Una semana desde que el hermano de Gustabo desapareció, una semana desde que fue torturado y casi asesinado...
—¡No me quedaré de brazos cruzados!
—Gustabo relájate... No dejaré que le pase nada a...
—¡Eso dijiste de Ivanov! ¡Y de Torrente! ¡Y de ese tío raro que no recuerdo de su nombre! —grito Gustabo colérico, la mirada de decepción y tristeza se hizo presente en la mirada de Conway.
Gustabo llevaba una semana irreconocible, su seriedad, su mirada, todo era demasiado... Extraño.
Y ante esa semana Conway se preguntaba una y otra vez; "¿Quién coño era ese que ocupaba el cuerpo de Gustabo? Pero lo que no sabía Conway es que ese era el verdadero Gustabo.
—Te sacaré de aquí, pero solo si colaboras conmigo.
—¿Qué gano yo, joto?
—Libertad.
Gustabo conservaba su cordura si su hermano cogía su mano y le daba una sonrisa cálida, pero si su soporte desaparecía su cordura se iba con él.
—¿Qué es esto Gustabo? ¿¡Qué coño está pasando!? —pregunto enfurecido Conway señalado hacia la puerta dando referencia al hombre que acababa de aporrear asta quedarse inconsciente.
—El cuerpo no es mi lugar —dejo la placa en la mesa seguido de ir a la puerta —. No se donde está mi hermano y tampoco hacéis gran cosa por encontrarlo. Llegue a mi límite.
—¡Estamos haciendo todo lo posible! ¿¡Crees que me da igual!? —le grito levantándose de la silla caminando hasta el chico que estaba ya en la puerta.
—¡Eso parece!
—¿¡Eres gilipollas!? ¡Tu y Horacio son lo que me importan! —grito —. Horacio es como mi hijo, ¿¡Crees que le dejaría morir!?
Gustabo fue encarcelado por Jack Conway, la había decepcionado, demasiado a decir verdad, estaba perdiendo la cabeza poco a poco, pero algo había en común, Jack Conway y Gustabo García eran dos locos maniáticos que ocultaban demasiado bien su locura.
La fianza fue pagada por un individuo que Gustabo conocía demasiado bien.
—No quiero verte por al puta comisaría en mi puta vida, ¡Escuchaste! ¡Esperaba demasiado por alguien como tú! ¡Mariconetti!
Gustabo se refugió en las personas que estuvieron ahí, buscarían por cielo, mar, tierra y aire a aquel chico de pésima cresta.
—Bienvenido de nuevo a la mafia sexy, ya tardabas en volver.
—Mataremos a esos cabrones, te lo juro —dijo Segismundo poniendo su mano en su hombro —. Ese viejo no lo estaba buscando, pero nosotros lo haremos.
Lo que nadie sabía es que Conway no dormía por encontrar a ese chico de cresta.
Volkov se había encerrado en su mundo, se sentía culpable, se sentía nervioso, triste...
—¿¡Quién coño eres tú!? —grito Conway sacando su arma y apuntando al hombre de la capucha.
El encapuchado se giró, la capucha solo dejaba ver sus labios, este sonrió de manera cínica, puso el bate de béisbol en su hombro —. Gustabo, soy Gustabo Papu.
—¿Gustabo? ¿¡Dónde coño has estado este tiempo, anormal!? —grito bajando el arma desconfiado.
—Prepara a la malla —dijo con una sonrisa ignorando su pregunta —. Se donde puede estar.
Por mucho que Gustabo afirmara que el podía sin la malla, sabía que sin ella no podía con todo, la mafia sexy era fuerte, pero no tanto, era una puta mafia.
—Vosotros os quedáis aquí.
Gustabo negó con la cabeza poniendo un dedo en los labios del intendente mandándolo a callar —. Yo te traje aquí, por lo que yo me quedo, es mi hermano —la sonrisa cínica y la mirada de Gustabo casi dejo sin habla al intendente.
Parecía un loco sacado de un psiquiátrico. Pero realmente estaba siendo el mismo, la calle le había quitado la inocencia y confianza. Tubo que sacarse la vida como pudo, tenía que salvar a Horacio y a él mismo, mato a gente, mato a gente con sus propias manos por dinero.
—Deje todo por qué no me dabais puta libertad para buscar a mi hermano, ¿Patruyar? ¿Enserio? No me iba a quedar de brazos cruzados, me faltaba libertad, pero aún asísi me quedé, me quedé por usted, me quedé hasta que todo explotó.
—¿Qué?
—Yo ya estaba asta los cojones Conway, haz esto, haz lo otro, me han robado esto y me han secuestrado —el tono cínico de Gustabo llamo atención del intendente y los comisarios —. En toda mi vida, jamás he acatado órdenes, nunca. Horacio quería ser... Policía, le dije que no. Pero me... Me llamó la atención un viejo decrépito y me tiré de cabeza a la piscina, pero por desgracia no había agua —cada palabra la decía con más amargura que la anterior —. Casi pierdo a mis amigos... ¡Pero me dio igual! ¡Le prometí dar mi vida por usted! ¿¡Pero a qué precio!? ¿¡Perdiendo a mi hermano!? ¡Ni de coña! ¡Lo siento pero no! ¡Le prometí mi vida, no la suya! —las palabras del chico dejo impresionado al superintendente —. Le prometí que moriría por usted, pero no puedo morir si esos cabrones respiran. Mataré a esos cabrones, no solo por lo que le hicieron a mi hermano, si no por todo lo que nos han hecho, a ti, a Volkov, a Greco, a todos. Les degollare.
Entonces todos entendieron algo, estaban sedientos de venganza y no lo sabían, tenía que venir un loco para abrir sus ojos y decirles lo que querían, y era nada más y nada manos que ver las cabezas de esos cabrones en la pared de la comisaría.
Dos meses desde que Horacio desapareció, dos meses tardaron en encontrar el cuerpo de Horacio, dos meses desde que Gustabo perdió la poca cordura que le quedaba, dos meses desde que habían iniciado una guerra, mafiosos contra maderos.
—¿¡Esta bien mi hermano!? —grito Gustabo, las enfermeras intentaron tumbarlo de nuevo, en el tiroteos había sido alcanzado dos veces —. ¡Respóndeme cabron!
Los enmascarados habían escapado.
—No se preocupe, relájese por dios —dijo el doctor intentando clamar a su paciente.
En ese instante la puerta de la habitación fue abierta, dejando ver al doctor muerte, se le veía con los ojos llorosos, suspiro poniendo sus gafas —. Está en coma Gustabo... —susurro haciendo que Gustabo dejara de forzajear y observará con ojos llorosos —. Dudo que despierte y...
Gustabo puso la mano sobre el brazo que le sujetaba, clavo sus uñas, más quién le sujetaba no se quejó —. ¡Horacio! —grito.
✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨
PARTE DOS DE; MORIRÍA .1.
El segundo va ha molar, veremos al manipulador de Gustabo y los ships más que nunca.
Era el momento de despertar ha este loco.
¿Qué os parece la portada? La hice yo un poco rápido.
Un beso.
—N.G.A

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Mataría .2. INTENABO. VOLKACIO
Fanfiction-Simplemente me cansé, me cansé de ser un peón más de tu tablero, mi hermano ha sido secuestrado, y créeme que no me quedaré a "mantener la calma". -Gustabo... -¿Recuerda que dije que moriría por usted? Dije que moriría por usted, estaría a su servi...