Hace meses no te escribía una carta. Y dudo mucho que lo siga haciendo. Toma esto como una despedida. Como un adiós. He decidido dejarte ir. Después de tanto pensar, de tanto llorar, de tanto sufrir y perder mi tiempo, he descubierto el gran amor que me tengo.
Tal vez un día amé tus preciosos ojos, tus lindas cejas o tus pestañas rizadas. Pero también aprendí a amarme.
Aprendí que podía sobrevivir sin ti.
Has sido y serás mi primer amor. Pero he comprendido después de todo este tiempo que yo no fuí el tuyo. Y ruego por que nunca lo sea. Ya que, después de todo, no eres para mí.
Y yo no soy para ti.
El destino no quiso que estuviéramos juntos. Y aunque una parte de mi sufrió por que fuera así, en este momento de mi vida estoy tan agradecida de que así sea.
De que estés lejos de mi.
Porque aunque te haya amado por mucho tiempo. El amor a mi misma es más fuerte. Tu indiferencia me hizo más fuerte.
Si te describiera con una palabra sería 'Tormenta', ya que hiciste añicos mi corazón. Una tormenta trae consigo destrucción. Dolor. Y como dicen esas sabias palabras, "Después de la tormenta llega la calma".
Gracias por destruirme. Por dañarme. Por hacerme llorar y contarle a mis amigos con el corazón roto como me sentía.
Por que si no fuese por ti. Yo no sería quien soy ahora.
Te perdono. Porque gracias al daño que provocaste, me diste el motivo de perdonarme a mi misma y ser mejor que tú. Mejor que tú porque prometo no lastimar a nadie como tú lo hiciste conmigo.
Gracias David. Disfruta tu vida. Que a partir de hoy que dejo de amarte yo disfrutaré de la mía.
Ojalá puedas encontrar a alguien que te amé como lo hice yo.
Sinceramente, Alex.
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Ingenuamente, Alex
Novela JuvenilDonde Alex escribe cartas para saciarse de la atención que no le da David, su amor imposible desde hace años.