Z Zone

Momo Youorozu

—Estoy en problemas— murmuro Ochako de manera agitada, su ropa ya se encontraba sucia y algunas marcas de batalla adornaban su rostro, tenía que esconderse, nunca pensó que la situación se hubiese salido tanto de control.

—Auxilio.

Un grito de ayuda la alertó casi de inmediato para encontrarse con el rostro de una peli plata lleno de temor.

Sin pensarlo corrió en su dirección y con un tubo golpeó al primer muerto viviente que se encontraba frente a ellas —Vamos.

La chica no lo pensó dos veces saliendo tras la castaña corriendo a toda velocidad.

—Soy Ochako Uraraka— se presentó sin dejar de correr.

—Yo soy Reiko Yanagi— imito a la joven siguiendo su camino.

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Se sentía nerviosa, en el edificio se encontraban varias familias atrincheradas de la misma forma que ellas y fuera de este se encontraba reinando el caos.

Aisu observaba por una pequeña rendija entre las tablas que colocaron en una de las ventanas —Esto se está poniendo más peligroso a cada momento.

—Será difícil para Izuku-kun llegar aquí— Melissa se encontraba en el sofá abrazando sus rodillas, se preguntaba qué sucedería ahora.

—En caso de que no vuelva...— Tsuyu se llevó las manos al pecho —Tendremos que irnos.

—Lo se... la comida no nos alcanzará para más de una semana.

—Habra que buscar la manera de racionarla y hacer que nos dure lo más posible, por ahora qué hay agua corriente habrá que almacenarla en recipientes.

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—Ya está listo— murmuró por lo bajo Iida.

Midoriya suspiró frustrado —Todoroki— le llamó a su amigo y este junto a él movieron con delicadeza los cuerpos a la tumba que acababan de clavar en el jardín.

Una vez dispuestos los cuerpos Bakugo observó atento por unos momentos —Podrian— No tuvo que decir más, la mano de Todoroki en su hombro le hizo entender que comprendían el mensaje así que los tres jóvenes fueron dentro de la casa.

El rubio tomó la pala y con amargura empezó a enterrar a sus padres. —Sabia que este día llegaría— hablo sin dejar de ejecutar la acción —Pero no de este modo... yo... me hubiera gustado saber si, si estaban orgullosos de mi y me hubiera gustado agradéceles por todo.

Termino de enterrarles y se sentó junto a la tumba. Su mirada estaba perdida en la pared de la casa, había una mancha negra que se hizo cuando ayudó a su padre a meter un nuevo sofá, este venía envuelto y no se percataron que una tabla tenía algo de aceite. «Podríamos pintar la casa» había dicho su madre y recuerda que su padre quedó de comprar la pintura esa semana y el domingo juntos llevarían acabo la tarea. Se giró como un reflejo hacia la cochera y en la entrada vio que allí se encontraban los botes de pintura. Con sus manos arañó el suelo juntando la tierra bajo sus uñas y luego con los puños cerrados dio varios golpes a la pared.

Momo observó al rubio manteniendo la distancia, no pudo evitar acercarse a él lentamente. Se arrodilló quedando frente a frente. —Ellos están orgullosos— afirmó —Su hijo es un héroe, mi héroe— hablo colocando un pequeño ramo de flores que había echo con plantas del jardín.

—Eso ya lo sé— hablo molesto. Se puso de pie y le dio una última mirada a la tumba y las flores encima de esta —Gracias.

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Ya era entrada la madrugada  y ninguno había podido recomponerse del todo, cada uno se encontraba en una habitación intentando apartarse del resto; todos tenían debilidades, preocupaciones y arrepentimientos. Se encontraban hundidos en sus pensamientos sin poder encontrar algún alivio en su corazón, cuando la luz se apago y la cuidad se envolvió en tinieblas un escalofrío les recorrió la espalda haciendo que recobraran la compostura.

—Maldita sea— bufo Bakugo ante la falta de energía mientras que bajaba las escaleras para ir por algunas linternas a la cochera.

—¡Reunamonos en la sala!— alzó la voz Midoriya para ser escuchado por todos sus camaradas.

Momo lanzó un suspiro cuando escuchó aquel anuncio, se encontraba en la bañera intentando borrar de su cuerpo todas las manchas de sangre, se paró con rapidez tomando la bata que atribuyó sería de Bakugo y salió de la pieza envuelta en ella.

—Está pasando— murmuro Tenya mordiéndose las uñas —Maldición, solo un día bastó para que todo se derrumbara en mil pedazos.

—Necesitamos idear un plan—Todoroki se dejó caer en el sofá con las manos en la cabeza.

—Tengo que salir de aquí— la tenue voz del peli verde se iba distorsionando al pensar lo que podría suceder en esos momentos a las personas que amaba.

Bakugo encendió las velas de la mesa de centro para luego entregar una linterna a cada uno de amigos  —Mierda, necesitamos actuar ahora.

Yaoyorozu observó el fuego de las velas y se condujo por la sala con cuidado hasta llegar a la ventana, colocó sus manos sobre el cristal y lanzó un suspiro —La camioneta...— cuando habló los cuatro voltearon a verla de inmediato —Solo caben cinco personas en la camioneta... quizá seis si nos ajustamos pero con todas las armas eso sería imposible. Midoriya-san, al ir a tu casa ¿Cuantas personas esperamos encontrar?

—Dos personas... quizá tres si mi novia pudo llegar al departamento..

—¿Tres?— cuestionó Shoto observando a su amigo.

—Melissa se mudó con nosotros, mi tío... su padre falleció, ella no quizo que te contara.

—No es momento para eso— Bakugo hablo mientras se arrodillaba frente a la mesa de centro para tomar una hoja y trazar sobre ella un mapa. —Ella tiene razón.

Esta vez todos los ojos se posaban en el rubio.

—Mi Plan era que los cuatro fuéramos a nuestras casas, esperaba que en casa del mitad mitad hubiese armas y dado las tácticas de guerra se debe de poner el bien mayor por delante.

—Esperabas que me abandonaran— murmuro con una mirada burlona.

Bakugo asintió un par de veces —Tambien esperaba que hubiera armas por si eso no lo escuchaste, en cuanto a los padres de Iida pensé que si estarían en casa junto a su hermano... esperaba que pudiéramos movilizarnos en dos grupos para venir a mi casa y...— lanzó un suspiro y dio un pequeño golpe sobre la mesa con el bolígrafo —Esperaba que pudiera formarse otro grupo y después ir por la madre de Deku y la cara de sapo sin ningún inconveniente.

—Era un buen plan. Muy considerado — Momo sonrió un poco —Lamento haber sido parte de que se estropeara.

—Yaoyorozu-san— le llamó el peli verde —Si te encontramos y tuvimos la oportunidad de salvarte tengo la fe de que es por alguna razón.

—Nosotros no nos detendríamos a rescatar personas— hablo Tenya —Lo discutimos en cuanto estuvimos juntos, nos preocuparíamos por nosotros y nuestras familias.

—Te conocemos—Afirmó Todoroki —Te rescatamos a nuestra conveniencia— confesó.

—¿Por que soy del clan Yaoyorozu?

—No, es porque eres Momo Yaoyorozu, la chica más joven de Japón que se encontraba estudiando un doctorado en virología. Eres una genio... y necesitamos alguien que nos dé esperanzas de terminar con esto— explicó el bicolor.

—Como en las películas— Bakugo sonrió de forma maliciosa  —Eres algo así como «La mayor esperanza de Japón» y eres nuestra.
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O si o si o si actualice :3 en fin la pequeña Momo tiene grandes responsabilidades y es el paquete más importante para salvaguardar, kha stara pasanda ahora, no lo c 🤣