«Í n c u b o» 『ItaSasu AU』

•Humid Dream•

•Derechos de las imágenes que aquí se utilicen a sus autores•
•[Los personajes no me pertenecen sino a su respectivo creador]•
•Advertencia: +18 y distintas escenas fuertes•
•AU Moderno•
•Te aviso weon, va a haber SasuHina, NaruSaku y SaiGaa, pero sólo en ligeras apariciones ya que lo que aquí importa es el hermoso ItaSasu•
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『🌹』

—Es tarde, deberías descansar—sugirió Mikoto a su único hijo—Mañana será un largo día y debes estar presentable para la escuela, cariño. . .—comentó, como siempre, con esa típica dulzura maternal.

Sasuke frunció el entrecejo, su proyecto final para literatura no le convencía y temía que no fuera lo suficiente para tener un diez intachable como siempre. Por otra parte, su cuerpo se hallaba más que pesado y dolía al haber estado tanto tiempo en la misma posición sobre la silla del escritorio. Suspiró, ya tendría tiempo a la mañana siguiente para corregirlo.

Accediendo a los deseos de su madre, guardó sus instrumentos de trabajo y se dirigió a su lecho, en dónde un largo sueño le esperaba. La mujer sonrió y, sabiendo que su hijo descansaría por fin, apagó las luces y salió de la alcoba, brindando privacidad y silencio al recinto.

Los orbes ónice del joven viajaban de aquí para allá entre la penumbra, no lograba ver nada pero, a pesar de que su cuerpo estaba exhausto, por alguna razón no podía dormir.

Su mente divagó entre distintos pensamientos mientras buscaba conciliar el sueño, llegando de entre tantos el recordatorio de que a la mañana siguiente tenía una cita con su novia, Hinata.

La joven de gran timidez le había insistido ir juntos a un café que a ella le encantaba, y el azabache no pudo negarse, la de orbes blancuzcos no le exigía nunca nada y quiso darle el gusto por esa ocasión, ya que la mayoría de las veces él era quién escogía el lugar de sus citas.

Sonrió levemente al recordar el tierno e inocente rostro de la Hyuga. Cuando terminó con Sakura, no se espero que las cosas acabarían así, en un extraño e inesperado intercambio de parejas.

Todo comenzó cuando Naruto se comprometió en un noviazgo con la jovencita de cabellos violáceos cuando recién entraron en la preparatoria. El rubio andaba en busca de Haruno, pero al ver los constantes rechazos de ésta, no se negó a una relación cuando la prima de Neji le confesó sus sentimientos. Uchiha siempre creyó que su mejor amigo sólo la había aceptado por despecho, y no se equivocaba.

Poco después, el azabache se había establecido con la fémina de orbes veridiana; se arrepintió a las pocas semanas, Sakura era extremadamente celosa y posesiva, era demasiado melosa para su gusto y aunque era bonita, no le parecía nada graciosa o interesante.

Terminó con ella al poco tiempo, y no tardó nada en enterarse que luego de eso, Naruto ya estaba en una relación oficial con su ex.

No le importó, de echo. Aunque Haruno buscaba restregarle en la cara aquello, el mantenía siempre su expresión desinteresada, porque realmente le iba y le venía lo que tuviera que ver con la pelirosa, alguien a quién él consideraba una muchacha caprichosa y bipolar.