6; mar y miedos.

21 1 3
                                    

—Descíframe. Tómate el tiempo...

Observó el techo, la lámpara inerte no dejaba de iluminar con molestia. Cegándolo, extendió la mano para ver la luz a través de sus dedos.

—De quererme... —Continuó el escritor, cerrando sus falanges, separando otros—. De hablarme...

Volvió a abrir su palma. La música del exterior estaba apaciguada por la privacidad de su habitación. Nadie podía escucharlo. Era solo él intentando comprender la velocidad con la que latía su corazón, y la presión que sentía en él.

—De usarme —Sentenció al cerrar el puño, atrapando todo brillo que caía sobre su rostro. 

La presión embulló, asfixiando su garganta, colocando su rostro con una calentura abrasante. Con su mirada empañándose fácilmente. 

Se dio la vuelta hasta evitar la luz al clavar rostro en la almohada. Sus ojos cerrados, sin derramar lágrima alguna. Centrándose solamente en lo que la oscuridad tenía para brindarle, sucumbiendo ante el cansancio... Hasta el sueño.

Arenas movedizas, encontraría placer en ellas, hundiéndose con la misma lentitud a la que él hacía caso a su felicidad. Changkyun quiso tomarla en un puño, comprobar si era justo como la arena de playa pero se le escapó, hundiéndose más terminó convirtiéndose en agua. 

Flotaba mas agua no tenía sabor alguno. En medio de un océano su vista alcanzaba solo a ver lo llano del lugar. Espléndido pero opaco, quedar en un espacio céntrico no le ayudaba... Estaba solo. Rodeado por kilómetros de agua. 

Los rayos del sol directamente se enfrentaban a su rostro, no tenía calor... Al contrario, sentía que el frío calaba sus huesos y se congelaba. 

Pero era el brillo del sol lo que con tanto esmero quería apagar.

¡Quería quedar en oscuridad! ¡Que se fuera! ¡Que dejara de iluminarlo!

Su mayor temor no era ahogarse, tampoco lo era permanecer ahí durante un largo tiempo... Su mayor temor era esa luz que no dejaba de acompañarlo. La que lo ahogaba, dejándolo con una pésima sensación en su barriga. Haciéndole querer llorar.

—Vete —Murmuró, centrando vista en el mar—. Vete, por favor...

Más débil sonó, más plausible. Más calmado.

Comenzó a nadar por inercia, por querer hacer algo. Por buscar la orilla. 

Los pies sintió pesados poco a poco, tomando instante para devolverse sobre sí y apreciar sus zapatos. Aún puestos amenazaban con hundirlo. Con dificultar paso entre futuras olas... O eso era lo que indicaría la física, nadador o cualquier persona con conocimientos en relación.

Pero eso... No sucedía. 

Lo único pertinente fue el cosquilleo en su pie, ¿algo estaba retirando su calzado? El pánico no le cundió. Permaneció en silencio observando el desenlace de hechos hasta que sintió que no lo podía mover.

Cosquilleo colmado de frío, no tenía donde apoyarse, tampoco cómo moverlo. La vista fija en el mar no iba más allá: no observaba acciones de un segundo ni un tercero.

El miedo hizo su cuello y espalda sudar mientras que su temperatura seguía baja. Ahí alzó la mirada, queriendo una respuesta de lo cual mofarse, de lo cual escapó. 

Pero el sol no estaba, la luna hizo su aparición. Su cambio de turno.

¡¿Y de qué le serviría a él la luna?!

Ese entorno oscuro iluminándose con blanco espesor. El cálido sonido del mar hacía eco y generaba un contraste, dejándolo a él en total silencio. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 19, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Deadroses | Wonkyun + ChanghyukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora