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Sasuke no se había equivocado, su primer celo llegó tres días después de su raro encuentro a las afueras del lugar donde su consulta de subgénero se llevó a cabo.
Ahora su aroma era más fuerte, más llamativo. Era el aroma de un Omega recién presentado, su olor dejaba en evidencia el hecho de que su cuerpo estaba más que listo para recibir un Alfa.
Todo el equipo siete, a excepción de Kakashi se encontraba presente en un de los campos de entrenamiento.
Sasuke no perdió tiempo; aunque apenas tuviese doce años, quería tomar ya a Naruto. Por eso hoy se puso de rodillas por quinta vez en la semana, pidiendo amablemente al rubio que acepte su cortejo.
─Acepta ser mí Omega y tengamos muchas crías. ─ dicho esto, le ofreció un girasol a su futura pareja y con algo de pena tomó la pequeña mano del Uzumaki, creyendo que este lo aceptaría como pareja de una vez por todas.
Como era de esperarse, lo único que recibió fue un rotundo rechazo por parte del contrario quien deshaciéndose del agarre alrededor de su mano corrió a refugiarse detrás de Sakura, cosa que hartó a Sasuke.
Molesto, el Uchiha se encaminó hacia ellos; Sakura se salió de enmedio, aunque ella también fuera una Alfa, Sasuke lograba intimidarla. El pelinegro tomó al rubio del brazo y lo acercó a él. ─ ¡Ya me estas hartando usuratonkachi!, te doy flores; no las recibes, te doy chocolates; los tiras a la basura, te doy ramen; lo tomas y al día siguiente me ignoras. Si sigues así yo voy a ...
─ ¿Vas a que? ¿A resignarte con este tonto cortejo y dejarme en paz para vivir mi romance adolescente con Sakura-chan? ─ el Uzumaki encaró al Alfa, llevaba una semana ENTERA rechazándolo, pero este seguía encaprichado con eso de ser pareja
─ ¡No!, ¡Voy a tomarte a la fuerza si continuas negándome! ─rodeó su cintura con fuerza y metió la cara en el hueco entre el hombro y el cuello del Omega
Naruto chilló asustado, una de sus manos fue a parar en el rostro del Alfa queriendo apartarlo. ─ ¡No me jodas Sasuke-teme!, ¡En este cuello sólo irá la marca de Sakura-chan! su puño se estrelló sobre la mejilla del pelinegro, el golpe fue lo suficientemente fuerte como para que la cabeza del Uchiha diera un giro de noventa grados, pero no lo lo suficientemente fuerte como para que este soltase su cintura.
El lugar quedó en silencio, Sakura tenía sus manos sobre su boca, asustada por la reacción que tendría Sasuke.
Sasuke cerró los ojos, volteando lentamente su cabeza hacia Naruto, y sonrió.
El Alfa no podría mostrar una sonrisa más grande que esa, sonrisa en la cual sacó a relucir sus colmillos. La pelirrosa se asustó; un Alfa solo muestra así sus dientes cuando tiene la intención de clavarlos sobre un Omega.
La mujer se acercó a ellos, dispuesta a intervenir, pero la mirada que le dedicó el pelinegro la dejó paralizada. Era una mirada llena de odio, de advertencia para que no se acercara y de posesividad para dejarle en claro que no la deseaba cerca del rubio.
