(ESPECIAL) Parte V

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Lan SiZhui despertó cuando los rayos del sol comenzaron a entrar por la ventana, sorprendiéndose por el silencio en el que estaba sumida la casa entera. Después de años durmiendo en la misma habitación de JingYi, no podía estar menos acostumbrado al silencio de lo que estaba ahora, después de todo esa parte no había cambiado cuando comenzaron a vivir por su cuenta en los límites de la secta después de casarse.

Las estaciones habían pasado volviéndose años y antes de lo que esperaban estaban por cumplir tres años casados y justo antes de su aniversario una cacería había salido mal y JingYi había terminado con un brazo lesionado después de una fuerte caída, por lo que un alterado Lan QiRen y un preocupado Lan WangJi los habían mandado a descansar unos días. 

SiZhui suspiró al encontrarse en su habitación solo, optó por levantarse y buscar en el resto de la casa y en el jardín, pero no había rastros de su animado esposo. Cuando estaba por rendirse una sonrisa se posó en sus labios en el momento en el que unas manos lo rodearon por detrás mientras seguía en la puerta que daba al jardín y una cabeza se posó en su espalda, en respuesta A-Yuan puso sus manos sobre las que se hallaban en su abdomen.

—Desperté temprano y preparé el desayuno— dijo JingYi contra su esposo. 

—No deberías levantarte— la preocupación era palpable en la voz del mayor. 

—¿Lo dices por el brazo o porque me he casado con un pervertido? — susurro con una sonrisa JingYi separándose del cuerpo de SiZhui. 

A-Yuan se sonrojo mirando el suelo y después a los pequeños seis conejos bebés corriendo detrás de los cuatro adultos, camino al pequeño bebedero que JingYi había insistido en construir. Al final giró para ver a su esposo entrando a la cocina una vez más, lo siguió en silencio, hasta cruzar la casa, dirigiendo su vista a las cosas ya colocadas en la mesa con una boba sonrisa, sin embargo, no estuvo del todo satisfecho hasta que su esposo se sentó frente a la mesa y lo invitó a hacer lo mismo. 

—¿Qué tal está tu brazo? — probó a preguntar SiZhui mientras JingYi les servia a ambos de comer. 

—Bien, supongo. No fue tan grave como lo manejaron, dejó de dolerme hace dos días, te lo dije ayer— 

A-Yuan asintió despacio, tomando la tetera y sirviendo té caliente para él y su amado, esperando a escuchar a JingYi quejarse más acerca de que ya podía salir y acabar con fantasmas incluso después de días sin hacer nada excepto ser el consentido de su esposo, pero los reclamos nunca llegaron y en lugar de eso la casa entera volvió a quedar en silencio.

—JingYi, ¿sucede algo? —

La pregunta quedó en el aire, mientras el pequeño Lan suspiró soltando los palillos confundiendo más a SiZhui de lo que ya estaba. Después de aquello A-Yuan estaba preparándose para cualquier cosa, una rabieta por algo que había olvidado hacer, que JingYi haría bromas sobre la noche anterior, estaba listo para casi cualquier cosa, todo excepto eso.

—Estoy preocupado por Lan XiChen, por lo que dijiste ayer—

SiZhui suspiró entendiendo porque el rostro de su esposo parecía tan afectado. El día anterior el líder de la secta Jiang había aparecido exigiendo hablar con Lan XiChen, nadie había podido detenerlo, ni siquiera Lan QiRen y Lan Zhan estaba siguiendo la pista de lo que sea que había atacado a Lan JingYi en el pasado debido a que un caso similar había sido reportado. Una vez que Jiang Cheng había logrado encontrar a Zewu-Jun hablaron por varios minutos a puerta cerrada hasta que el líder Jiang había salido enfurecido seguido por un afligido Lan XiChen. Una vez que Jiang Cheng había desaparecido de la vista SiZhui había ido junto a su tío para preguntar por su estado y este sólo había comenzado a llorar sujetando un pergamino en el que estaba dibujado un loto sobre una nube, A-Yuan había ignorado el hecho de que había demasiados significados detrás de esa simple pintura, pero sobre todo el reconocido trazo detrás de esta, ya que la pintura que descansaba en su propia casa parecía pertenecer al mismo estilo de trazo. Lan XiChen le había pedido a SiZhui que lo dejara solo por el momento, prometiendo que hablaría con él el día siguiente y lo había despedido con una sonrisa llena de melancolía y dolor. Por la tarde había llegado con su dulce esposo para disfrutar de la comida que este había preparado, JingYi había aprendido a cocinar por una sugerencia de Wei WuXian convenciéndolo de que eso complacería a su querido A-Yuan, así que ahora disfrutaban de la comida casera un par de días a la semana y el resto compartían la mesa con todos los otros discípulos de la secta en el comedor comunal. Durante la comida JingYi le había contado sobre su gran hazaña de conseguir que la puerta de entrada dejara de atorarse justo a la mitad, dijo que había encontrado un pequeño trozo de madera atorado en el mecanismo. SiZhui había reído con la entretenida anécdota y con la forma en que su esposo la contaba, pero después de la comida le había hablado de sus preocupaciones al travieso Lan, este había puesto una mano de apoyo sobre su hombro y después habían ido a su cama.

El Sol Entre las Nubes de TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora