La incomodidad es un suplicio.

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Parte IV:
Sus Ojos

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A Jiang Cheng le gustaban los ojos de él, muy pocas veces había tenido la oportunidad de apreciarlos de cerca, en realidad podría contarlo con sus dedos, sin embargo, cuando lo hacía lo dejaba sin aliento. Y era ahí cuando WanYi se odiaba, por comportarse como cualquiera sensitivo a las emociones innecesarias y estorbosas. Pero aunque odiaba admitirlo le daba gracias al estúpido de Wei Ying que se le haya acabado su secretismo y que ahora residieran en el receso de las nubes, hablando seriamente con el Maestro Lan QiRen y con el segundo Maestro.

Bueno el quedó fuera de eso, después de todo no quería ver nada del espectáculo.

Y por consecuencia vagaba por Cloud Recesses, observando el invernal paisaje. Tenía alrededor de dos meses desde la última ves que lo vió, elegante y tan afable como siempre, pero al llegar no había tenido la oportunidad de saludarlo. Incluso sabiendo su ferviente deseo, también quería irse.

No le gustaba salir mucho del Muelle de Loto y odiaba salír cuando se ameritaba a una discusión. Aunque sus padres no reaccionaron tan enojados como había imaginado, obviamente  le recriminaron su falta de información y aunque Lan WangJi haya querido decirles primero, a ellos les importó poco. Pues su  falta de respeto no pasó desapercibida, al no anunciar algo tan sumamente importante. Tanto enojó innecesario, pero hey ¿quien escucha a Jiang Cheng? Es mejor ignorarlo.

Pero agradece que por suerte, solo fue reprendido y casí estrangulado con Zidian porque a Wei Ying le fue peor. El fue libre después de su intento de asesinato. Sí Shijie estuviera aquí hubiera sido una buena mediadora. Piensa aspirando el gélido aire de GuSu.

Camino un tiempo más hasta que estuvo bastante lejos del área principal de Cloud Recesses, exactamente a unos dos palos de incienso de la  entrada principal, y aunque ahí se detuvo siguió observando interesado en el paisaje, que apesar de los años seguía manteniendo esa aura de tranquilidad.

La fría brisa acariciaba el rostro enblanquecido de WanYi quien a su ves disfrutaba del clima, y a su ves no, pues sus ropas no eran las adecuadas para ese tipo de ambientes y sobre todo no estába tan acostumbrado a las bajas temperaturas. El cielo se estaba tiñiendo de anaranjado, trayendo consigo el ocaso. Dándole una vista aún más invernal al lugar.

Y un sentimiento lo invadió, y su mente inmediatamente pensó:
Que deseaba verlo, deseaba poder hablarle sin poner una barrera.

Aveces llegaba a pensar que si no fuera tan sensitivo a las emociones, Jiang Cheng podría hablarle como si nada. Pero no podía. No podía decirle: ¡Hey, hola Lan XiChen llevo enamorado de ti más de diez años, ¿no quieres salir conmigo?!. 

Jiang Cheng no era tan desvergonzado y no tenía la suficiente confianza si quiera para decirle un Hola, sin estar fuera de lo establecido y permitido. Se repetía que estaba bién, que cuando pasará más el tiempo se iban a acabar los sentimientos y simplemente quedaría como recuerdos de un viejo amor, pero aquello se lo llevaba diciendo desde que se dio cuenta, alrededor de hace cinco años, cuando apenas había cumplido sus veinte.

En una edad bastante confusa.

Dio me día vuelta cuando miro que el cielo se tornaba más oscuro, necesitaba volver antes del toque de queda, no quería ser reprendido y que su Madre nuevamente lo estrangulara con Zidian. Al rededor de medio palo de incienso, cuando estuvo cerca de unos lindos matorrales se detuvo con su corazón acelerado y con casí una sonrisa.

Lan XiChen estaba sentado algunos pasos de Jiang Cheng tomando el té en silencio.

Y fue hasta que dejó su taza que el Jade se dio cuenta de su presencia, observandolo con sus ojos cálidos y hermosos.

Los ojos que le gustaban tanto a Jiang Cheng.






N O T A:


Amo el Xicheng ;-;

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