El alfa estaba tan cansado, la noche anterior no pudo dormir bien, dado a que su monitor seguía sonando sin parar, avisándole que su glucosa estaba demasiado baja o demasiado alta y aquello volvio loco al alfa, quien estaba con ojeras debajo de sus ojos y su cabello estaba despeinado.
Se levantó de la cama, realmente exhausto. Necesitaba dormir tres horas más.
Estaba sin camiseta, solo llevaba puesto su pantalón de pijama. Miro su abdomen, en este estaba conectado su monitor y su bomba de insulina, los cuales lo mantenían con vida y realmente Christopher creía que habían sido los mejores inventos de todos los tiempos. Pues hace varios años atrás solía inyectarse y pincharse sus deditos, aquello le resultaba tedioso.
Suspiro, entrando al baño de su habitación para así despojarse de sus prendas restantes y entrar a la ducha, relajándose al sentir el agua caliente destensar sus músculos.
Luego de varios minutos, el alfa apago la regadera y envolvió una toalla alrededor de su cintura para así cepillar sus dientes e ir a su habitación para así comenzar a vestirse.
Suspiro, Christopher no era como la mayoría de alfas. En su caso, nadie quería un alfa como el. Un alfa al cual había que cuidar, ningún omega querría cuidarlo, pues se suponía que el alfa debía cuidarlos a ellos, o al menos así es como creía que era.
Se colocó un hoodie, junto a unos pantalones rasgados y unas vans. Se encogió de hombros al mirarse en el espejo, no lucia mal.
Soltó un gruñido al escuchar aquel sonido tan reconocido en su celular el cual estaba avisándole que su azúcar estaba bajando, debía desayunar.
Tomó su mochila junto a su pequeño bolso "especial." Más bien era como una pequeña mochila en la cual guardaba sus cosas relacionadas con la diabetes, insulina en caso de que su aparato no quisiera funcionar, su medidor, dulces en caso de que su azúcar bajara demasiado, jugos, glucagon, agujas y pequeños paños de alcohol.
Salió de su habitación con su celular en mano, bajando las escaleras y sonriendo al ver a su madre en la cocina preparando el desayuno.
—¡Félix, ven a comer!— Christopher río, sentándose frente al comedor. Félix era un lindo omega de 17 años, este tenía una pequeña discapacidad llamada "ADHD" Lo cuál es un trastorno de hiperactividad con déficit de atención. Al omega se le hacía extremadamente difícil prestar atencion o incluso quedarse quieto por varios segundos.
Christopher río al ver al omega deslizándose por el barandal de las escaleras, su cabello rojo dándole un aspecto... energético.
—¡Buenos días!— el omega se sentó en su asiento con una gran sonrisa en su rostro, su madre sonrió feliz al tener a ambos de sus pequeños en el comedor.
—Vengan a ayudarme con los platos, insolentes.— los dos chicos rieron, Christopher se levantó primero, más sin embargo tuvo que volver a sentarse, sus piernas comenzaron a fallarle y estaba comenzando a sudar.
—Oh, mierda.— soltó el alfa mirando su celular, este anunciándole que su nivel de azúcar estaba demasiado bajo. Al estar sentado, realmente no lo había sentido. Félix y la mayor se miraron, el omega no dudó en darle un poco de jugo de naranja. Christopher lo detestaba, más sin embargo era un buen resuelve.
Tomó un poco de este y suspiro, algunas veces le resultaba demasiado estresante y frustrante, lo cual era normal.
—¿Mejor?— preguntó Félix, poniendo su plato de comida frente a el. Chris negó, suspirando.
—Varios minutos más.— ambos omegas asintieron y comenzaron a comer en silencio.
Christopher recordaba cuando recién había sido diagnosticado, aquellos días habían sido el mismo infierno. Solía despertarse a las ocho de la mañana para desayunar, pues su madre no tenía mucho conocimiento sobre la enfermedad y el tampoco, así que está creía que si no desayunaba temprano, tendría pequeños bajones de azúcar o su diabetes se descontrolaría.
Christopher soltó una suave risa recordando aquello, habían sido días difíciles, más sin embargo ahora estaba mejor.
Luego de varios minutos, todos terminaron de comer y Chris se sentía mucho mejor, por lo que aún estando sentado, hizo el cálculo de cuanta insulina necesitaba y lo colocó en su pequeño aparato, recibiendo la insulina al instante.
Christopher lavo los platos y se despidió de su madre, llevándose a su hiperactivo hermano consigo.
Ambos iban a la misma escuela, a excepción de que Christopher iba en último año y Félix en segundo año.
Suspiro al ver como su hermano saltaba mientras caminaba, Christopher estaba acostumbrado a ello, más sin embargo algunas veces el menor le drenaba sus energías.
—¿Félix, tomaste tu medicina hoy?— preguntó el alfa, aunque ya sabía la respuesta.
—Bueno...
—¡Félix! ¡Debías tomártela!— gruñó el mayor, pasando sus manos por su rostro, realmente frustrado.
—Es que, mis amigos dicen que es mejor cuando no las tomo. — dijo el omega, pateando una piedra que encontró en el camino.
—¡Esos imbeciles solo se están burlando de ti, Félix!— soltó, bastante enojado. Su lobo emanando feromonas cargadas de enojo y frustración. Respiro profundo, calmándose. —Solo... solo no dejes de tomarlas, vale? Que se vayan a la mierda tus amigos.— el omega asintió, un poco cohibido por aquel olor agrio que emanaba su hermano.
Luego de varios minutos de caminar en silencio, ambos llegaron al lugar, se dieron una última mirada y se fueron de allí. Félix tomaba sus clases normales, más sin embargo, también iba a una clase especial la cual era específicamente para personas como el.
Christopher entró al lugar, suspirando. Mordió su labio inferior, ignorando la mirada de los demás alumnos.
El alfa solía hacer ejercicio, le gustaban los deportes y ejercitarse, tal vez por ello estaba en el equipo de football americano. También le hacía bien a su diabetes.
Mordió su labio inferior, yendo a su casillero y sacando de allí las cosas necesarias para su primera clase del día.
Comenzó a caminar hacia el aula, ignorando a las omegas que le hacían guiños y le hacían señas para que el alfa las llamara luego.
Varias personas sabían que era diabético, dado a que en uno de sus partidos terminó quitando su camiseta dado a la emoción, mostrando así su abdomen con pequeños moretones y aquellos aparatos conectados a el. Algunos les resultaba asqueroso, mientras que a otros les causó curiosidad.
A Christopher le daba igual, no era su culpa tener aquella condición.
Mientras caminaba, su lobo comenzó a removerse en su interior, inquieto. Christopher gruñó cuando un olor demasiado dulce inundo sus fosas nasales, joder, si que era dulce.
Se sobresaltó bastante cuando su celular comenzó a sonar, esté avisándole que su azúcar estaba comenzando a subir rápidamente.
¿Pero que mierda?
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Hola, espero y estén bien. Hice esta historia ya que creí que sería una buena idea jsjs. De todos modos, espero y sea de su agrado. Trate de explicar todo lo mejor que pude, quiero que sepan que nada se asemeja a la realidad. Espero y la disfruten, y lo más seguro esta semana actualizaré las demás historias. 💗 tengan un buen día.
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Sweet love (ChanIn / JeongChan SKZ) PAUSADA*
Storie d'amoreEn donde Christopher es un alfa diabético y JeongIn es un omega con un fuerte olor a dulce. -Omegaverse, Fluff, angst, intento de comedia, m-preg(? -Chan ;; top / JeongIn ;; Bttm -Habrán más parejas secundarias. -Nada de esto se asemeja a la real...