¿Quién dijo pelirroja? [James S. Potter]

4. Perderla

Lynx no quería ir a la madriguera aquel 30 de diciembre, más que no querer ir no quería verlos, no quería ver a James y mucho menos besando a Lidia. No la maliterprenten, Lidia no le caía mal, es más le parecía una chica amable y hermosa, pero a nadie le agrada ver al chico del cual estas enamorada besarse con otra.

Pero tenía que ir, por que Dominique prácticamente se lo había suplicado a ella y a Leo y sus padres no dejaban ir a Scorpius si ella no iba, podía ser cruel a veces pero tampoco quería dejar a su hermano con un Año Nuevo sin su novio y a Dominique con ganas de un Año Nuevo con sus mejores amigos.

Apareció en aquella vieja casa junto con Leo y Scorpius y pronto una rubia prácticamente se tiro encima de ella y Leo para abrazarlos.

—Nique me estas dejando sin una costilla —Se quejó Leo mientras Dominique se apartaba de ambos rompiendo así su abrazo.

—Se que me extrañaste pero no exageres tampoco —Dijo riendo Lynx.

—Deja tu lado narcisista Malfoy —Le dijo Nique riendo.

—Nunca —Dijo Lynx sonriendo de manera inocente y se adentró a la casa.

Cuando se quiso dar cuenta ya estaba dejando sus cosas junto a Leo en la habitación de Dominique, donde ambos dormirían durante dos días.

Y en cuanto a Scorpius pronto había desaparecido en busca de Albus, realmente no sabía donde estaba pero teniendo el alivio que ninguno se podía embarazar todo estaba de maravilla para ella, hasta que la puerta principal sonó y la voz de James Sirius Potter se hizo presente.

Cuando ella llegó James aún no estaba en la Madriguera, pues al parecer el único Potter presente era Albus que había decidido dormir allí la noche anterior para recibirlos y ayudar a su abuela con los preparativos.

Pronto bajo junto a Leo y Dominique para saludar a la familia Potter y Lidia, que para su desgracia también había venido.

—¡Hola! —Saludo una animada Ginny a su familia y los tres invitados, ya que al parecer Scorpius había estado en el sofá de la Madriguera todo el rato.

—Hola —Saludaron de manera amable Leo y Lynx, mientras Scorpius solo la saludo con la mano, aún en el sofá con Albus acostado en su pecho.

—¿Cómo es que estas aquí? —Pregunto un confundido James cuando su madre se había ido a ayudar a su abuela y su padre a hablar con Ron Weasley.

—También es un gusto verte James —Dijo Lynx poniendo los ojos en blanco. —Nique me invitó —Respondió acostandose con la cabeza en las piernas de Dominique y sus piernas en las de Leo.

James solo asintió y se fue con Lidia a dejar las maletas de esta en su habitación.

Con el paso del tiempo los hijos Scammander y Longbottom habían llegado también a la Madriguera, sus padres vendrían para celebrara al día siguiente el Año Nuevo pero sus hijos se quedarían hoy allí a dormir. Remus y Tonks también fueron pero al caer la noche se irían para volver al día siguiente.

—¿Ella es la rubia? —Pregunto en un susurro Remus a James dándose cuenta que el azabache no apartaba la mirada de Lynx, quien reía sentada en el suelo junto a Dominique, Leo, Scorpius y Albus.

—¿De qué hablas? —Pregunto James haciendose él que no entendía mientras apartaba su vista de Malfoy para mirar a Lupin.

—Si me preguntaste por todo fue por que tu también quieres a una rubia, pero te da miedo decepcionar a tu padre por no ser pelirroja —Dijo Remus como si explicara que el pasto es verde. Joder, había acertado de lleno.