PROMISE |CHANBAEK|

El hilo rojo

Dos amantes destinos a estar juntos tendrán atado un hilo rojo en su menique y sin importar el tiempo lugar o circunstancias.
El hilo rojo se puede estirar, contraer, enredar o desgastar, pero nunca podrá romperse… pero Park Ji Hoon rompió las reglas del destino provocando un caos en los cielos y en el destino de otros más.

—¿Estas nerviosa? —Ella asintió —Todo saldrá bien, nuestras familias ya están en la iglesia, debiste haber ido con ellos, será extraño ver llegar a los novios juntos.

—No importa, tú ya habías visto el vestido de todas formas —dijo encogiéndose de hombros —. ¿Has escuchado sobre el hilo rojo del destino? —pregunto curiosa.

—Es el que una a las almas gemelas, ¿no es así? —ella asintió.

—Estoy segura el nuestro está conectado —dijo riendo con nerviosismo y el asintió sonriendo —¡Park cuidado! —grito In Ha.

Uno sonoro estruendo se escuchó, la gente comenzó a acercarse a ver lo que acababa de suceder, un conductor ebrio había ignorado el semáforo en rojo impactando el auto de Park Ji Hoon y Baek In Ha.

Confundido y con un zumbido en la cabeza, Park observo a su alrededor, vio sus manos cubiertas de sangre, cuando vio a In Ha, sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Baek In Ha, ¿Estás bien? —pregunto intentando acercarse a ella, pero una fuerte punzada en las piernas lo detuvo.

—Duele Ji Hoon, duele mucho —dijo llorando.

—Vas a estar bien, te lo juro —dijo sosteniendo su mano, ella negó —Baek In ha —la llamo en un susurro —En mi siguiente vida, me aseguraré de seguir el hilo rojo para llegar a ti y volver amarte como te amo ahora, la siguiente vez prometo llevarte segura hasta nuestra boda.

—Te prometo que te estaré esperando, no me olvides Park —dijo cerrando los ojos.

Ambos habían cerrado sus ojos dando su último aliento en la tierra, pero aquella última promesa hizo que el cielo comenzara a oscurecerse y una tormenta de rayos se hizo presente, el destino de sus almas estaba siendo escrito de nuevo.

Un destello dorado a travesó la puerta del auto envolviendo la manos entre lazadas de la pareja, un hilo rojo se mostró atado al menique de los amantes, pero estos salían fuera del auto al instante de iluminarse el hilo rojo que los ataba a su verdadera alma gemela se cortó y unió el de estos dos, escribiendo un nuevo destino.

Pero el hilo rojo jamás podría romperse, ¿el destino se había equivocado o el dueño de esa promesa fue quien se equivocó?