La familia y el perro

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Sirius no es estúpido, no tanto como el resto cree que es, así que cuando le llaman y piden presentarse en el Ministerio después de la sorpresiva muerte de los Malfoy, sabe que es por su hijo. Remus se ofreció a acompañarle argumentando que "era una bestia impulsiva y rencorosa" y él no pudo negarlo cuando llegaron ahí y se encontraron con Andrómeda y Regulus Black, y nada más y nada menos que Snape.

- ¿Es en serio? - Cuestiona Severus hacia un sonriente Dumbledore que ofrece dulces de limón hacia los recién llegados. - Cuando dije que trajeras a la familia del niño no me refería al perro.

En ese momento Sirius y Remus, que se econtraban hablando entre sí, voltearon a verle. - ¿Cuál es tu problema, Snivellius? No veo porqué tengas que atacarme cuando yo ni siquera quiero estar aquí.

- No veo que tienen que hacer aquí. - Prosiguió Snape. - Cuando dije que Regulus iba a matarlo en menos de un mes no esperé que llamaran al que va a matarle en minutos.

- Calma, Severus. Llamé a toda la familia que le queda al pequeño Draco. - Dijo Dumbledore y ante ello Andrómeda y Sirius fruncieron el ceño, Regulus se mostró divertido y Snape hastiado.

- Bueno, bueno, mi primer reunión familiar en años, ¿no me vas a dar un besito, hermano? - Preguntó Regulus con una sonrisa socarrona, extendiendo los brazos a Sirius. - ¿No me vas a saludar primita? Mira que los dejo de ver unos años y se vuelven bestias sin modales.

- ¿Por qué no te acercas y vemos que tan bestia soy? - Soltó harta Andrómeda, tenía cerca de una hora ahí y nadie daba la información que necesitaba.

- ¡Oh, dios! Que mal te ha hecho la convivencia con muggles, Drómeda. - Y así se sumieron en una discusión infantil y sin sentido, otra vez.

- Suficiente, estamos aquí porque necesitamos decidir que va a pasar con Draco. - Todos guardaron silencio en ese momento, tal vez fue porque antes era su director.

- ¿Draco? ¿quién es Draco?- Habló por primera vez Remus, recibiendo miradas exasperadas de las dos serpientes en la habitación.

- Draco Malfoy, el hijo de Lucius y Narcissa Malfoy.

-¿Por qué tendría que importar lo que pase con el hijo de unos mortífagos?- Soltó con veneno Siruis recibiendo una mirada reprobatoria de Remus.

- Sirius, no puedes estar hablando en serio, es un niño. - Regulus jura que vioa su hermano como un perro, orejas caídas y la cola entre las patas.

- Después de todo el drama y discurso de "yo no soy como mis padres, no pueden echarme en cara sus errores" se ve un poco hipócrita de tu parte que intentes culpar a un niño, idiota.

- Suficiente, busquemos un mejor lugar para hablar de esto, tengo información que puede interesarles.
***
- ¿Qué dices? ¿cómo es posible? Ellos nunca harían algo así. - Y ahí estaban, sentandos en una cafetería bebiendo té, tan distintos entre sí que llamaban la atención.

- ¿Qué sabes tú de la guerra? ¿de lo qué se hace para sobrevivir?- Snape estaba harto, era obvio que ella no sabía nada y aún así seguía abriendo su insulsa boca para decir cosas aún más vergonzosas que su matrimonio.

Ante el riesgo de una nueva disputa, Dumbledore decidió hablar. - Hace algunos meses Lucius vino ante mí, pidió una reunión con algunos miembros de La Orden. Sinceramente me sorprendió que acudiera a mí ¿saben? La última vez que le vi me había dicho que no entendía cómo había gente obedeciendo a alguien tan estúpido y viejo. - Y soltó una risita ante lo dicho, el joven nunca mostró alguna señal de respeto ante él.

- ¿Y eso qué? ¿qué buscaba? Disculpe, viejo, pero no podemos estar aquí más de una semana. - Sirius hablaba mientras comía galletas,a su lado Remus se mostraba avergonzado de la actitud de su pareja.

Criando a un dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora