1; pájaros y condones.

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Un desagradable tic tac interrumpía el silencio en la oficina, las manecillas del reloj no paraban de moverse aunque fuera imposible a no ser de una avería en el reloj, deseaba con todas sus fuerzas que se detuviera. Le aturdía y desesperaba.

Su frente se perló por el sudor aunque estuviera con el aire acondicionado encendido, los nervios abrieron un malestar en el estómago. Estaba abrumado, quería salir lo más rápido posible de ese lugar.

—Esto... Es basura, Changkyun —pudo sentir como si le golpearan el torso. El jefe de cátedra de literatura lo escrudiñaba con la mirada y él se encontró molesto e incluso decepcionado—. No me mires así, esto carece de emoción, tus ideas son buenas y la redacción es impecable... ¡Pero no siento nada!

El joven escritor frunció sus labios y negó con la cabeza, lamentándose.

—Señor Park, me tomó dos días escribir esto, usted no puede venir y decirme que no le emociona mi trabajo en lo absoluto —su tono, lleno de respeto, fue impasible.

—¿Dos días? —bufó, dejando el corto manuscrito sobre el escritorio—. ¿Aun así me lo dices con tanta tranquilidad?

Changkyun parpadeó, sintió que ignoró algo en el ambiente.

—¿Disculpe?

—Antes podías darme más de cuatro ideas en un solo día y poder escribirme dos en el mismo —explicó sin querer alterarse, el rendimiento del escritor había decaído en demasía—. Lo que sea que esté pasando, te está afectando al nivel académico.

Emitió un suspiro por pura respuesta, no quería aceptarlo pero estaba consciente de lo que ocurría en su vida. No rendía de la misma manera y cada vez más estaba más decaído, hasta él mismo perdió el placer en algo tan cotidiano por escribir.

Tan solo pronunciar que estaba todo bien entre sus dientes, tomó el manuscrito del escritorio y se dignó a salir de la oficina antes de que la voz de su profesor le detuviera.

—Changkyun —le miró, con el ceño fruncido con levedad—. No escribas por compromiso, si es así, no llegarás a ningún lado.

—Gracias, profesor.

—Tómalo como consejo.

Formó una sonrisa forzada y salió finalmente del lugar.

—Estúpido profesor, ¡ay, sí! Hazlo por placer —viró los ojos, pronunciando diferentes insultos entre murmullos.

Arrugó el manuscrito, frustrado, estaba molesto y totalmente exhausto. Exhausto de intentar y esforzarse en unos relatos mediocres. ¿Escribir sobre sexo? Qué va, tenía telarañas en el trasero. ¿Escribir sobre amigos? Eso era aceptable, pero no tenía relatos buenos, a no ser que al Señor Park le interesara saber como Kihyun se sacó una pelusa del estómago. Un último pensamiento le cruzó la mente, ¿escribir sobre amor? ¡Pero si él aborrecía el amor!

Ni un puto segundo de emoción iluminaba su vida.

Se dejó caer sobre el banco que estaba frente a la gran plaza, los beneficios de tener una ciudad universitaria iban desde tener un hospital y residencias hasta poder disfrutar de las creaciones de los mismísimos estudiantes. Una fuente con ángeles sobre nubes se ubicaba en el centro de la plaza, llevaba el nombre Heaven, un ex alumno y actualmente uno de los mejores arquitectos del país la nombró y diseñó junto a su pareja, un estudiante de artes plásticas. Leyó la plata de cobre que adornaba la gran fuente «Park Chanyeol y Byun Baekhyun»

Bufó con asco, ¿cómo de una pareja había nacido algo tan lindo? Lo único que consideraba lindo y fruto del amor era él, y aun así sus padres se separaron cuando tenía doce años.

Deadroses | Wonkyun + ChanghyukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora