El 27 de octubre de 1981 los periódicos de El Profeta tienen un titular que mantiene a la comunidad mágica impactada. "HÉROES DE GUERRA. EL FIN DEL LORD TENEBROSO"
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Era una mañana tranquila en el Valle de Godric, la casa de los Potter tenía tanto ruido como siempre, con James jugando con su pequeño hijo mientras su amada esposa preparaba café y recogía el periódico.
- ¡Oh, James! Ven a ver esto. - Exclamó Lily asustando a dos pelinegros sumamente despeinados.
- ¿Qué pasó? ¿estás bien? ¿te sientes mal? ¿ha pasado algo? ¿es Sirius? ¿cómo está Remus? - Las preguntas salían más rápido de lo que cualquiera esperaría, James ni siquiera había llegado a la cocina. - ¡¿Le pasó algo a Harry?! ¡Lily, llama a Pads! Si algo le pasó a Harry... espera, yo tengo a Harry. - Cuando finalmente entró a la cocina tenía una mueca de confusión. - Aún así voy a llamar a Padfoot, dijo que vendrían a desayunar, no, mejor no los llames van a llegar cuando Sirius despierte... Cuando Moony logre despertarlo. - Harry, que estaba entre sus brazos, se río y luego estiró los brazos a su madre.
- James, amor, ¿ya puedo decirte o seguiremos hablando del perezoso de Sirius? - La voz de Lily salió mucho más calmada, hasta tenía un tono de burla; tomó al pequeño Harry y lo abrazó fuertemente. Potter estaba a punto de hablar cuando se escuchó el notable ruido de la chimenea, rápidamente se dirigieron a la sala, era lamentable, pero la guerra sólo sirvió para que notaran que cualquier día podía ocurrir alguna desgracia.
Ante sus ojos aparecieron un Sirius Black demasiado activo para ser un martes por la mañana, llevaba su famosa chamarra de cuero y el cabello recogido en un moño alto, y sostenía una bolsa de papel. Justo a su lado se encontraba un adormilado Remus Lupin, que a pesar de ser lo suficientemente alto parecía perderse en el suéter tejido que llevaba.
- ¡Moony! - El grito de James sólo hizo que el pobre hombre se sobresaltara y luego sonriera con una calma que ya era habitual para todos en la habitación. - ¿Pads no te dejó dormir?
En un día normal la estruendosa risa de Sirius tendría que haberse hecho presente desde el inicio de esa oración, inundaría la sala y haría que el pequeño Harry riera como compañía; pero ese no era un día normal. Con un gesto simple. Lily los guía a la cocina como si no estuvieran ahí cada que tienen oportunidad, como si no conocieran cada rincón de la casa.
- Creo que no se han enterado ¿cierto? - Pregunta Remus mientras ayuda a Lily a poner las tazas en la mesa.
- ¿Enterarnos de qué? Lo último que supe fue que la guerra había terminado, disculpa si no sé algo más pero estaba ocupado celebrando. - Suelta con tranquilidad James, que está poniendo a Harry en su sillita; a su lado estaba Sirius que había abierto la bolsa para darle al pequeño ojiverde una enorme galleta de chispas.
- ¿Lo que dice El Profeta es cierto? Hace unos minutos vi el periódico pero no llegué a leer la nota. - La voz de Lily suena cada vez menos, como si la pelirroja se perdiera en sus pensamientos.
El silencio reina hasta que todos están sentados y con una humeante taza de café entre sus manos, todos a excepción del mini Potter que sigue ensimismado con su galleta.
- Cómo sabrás... - Comienza Sirius. - La guerra ha llegado a su fin, el Lord oscuro ha caído y sus seguidores han sido perfectamente identificados y puestos bajo arresto. - Un escueto asentimiento es toda la respuesta que necesita para saber que James ya está preocupado. - Para la noche del 25 de octubre, los tres infiltrados entre los mortífagos habían culminado con su tarea, imposibilitando que su líder continuara con un estúpido plan de destrucción y vida eterna...
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Después de relatar los hechos tal cuál llegaron a ellos, Sirius y Remus respondieron las preguntas de sus amigos, las que podían responder al menos.- ¿Por qué nunca se nos informó acerca de esto? - Cuestiona James después de un rato pero la atención de sus amigos está en la mujer sentada a su lado.
Lily tenía sus verdes ojos perdidos en el periódico que había dejado sobre la mesa antes de que llegaran sus invitados, apretaba las manos con fuerza pero lo que llamó la atención eran las lágrimas que sus ojos derramaban.
- El niño... ¿Qué ha pasado con el niño? - Si alguien le preguntase Lily negaría que esa era su voz, sonaba demasiado pequeña y frágil. Su esposo la interroga con la mirada hasta que lo ve.
En el diario El Profeta de ese día, además de un encabezado sumamente esperanzador, hay una fotografía. En ella se pueden ver dos siluetas elegantes y rubias, el hombre abraza a su esposa de la cintura con un sólo brazo, con el otro sostiene un ridículamente lujoso bastón; la mujer tiene en brazos a un pequeño demasiado rubio que sonríe. Lucius y Narcissa emanan poder, dinero y elegancia a primera vista, pero de la nada sonríen tan cálidamente a su hijo que pasan a ser una familia común.
- Después de la muerte de Lucius, Regulus se apareció en la mansión y apenas tuvo tiempo de sacar al niño a salvo, Bellatrix fue por Narcissa en cuanto se enteró de la traición a su líder. - Habló Remus, tenía la mano entrelazada con la de su pareja.
- ¡Oh, por Merlín! Es sólo un bebé y se ha quedado sin sus padres. - Lily hizo una pausa para ver a su hermoso Harry. - Tiene un año y se ha quedado solo, pudo ser Harry, pudimos ser nosotros.
- ¡Lily! Te prohibo mencionar algo así, Harry no se quedaría solo, nos tiene a nosotros, tal vez no soy la mejor opción pero tengo a Moony, y Draco tiene a Regulus y Snape. - Decir que Sirius habló era mentir, grito en la cara de sus amigos y prácticamente escupió el apellido al final.
- Pero... lo lamento pero esto sólo demuestra como la vida puede tomarte por sorpresa. Hace una semana eran una familia y hoy hay un niño que se ha quedado sin sus padres. - James sólo tomó la mano de su esposa y la besó. - La vida puede ser tan corta.
- Lily, cariño, es el ciclo de la vida. Además de que ésta última suele ser una desgraciada que pasa demasiado rápido.
- Hace una semana eran unos sangrepura forrados en dinero y prejuicios, hoy, donde quiera que estén, lo siguen siendo...
- ¡Sirius!
- ¡Black!
- ¡Padfoot!
- ¡No me grites, Moony!
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Lejos de ahí, en la mansión Malfoy, se instalaban sus nuevos inquilinos: un elfo gruñón que decía que se haría cargo porque sólo el conocía al amo Regulus y refunfuñaba mínimo una vez por minuto, un pocionista que levitaba diversas cajas, un pelinegro que hablaba de remodelar y un rubio diminuto que perseguía a los pavorreales albinos del jardín.*****
Hola, muchas gracias por leer. Cualquier error, duda o idea no duden comentar.
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Criando a un dragón
Fanfiction¿Qué hubiese pasado si los Potter no morían esa noche? Una versión de la historia en dónde Regulus sigue vivo, Sirius y Remus están juntos, y los Malfoy se vuelven héroes de guerra. Ninguno de los personajes me pertenece, tampoco el mundo y los esc...