Domingo por la noche.
Hanji leía el borrador que Armin le había entregado el viernes antes de salir, sentada cómodamente en el sillón, mientras Levi por algún motivo se encontraba limpiando el librero y bajando varios libros que metía en una mochila, la castaña lo miro de reojo.
- Oye Levi... Mikasa dijo que era tu prima y que tú eres mitad demonio, tu árbol genealógico es algo... interesante ¿verdad? Pregunto Hanji mientras lo miraba con curiosidad.
En cambio Levi detuvo su actividad y la miro con ojos que si fueran puñales ya la abrían matado.
- Ese no es tu puto asunto 4 ojos, no te metas en cosas que no entiendes.
Hanji se levantó y camino hasta quedar frente a Levi y sin temor puso su dedo índice sobre el ceño fruncido de este presionando un poco. – Eso es tan injusto, tú sabes todo de mí pero yo no sé nada de ti, te quedas en mi departamento y empiezas a trastornar mi vida esperando que muera pronto, Levi si vamos a convivir espero que al menos pongas algo de tu parte.
Levi simplemente no podía creer el comportamiento de esta humana, él había juzgado a cientos o quizás miles de humanos y todos ellos habían sentido temor al verlo, habían suplicado por sus almas, lo que escuchaba de sus bocas siempre habían sido suplicas, rezos y llantos. Habían sido juzgados y enviados al cielo o al infierno, mayormente al infierno debido a la exagerada dureza en sus juicios... pero ahora estaba esta humana aquí parada sin mayor temor a pesar de saber que esta con un pie en el fuego, tocando su rostro con descaro y haciendo preguntas impertinentes, sonriendo como si nada pasara.
Una vena comenzaba a notarse en la frente de Levi, mientras Hanji seguía presionando su ceño fruncido, bien era el colmo. En ese momento el semi angel tomo fuertemente la mano con la cual Hanji tocaba su rostro y la obligo a girarse haciéndole una llave inclinándola sobre el sillón y presionando con suficiente fuerza para causar dolor.
Hanji se quejó y retorció sin poder soltarse del agarre - ¡¡Pero qué haces!!, me lastimas.
Levi solo mantuvo firme su mano mientras hablaba. - Escucha bien Zoe ya me estas colmando la paciencia, te niegas a morir, me haces preguntas inapropiadas, te expones a peligros innecesarios como en el parque, te dejas seducir por una demonio, no me muestras respeto alguno y nada de eso parece importarte, ¡¡¡BIEN!!! Si quieres saber, sí; soy mitad demonio y muchas reglas del cielo no aplican para mí, podría matarte ahora mismo y mandarte al infierno terminando con mi problema pero para infinita suerte tuya me gusta hacer las cosas correctamente así que no me hagas cambiar de opinión.
Hanji solo asintió - Está bien, está bien, no tienes que ponerte tan rudo.
Mientras escuchaba las palabras de la castaña la vista de Levi se deslizo del brazo sujeto a través de la espalda hasta la cadera de la mujer notando por fin la posición en que la tenía, sus pupilas se dilataron y algo dentro de su muy centrado sentido común se removió, algo llamado deseo; el cual ya se había agitado desde horas atrás en la habitación.
- Haaa Levi ya te dije que no seguiré "molestando" ¿me sueltas? Me duele el brazo. Decía la castaña aun tratando de librarse de la mano del pelinegro.
Levi soltó a Hanji y se dio media vuelta sin decir más, Hanji se levantó masajeando su brazo mirándolo extrañada por su silencio repentino.
--o-- Más tarde –o--
El sonido de la regadera era claro tal vez demasiado nítido para los oídos de Levi que se encontraba sentado en la sala, la imagen de Hanji cubriéndose con la sabana regreso a su mente, y sus pupilas se dilataron una vez más. - ¡¡No!!, en que estás pensando... hace mucho que no toco a una mujer, ¡¡NO!!... acorde nunca dejar que las tentaciones de mi parte demonio se dejaran ver otra vez. El deseo carnal es solo la perdición de los humanos y la diversión de los demonios, todo es culpa de esa mocosa que vino a tentar a la cuatro ojos.
En esas ideas divagaba su mente cuando de reojo vio pasar a Hanji envuelta en la toalla rumbo a su habitación, sus largas piernas se dibujaban bajo la mullida tela hasta perderse detrás de la puerta al cerrarse.
--o--
Ya entrada la noche Hanji dormía tranquilamente sin notar la presencia de Levi que se encontraba parado junto a su cama, la mano del pelinegro tomo la sabana que la cubría y la deslizo con suavidad retirándola, dejando ver su cuerpo esta vez cubierto solo por una camiseta de tirantes y un panty, ambas en tono rosa muy suave.
Levi la miro mientras el esbelto cuerpo se dibujaba en sus ojos cuyo semblante no era ya el de un ser divino si no el de uno que empezaba a dejarse llevar por un deseo más terrenal, sintiendo que su pantalón empezaba a apretar en el área de la entre pierna se retiró de la habitación tratando de buscar algo en su mente que alejara aquellos deseos.
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Gracias por leer, se aceptan comentarios.
(n_n)/° nos leemos pronto.
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Era solo un pasatiempo.
FantasyHa Hanji le gusta experimentar con cosas que no debe, ¿Qué es lo peor que puede pasar? Son solo un par de conjuros oscuros, no pasara nada malo... ¿Qué? ¿Qué algo que parece un "ángel" con cara de pocos amigos ha venido para juzgar su alma?... bueno...