Mi olor en ti

Capitulo 4

Otros 10 años habla vuelto a pasar en un abrir y cerrar de ojos, ya Testuya era todo un adulto echo y derecho comandante general del escuadrón Hosky encargado de las expediciones en las nuevas tierras y futuro heredero de los Akashi. Dejo de ser hijo único para convertirse en el hermano mayor de dos gemelos ambos alfa que lo celaban a cada rato.
Entre las expediciones y el tiempo que pasaba con su familia le hacia extrañar cada vez más a Nash que tenia mucho tiempo sin verlo, para ser precisos tenia ya un años que lo había dejado de ver por culpa de su abuelo que lo obligo alejarse de él para terminar de cumplir una importante expedición en el sur. Le guardo rencor a su abuelo por haberlo separado de Nash pero no le daría el gusto mucho tiempo por eso aprovecho estar cerca del territorio de su amado para llegar a caballo. 

-Díganle al rey Nash que el príncipe Akashi esta aquí-le ordeno a uno de los guardias al bajar de su caballo.

Ya todos lo conocían en aquel palacio por lo que pudo entrar hasta la sala donde se sentó a esperar al rey, rato después lo escucho maldecir por haberlo interrumpido de su sueño y que mas vale que tenia que ser importante para que Akashi lo despertara.
Testuya estuvo a punto de reírse al notar que lo confundía con su padre, cuando Nash estuvo en frente de él fue abrazado con fuerza y levantado del suelo. 

-Mi amor-le susurro Nash en su oído-. ¿Porque no avisaste que vendrías?-lo sujeto de la cara con ambas manos mientras le daba un casto beso. 

Cuando Testuya cumplió los 15 años se le había declarado a Nash con el temor de ser rechazado por el gran rey mestizo y por temor a que solo lo viera como un hermano menor, grande fue su sorpresa cuando este lo abrazo con fuerza diciéndole que tiene desde su nacimiento esperando por este momento. 

-Aproveche estar cercas de tu territorio para venir a visitarte-lo volvió abrazar soltando más feromonas. 

Nash gruño con excitación al ser provocado por su pareja. 

-¿Estas a punto de entrar en celo, no?-lo pego mucho más a él para que sintiera su erección en su estomago. 

Testuya gimió por la notable erección de su pareja.

-Por eso vine-lo miro a los ojos llenos de deseo-. ¿A poco crees que vine porque te extrañaba? 

Nash sonrió con arrogancia al ver el papel que estaba tomando su amado, con una mano lo sujeto del cuello para que no escapara del beso que se estaba tornando mas salvaje. Al separarse solo un hilo de saliva los unía, Testuya jadeaba en busca de oxigeno tenia las mejillas rojas al igual que Nash.

-No me importa ser la puta de mi príncipe-contesto lambiendo el cuello de su amado y dando leves mordías-. Siempre y cuando sea yo el único que lo pueda penetrar. 

Con ambas manos sujeto los glúteos de su pareja y comenzó a simular embestidas, Testuya subió una pierna a la cadera de Nash para que ambas erecciones se sintieran provocando un enrome gemido por parte de ambos. Una corriente eléctrica atravesaba a ambos que soltaban feromonas por toda la sala, el olor vainilla y limón excitaba a la pareja que ya buscaban por aparearse. 

-¿Que quiere mi príncipe?-la voz gruesa de Nash excitaba mucho más a Testuya que ya dejo ver sus orejas y cola canina.

-Follame-ordeno. 

Nash lo cargo sin esfuerzo alguno, subió hasta su habitación donde soto la puerta y le puso seguro para que nadie los molestara.
No era la primera vez que lo hacia con su amado pero siempre se sentía como si fuera la primera vez, sin delicadeza lo aventó a la cama y con sus garras le arranco la ropa sin dañar su suave piel. Testuya había mostrado igual sus garras rasguñando la ropa de su amado sin importar si era de la seda más fina, arañaba su espalda en señal de placer mientras que Nash se posicionaba entre sus piernas simulando embestidas y gimiendo cercas de su oído.