La mala suerte y una serie de desafortunados accidentes han alejado a Harry y Draco. Por suerte, sólo se necesita un poco de whisky de fuego, una tormenta y un legeremante para arreglarlo.
Fanfiction slash del universo de Harry Potter.
Romance/Avent...
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—…bueno, eso es extraño.
—¿Que siga golpeando su frente contra la pared con insistencia o que no haya reaccionado a las voces?
—Ambas. No son reacciones que uno vea normalmente en una persona. ¿Qué es lo que dice el informe? —Draco echa una ojeada hacia los papeles que su compañero sostiene.
—Ágata Bohr. Estudiante de cuarto, buenas notas, sin registro de enfermedades importantes, sin actividades extracurriculares para destacar. Tampoco parece demasiado sociable…—Snotra le pasa el informe y se para a un lado de la chica.
El profesor Schrödinger los llamó con un tétrico encantamiento que hacía aparecer una cara humana en las paredes de piedra, que gustaba mucho a los maestros, para que fuesen hacia una de las áreas comunes. Ya que le avisaron que pensaban trabajar con psicomagia, decidió contactarlos a ellos después de haber hablado con los otros profesores. Los abandonó con los informes, en medio del comedor. Era extraño.
Schrödinger jamás los había dejado solos con algo como aquello.
Draco estaba más que sólo nervioso. Es una muestra de confianza, le había dicho Snotra, en cuanto vieron a la chica que no paraba de darse golpes en la cabeza contra la pared. No quería decepcionarlo, si resultaba cierto, si su mentor tenía la suficiente confianza en ellos como para encargarles un trabajo sin supervisión alguna.
Ágata no mostraba ningún signo de haber sido afectada por una maldición. Nada de Imperios, nada de pociones. Repitieron hechizos para examinar una y otra, otra, otra vez. Snotra se deslizó dentro de su cabeza.
Nada. Ágata seguía dándose golpes en la frente cuando la soltaban.
Casi era la hora del desayuno.
—Por ahora —Snotra suspira al volver a su lado—, creo que lo único que podemos hacer es quitarla de la vista del resto de los estudiantes. Que no noten que algo pasa.
—¿Quitarla de la vista de los estudiantes o de Schrödinger?
Snotra le palmea el hombro, pero como Draco continua enfurruñado, pasa a enredar los dedos en su cabello. El masaje lo relaja. Un poco.
