♡ Cuando un bebe llega al mundo, por lo general es algo que causa felicidad, porque empiezas una nueva etapa para tu vida. Pero, realmente cuesta cuando aún no es el momento oportuno.
18 años y con un bebé en
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El despertador no dejaba de sonar, ya eran las 8 de la mañana y Juvia no se despertaba a lo cual su padre no tuvo otra opción que tirarle un balde de agua fría en la cara, así se le quitaba esa cara de sueño que traía.
—¡Papá! ¿Por qué me despiertas de esa forma? Casi me ahogo —le hice un pequeño reproche a papá, con mis manos pasándolas alrededor de mis ojos tratando de despejar el sueño.
—¡Feliz cumpleaños dormilona! —Dijo papá con una pequeña tarta en sus manos acompañada de unas velitas azul cielo.
—¿Cumpleaños?... ¡Cumpleaños! ¡Cierto es cumpleaños de Juvia! —no podía creerlo, se me olvido que hoy era mi cumpleaños, menuda tonta que soy.
—¡Anda! Despierta que tus hermanos estan en videollamada, quieren felicitarte —no dijo nada más porque enseguida bajé las escaleras a buscar la laptop.
Rara vez mis hermanos se comunican conmigo ya que la universidad los mantiene ocupados, hace 4 años que se fueron y siempre estoy triste, ya tienen 22 años, quisiera más tiempo con ellos.
Bajé las escaleras lo más rápido que pude, me senté en el sofá encendiendo la pequeña computadora, aparté los pocos cabellos que tenía en mi cara y dispuse a contestar la llamada. Mostrando los rostros de mis tres hermanos muy cerca de la pantalla y con gorros de fiesta, sacando una sonrisa en mí.
—¡Feliz cumpleaños Juvia! —Gritaron los tres, solté unas pequeñas lágrimas de felicidad.
Dios.. los extraño bastante
—Natsu-san, Gajeel-kun, Jellal-San.. No saben lo feliz que hacen a Juvia cuando la llaman.
—¡Perdón Mujer! Ya sabes que estos tarados siempre buscan excusa de no llamar —Menciona Gajeel viendo fijamente a los dos que estaban junto a él.
—¡Ja! Miren quien habla, maldito hierritos Imbecil.
—Chicos.. ¡Tranquilos! No ven que tenemos que felicitar a nuestra hermanita, ya es toda una mujer.
