Capítulo 2 - Consecuencias

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- Déjame Vlad - susurró Jane tratando de rodear al héroe.

El mayor estaba plantado a la salida de los juzgados. Después de casi medio año de colaborar con héroes y policía había logrado un acuerdo con el juez. Si seguía por ese camino pronto podría llevar una vida normal, sin crímenes aunque probablemente tampoco podría combatirlo, por sus antecedentes.

- No voy a dejarte ya te lo dije aquel día ¿O ya lo has olvidado? - dijo el hombre de pelo blanco con los brazos cruzados sobre el pecho, mientras estaba apoyado en una de las columnas.

- Vlad... Hace 15 años era cuando me tenías que haber ayudado - dijo pasando se largo - ahora ya da igual.

- Espera - dijo agarrándola del brazo - Me comporte como un capullo.

- ¿Por qué? ¿Por qué cuándo todo se vino abajo me mandaste a la mierda? Seguro que no es por eso - respondió irónicamente.

- ¡Si! ¡Y lo siento! No sabía qué hacer - dijo sin soltarla, tratando de acercarse a ella - Se que  escape de todo lo que estaba pasando, no era la manera de actuar... 

- Te necesitaba entonces y te marchaste, como esperas que confíe en ti ahora... Perdí a mi familia a manos de un villano del que aún no sé nada, perdí a mis amigos porque todos me culparon y solo te tenía a ti, eras mi mejor amigo Sekijiro es más te amaba más que a nadie y aún así no estuviste dispuesto a escucharme... - dijo mirándole con ojos vidriosos - Siento haberte avergonzado tanto como siento haberte conocido, haber confiado en ti... No se porque pensé que tú serías diferente...

- No tienes porqué confiar en mí, usame si quieres para logar algo mejor ¡No me importa! - le interrumpió Sekijiro - Por favor, déjame enmendar el error de un adolescente idiota y desconfiado. Eras mi amiga y debí escucharte pero no lo hice, no comentas mí mismo error. Tenías razón solo soy un maldito egoísta pero si eso te ayuda, aceptame de nuevo en tu vida.

Al mirarlo a los ojos ella pudo ver el dolor con el que seguía cargando, por todo lo que había pasado y también por lo que no había sucedido. Dejo de resistirse y permitiendo que Sekijiro la envolviera con sus brazos, escondiendo su cabeza en el pecho del mayor.

- ¿Tienes donde dormir? - susurró el héroe en su oído - Y hablo de un sitio de verdad no del centro de reinserción.

- Estaré bien - susurró contra su pecho, no quería reconocer que no tenía a donde volver.

- Pues te quedarás en mi casa - contesto tajantemente el mayor - y no es negociable Jane, te he prometido que iba a ayudarte a estar contigo hasta que todo esto termine - dijo acariciando la mejilla de la mujer.

- ¿De verdad crees que esto terminará algún día? - dijo con la voz entrecortada, sintiendo la calidez proveniente de la mano de Vlad. El asintió mirándola.

- Lo vas a estar, yo me encargaré de ello. Ahora vamos a por tus cosas.

Cuando entraron en el apartamento Sekijiro dio la luz dejándole paso a la mujer que se quedó parada al lado de la puerta tras cerrarla detrás de ella. Se quedo observando el salón era bastante amplio con un par de sofás, Sekijiro siempre había sido muy exagerado, tenía un televisor enorme pegado a la pared, uno de los lado de la sala era una cristalera enorme de esas modernas con unas vistas impresionantes.

- Espera aquí un momento - dijo Vlad caminando hacia dentro de la casa - ¡Sparky! - grito de pronto sobresaltandola.

Se comenzaron a escuchar unas patitas por el pasillo seguida se ladridos y ahí fue cuando lo vio, era un perro de esos bastante feos. El lo cogió en brazos y se lo acerco a la chica que se tenso de inmediato.

- Tranquila, no te hará nada es solo para que se acostumbre a ti - dijo poniendo el perro a sus pies, que comenzo a olisquearla - Venga alegra esa cara... ¿O es que eres más de gatos?

- La verdad es que si - dijo sin apenas moverse.

- Te acostumbrarás - dijo con una sonrisa en la cara.

- ¿Te diviertes? - le recriminó la joven viendo como el héroe se marchaba hacia la cocina - Espera no te vayas - el se giro quedándose apoyado sobre el marco de la puerta y la hizo un gesto para que mirara hacia abajo.

Ella vio como el perro se terminó cansando, sentándose a su lado, ella se movió con cautela y le rodeó, corriendo hasta donde estaba el héroe. Le hizo una visita guiada por toda la casa, salón, cocina, baño... El problema llegó cuando llegaron a la habitación.

- Solo hay un dormitorio - dijo algo avergonzado el héroe - pero no te preocupes, dormirás aquí, yo en el sofá - dijo cogiendo la bolsa de la chica y dejándola encima de la cama - te hice hueco en el armario para que guardes tus cosas y te he dejado algo dinero por si necesitas comprar algo.

- No tienes porque tomarte tantas molestias, puedo pagar...

- Lo sé y también sé que no tienes mucho - dijo señalando a las cosas de la chica - pero no lo hago para avergonzarte o hacerte sentir mal es que se que es complicado rehacer tu vida desde cero y quiero que sepas que puedes pedirme lo que sea.

- ¿No crees que podría engañarte o abusar de tu confianza? Ya sabes robarte y...

- Esta es mi manera de demostrarte que creo en ti - el la miro fijamente, ella veía sinceridad en sus ojos, algo se estrujó dentro de su pecho... Hacía mucho tiempo que nadie confiaba en ella de ese modo.

- Gracias - dijo abrazando al héroe.

Sangre (Vlad King x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora