-|Capitulo SIETE|-

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- Tengo Cáncer -

- Oh... - El comedor se quedó en silencio durante unos minutos.

- Voy a mí cuarto - dije arrimando mí silla y llendo hacía las escaleras.

- Espera - dijo mí Mamá pero después siendo interrumpida por mí Papá.

- Déjalo tiene que procesarlo -

Cuándo llegué a mí cuarto solo me acosté boca arriba en el tapete qué tenía, ni siquiera llegué a mí cama, solo quería recostarme y cerrar por un momento mis ojos, estaba tan cansado qué no quería pensar, ni hacer nada, me siento devastado.

Solo pensaba "¿porqué cuando te pasa algo feo viene algo aún peor? O ¿Porqué la gente buena tiene que tener tan mala suerte qué le pasan cosas horribles y a las que son malas les pasan cosas buenas? No entiendo el mundo"

***
Martes

Desperté cómo cualquier día, pero está vez no sentía nada, parecía que mí cuerpo estaba zombie, solo sabía que tenía que ir a la escuela y hacer mí rutina normal, solo que estaba..., No sé que siento la verdad.

Salí de mi casa un poco más temprano de lo normal y revisé que mis padres no estén despiertos y salí lo más silencioso que podía.

Erá temprano así que decidí tomar mí tiempo y tratar de pensar un poco lo que pasó.

Ése día no apareció Sofía, ni un rastro de ella.

Llegué a la escuela, me la pasé con Carla, no hablamos cómo antes, platicamos un rato, no le dije lo que pasaba, aunque lo necesitaba.

Llegó el recreo, me sentía tan desanimado, que no quería sacarle la diversión a los demás, decidí no ir a la cafetería, fuí a comprar mí comida discretamente y luego me senté en las escaleras, sólo trataba de dar un momento a las cosas, son tantas emociones que no quiero que los demás pierdan felicidad por algo mío.

Estaba tranquilo y pensando derrepente.

- ¿Aarón te podemos acompañar? - escuché, levantó mí mirada y estaban todos, los 4.

- Sí - lo dije limpiando la lágrima qué caía por mí mejilla.

- ¿Qué pasa, porque no fuiste a la cafetería? - me preguntó Armando.

- Nada, no quiero arruinarles el día - le dije.

- No lo vas a arruinar, somos tus amigos - Dijo Carolina.

- Solo no quiero hablar de eso - le dije.

- Cualquier cosa nos puedes decir - me dijo Carla y puse mí cabeza en su hombro.

Pasó el día y me fuí caminando hacía mí casa, cuando llegué era extraño, porque estaba mí Mamá, no era una hora común para verla en la casa.

- ¿Te pasó algo ma, qué haces aquí? - le pregunté muy preocupado.

- No me pasó nada sólo que.... Renuncié de mi trabajo, me sentía cansada y la presión no me ayudaba, aparte ya va empezar la quimio y me voy a sentir aún peor - me dijo sentada en el comedor.

- Tranquila ma, saldremos de ésta - le dije abrazándola y dándole un beso en la cabeza.

Decidí que no quería ir a entrenar hoy, me tomé el día para pensar, mis emociones no me ayudaban en nada, no sabía cómo ayudar a mí Mamá y me sentía triste por ella, pero por otro lado, me sentía enojado por Pablo.

Estaba escuchando música, cuando llegó mí Mamá y tocó la puerta.

- Aarón te vinieron a ver - me dijo.

¿Me pregunto quién sería?, Porqué alguien me visitaría, a lo mejor es Carla que viene a platicar o algo.

Bajo las escaleras y de frente veo quién está en la puerta, lamentablemente era al que no quería ni ver, ¿Qué es lo que quiere, disculparse o sentir que le faltó palabras?.

Voy a la puerta y lo veo a los ojos, decidí mejor que no, porque me distraigo.

- Hola ¿Qué pasó Pablo? - le dije.

- Hola, quisiera hablar contigo - me dijo.

- ¿De qué, ya me has dicho todo no, o te faltó? - le pregunté.

- No, no, solo me preguntaba una cosa, ¿Podemos salir un momento y te cuento?- me dijo.

Lo pensé mucho, podía salir lastimado más y no sé si arriesgarme o dejarlo cómo está, bueno ¿que podía salir mal?.

- Está bien solo un momento - le dije.

Caminamos hacia un parque que estaba cerca de mí casa y nos sentamos en una banca, el recorrido fue muy silencioso.

Cuándo nos sentamos, me sentía muy incómodo, podría irme, pero quería saber que era lo que quería decir.

- Mira, tengo... Una duda - me dijo.

- ¿Qué duda? - le pregunté.

- Hoy, cuando no fuiste a la cafetería y estabas llorando -

- ajá ¿qué pasá? - le pregunté.

- ¿Fue por mí...? La verdad sí es por lo que te dije, quiero que eso igual lo olvides, no quise decirte con esas palabras lo que pasaba, solo quiero qué estemos bien tu y yo, cómo amigos - me dijo y me agarró de la mano, cuando yo de inmediato la quité.

- Eres un... Puto egocéntrico, que solo piensa en sí mismo, no, la verdad no quiero ser tú amigo, prefiero ser tu conocido, que volver a ser tu amigo - le dije furioso, luego me levanté y me dirigí, otra vez para mí casa, pero me detuvo.

- A ver y porque tanto llanto hoy, sí no es por lo qué pasó - me dijo.

- Mí Mamá tiene cáncer imbécil - le dije.

El se paró un momento y luego reaccionó.

- Oh... Quiero pedirte una disculpa por lo qué acaba de pasar - me dijo y le respondí con el dedo del medio mientras me dirigía a la casa.

Tal vez durante el camino pude lagrimear un poco, me sentía aún peor de lo que estaba, sentía una presión en el corazón que no era sentimental.

Llegué y me senté en el sillón de la sala y me puse mirando hacía el techo, puse música en el estéreo que había y me recosté y poco a poco se oscureció hasta que me dormí.

El Mejor Secreto (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora