Relato Erótico: Liliana y Sofía Juntas

¿Cómo lo haces?

-¿Cómo lo haces?

-¿Masturbarme?

-Sí, perdón por ser tan curiosa pero si puedes cuéntame.

-Si te cuento, pero si me cuentas tu.

- De nuevo haces trampa pero te voy a decir -Para mi sorpresa Sofía se sentó mejor y comenzó a explicar- Pues normalmente me acuesto, y me acaricio sobre mi ropa interior, a veces igual otras partes de mi cuerpo, luego me quito todo y comienza la fiesta.

No sé qué pasó exactamente, pero mientras Sofía me contaba yo quedé totalmente perdida, estaba oficialmente excitada y no podía dejar de mirar de reojo sobre sus shorts mientras me narraba, pues en ocasiones hacía movimientos de mano en el aire que me dejaron sin aliento. Y repito, no tenía ni diez por ciento de lesbiana.

- Entonces comienzo a pasarme la mano por encima, creo que ya sabes dónde y luego voy aumentando la velocidad según vaya sintiendo. Cuando veo algo en la tele me tomo mi tiempo. A veces uso de nuevo el corazón o una almohada y a veces hasta me pongo boca abajo, pero finalmente así lo hago, justo como estoy ahora, aunque hace unos meses comencé a probar algo diferente.

-¿Qué probaste?

Sofía se mostró de nuevo apenada, pero finalmente habló

-El dedo.

-Oh ya entiendo -dije mientras ambas reímos al no saber qué hacer-

-Entonces tú cuéntame

-Lo mismo pero sin el dedo y sin tomarme tanto tiempo porque nunca tengo, solo en ocasiones que mi hermana tiene alguna fiesta, pero son muy pocas.

-Cuando quieras te presto mi casa -me lanzó en tono de broma

-La acepto, es hermosa tu casa

-Solo que me quedo para curiosear

-En ese caso mejor me escondo hasta que tu lo hagas

Ambas reímos pero sabíamos que muy en el fondo existía en verdad un morbo muy fuerte por el tema, y podía adivinar que Sofía también se había puesto algo horny. No hablamos por 20 segundos y cuando el silencio rebosó en lo incómodo, ella preguntó otro tema fuerte

-¿Te depilas?

-Si me depilo las piernas, aunque veo que tu mucho mejor que yo

Ella se vio las piernas y las comparó con las mías, la verdad es que de cerca se veían más hermosas, y cuando estás excitada todo te parece mejor y confuso.

-La verdad es que se ven muy bonitas, las mías me las depilo con crema, por eso se ven así, cuando quieras te presto.

-Siempre me ha dado miedo de irritarme con eso.

-Puedes hacer una prueba... pero no me refería a las piernas -dijo Sofía riendo

-Dime tu primero

-No, esta vez te toca a tí - dijo teniendo toda la razón.

-Ah... -me quedé sin palabras- Digamos que no del todo, solo cerca de la ropa interior, pero si me dejo muy cortito.

-Creo que lo suficiente

-Eso creo... ¿Tu si lo haces?

-Yo sí, totalmente.

Me quedé de nuevo sin palabras, la verdad es que eso sonaba muy interesante y si sus piernas lucían suaves, no me imagino su zona íntima.

-¿Enserio todo?

-Absolútamente todo

-No te creo

Sofía hizo algo que no me imaginé que haría, simplemente llevó la mano a sus shorts y bajó un poquito, lo suficiente para que se vea la zona púbica, que lucía increíble, totalmente depilada y acariciable.

-Eso se ve increíble y seguro es suave, ya me dió curiosidad de hacerlo.

-La verdad se siente muy suave - dijo metiéndose la mano peligrosamente bajo la ropa y dijo entre risas - quizá por eso me masturbo tanto.

-Prácticamente eso estás haciendo

-No me retes

- Eso estás haciendo, pero continúa, no te culpo - le dije en broma

-Yo continuaría, la plática se puso muy intensa y además ya es un hábito antes de dormir -dijo entre risas - pero te voy a perturbar más de lo que ya lo hice.

-¿Lo harías aún conmigo aquí? - le pregunté entre bromas y en serio

-Claro que no lo haría -dijo sin sacar su mano - a menos que tu te atrevieras a hacerlo

-Eso sería muy difícil que pase

Era claro que ambas habíamos llegado a un punto en el que no sabíamos ni que decir, porque las dos estábamos hornys, a ambas nos gustaban los chicos, pero la curiosidad y la excitación nos estaba matando. Para ser honesta, me moría de curiosidad por ver que ella lo hiciera, pero no sabía si tendría el valor para hacerlo, así que mi mente comenzó a tener ideas, y terminé decidiendo aceptar, pero no enseñar nada, sino solo simular por debajo de mi ropa.

-Acepta, es más, no miraré a tu lado.

-Bueno, quizá sí pueda hacerlo solo para dejar que te desahogues -mentí, pues tenía demasiada curiosidad - se como se siente y no te dejaré morir.

-¿Enserio?

-Muero de vergüenza pero sí

A Sofía le cambió el rostro

-Supongo que con ropa

-Sí -le dije- sería demasiado

-¿Podemos al menos quitarnos los shorts?

Sabía que Sofía no podía con el morbo y cómo yo tampoco, entonces acepté, por lo que ambas nos quitamos el short y nos quedamos en la cama. La verdad es que no nos vimos mucho, porque ambas habíamos mojado el calzón y creo que ambas lo sabíamos y estábamos apenadas.