeo al final.
—Lo acepto, pero me ofende muchísimo.
Mi celular vibró indicando que tenía un mensaje y efectivamente, era un productor de la radio queriendo saber si ya estaba en camino. Decidí enviarle un audio explicando mi situación, esperando que no me manden a la mierda.
Me molestaba mucho quedar como poco profesional cuando recién estaba arrancando. La imagen era algo que tenía que cuidar, y quedar como un maleducado llegando tarde a un lugar me irritaba bastante.
Sentí que el mundo no estaba tan en mi contra cuando el productor me respondió que no había problema ya que el locutor del primer programa todavía no llegaba y eso retrasaba todo.
A los cinco minutos una enfermera salió del Box número dos, con una planilla en mano preguntando quién era el próximo para vacunación.
Tomás apretó mi mano mientras miraba a la enfermera con desconfianza.
—Buen día – dije dirigiéndome a ella –Él tiene que aplicarse la HPV, acá tengo la orden y su DNI.
La enfemera asintió indicando que la siguiéramos.
—¿Vos sos el hermano? – cuestionó mientras llenaba la jeringa del líquido transparente.
—Ja, ¿éste gil? – dijo Tomás entre risas.
—Está nervioso y habla gansadas, pobrecito. Soy como un tío, ¿no Tomi? – dije apretando los dientes.
—Si, eso. Era un chiste lo de gil, señora.
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ángel ; wos
FanfictionDe pelo oscuro un ángel con campera, le dije: "te esperé la vida entera." y no me creyó casi nada. • En proceso; Junio 2020