Capítulo 14

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Si hay faltas no me maten, es que me doble el dedo y pues no tengo tan controlado todo eso de intentar no hacer una falta.

.ESPEREMOS.

—Era solo un niño Volkov... —susurro observando los troncos arder.

Volkov puso una manta en los hombros de Horacio y se sentó en el sillón observando como el chico tenía la mirada perdida en la chimenea.

Horacio se encontraba sentado en el suelo con una manta en sus hombros, observando la leña arder —. Es un criminal Horacio. No debes de sentir pena por...

Horacio negó varias veces con la cabeza —. No tiene opción —aseguró.

—Eso no lo sabes.

—¡Claro que lo sé! ¡Ojala no saberlo, pero lo sé! —dijo con un nudo en la garganta —. Mis recuerdos de Los Santos no están —afirmo con ojos llorosos —. Pero si están los antiguos, si están Viktor...

—No entiendo Horacio...

—Gustabo hacia atracos casi obligado por dinero —confeso —. Yo vendía droga, y... Una vez nos metimos no tuvimos opción —susurro culpable, la mirada sorprendida y apenada callo en el chico —. Éramos solo unos niños, abandonados, desolados en un mundo donde la mentira y la violencia es la mejor carta que te pueden dar, solo teníamos hambre y buscábamos sobrevivir, no había de otra —abrazo sus rodillas dejando que una lágrima cayera de su ojo derecho —. ¿Sabes? Desde siempre me he sentido culpable —aseguró.

—Esto... Yo...

—A veces el silencio es lo mejor que puedes dar ante estas situaciones —dijo Horacio, Volkov se levantó del sofá y se sentó junto a Horacio, este puso su brazo en los hombros del chico, le brindaba apoyo, más Horacio le empujó poniendo apartando la mano, puso la manta que sobraba en los hombros de este y abrazo con su mano sana su cadera y apoyo su cabeza en su hombro, Volkov beso su cabeza y la apoyo encima de la suya, ambos observaron la leña arder con la mirada perdida —. Cuando duermo me vienen algunos recuerdos, mayormente contigo... Casi todos son nefastos y...

—Horac...

—Shh.... —le mando a callar al ruso —. Puede que todos, bueno, casi todos son nefastos... Pero cuando estábamos acompañados de gente o en lugares públicos... pero cuando estábamos solos... Todo cambiaba... Eras agradable, cariñoso incluso creo que probamos sopa o... No se qué...

—Ramen, te hice probar ramen.

—Eso —dijo con una sonrisa cansado una pequeña risa al comisario —. Lo primero que pensé de esos “sueños” donde tú eras agradable, era posiblemente una creación de mi subconsciente...

—Horacio eso no...

—¡Shhh! —volvió a callar irritado —. ¿Me puedes dejar hablar? ¡Maleducado! —le regañó quitando la cabeza de su hombro, ambos estaban cerca, tanto que rozaban sus narices, Volkov sonrió por la ternura que el de la cresta le ocasionaba, Horacio se contagio por su sonrisa —. Se que aunque sea un poco me quieres —aseguró observando los ojos azules del comisario —. Por qué se que me estabas protegiendo de toda la mierda está —dijo sacando una mirada entristecía por parte del ruso —. “... Si ven una debilidad irán a por ti...”, “... Por eso quiero que me esperes... No quiero perderte...” —imito las palabras que un día el ruso le regalo —. Aunque parezca mentira tengo una memoria prodigiosa, solo que no está pasando por buen momento —le sonrió como un niño —. No supe ver qué me querías tanto hasta que lo comprendí, comprendí que eras de pocas palabras y que me estabas protegiendo con esas cosas que hacías.

—Joder Horacio —susurro Volkov como un niño emocionado.

—Puedo esperarte aún si quieres, solo si tú me esperas a mi —Volkov puso la mano tras la nuca de Horacio y le acercó a este uniendo sus labios con necesidad.

—Esperemos, pero esta vez juntos —le susurro el comisario —. Quien me diría que el chico que esposaba me diría estás cosas —dijo con una sonrisa una vez se separó de sus labios, Horacio sonrió acordándose de ese momento.

No duraron mucho separados más ambos volvieron ha unir sus labios con necesidad, sonreían entre besos. Todo era una mierda pero a veces los momentos duros se pasan con ayuda de alguien a tu lado.

Por qué la vida da muchas vueltas y quién te quiere las da contigo.

No saben cómo, pero terminaron tirados en el piso y con cierto subinspector encima del comisario, Horacio reía como un niño en cada beso que el comisario le daba, estaba feliz. Estaban felices. 

—Te prometo que está vez haré las cosas bien —susurro con voz ronca.

Horacio le sonrió de manera emocionada —. ¡Por tu bien que lo hagas si no quieres que te mate!

Ambos sonrieron una vez más, estaban a centímetros de sus rostros, Horacio estaba tumbado completamente en el cuerpo de Volkov mientras esté acariciaba su espalda por dentro de la camisa.

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Se Fini.

Capítulo corto pero me da iguaaaall. (JAJSJA)

Ya no pondré más datos míos, prefiero mantener todo en anonimato (se que a nadie le importaban mis datos). Pensaba en poner mi cuenta privada, es decir, la personal aquí, pero me di cuenta que todo se iría a la mierda (en plan de ser anónima) eso y que a nadie le importa mi cara egocéntrica.

El último dato mío que daré es:

No me gusta que en los comentarios me llamen por mi nombre, es decir, la "escritora" es muy distinta a mi persona.

¡No me molesta! Pero me gustaría que no me llamarán por mi nombre en los comentarios o en todo Wattpad.

Un beso.

—N.G.A

Mataría .2. INTENABO. VOLKACIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora