La Princesa De Akatsuki.

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Tres años pasaron desde la muerte del cuarto Hokage. La tensión en las aldeas sentía en el aire, pues la confianza entre los camaradas estaba dispersa.

Sarutobi Hiruzen, el ahora renombrado Hokage; buscaba una forma factible de poder reafirmar la paz, no sólo en la aldea, sino también en las demás naciones; para lo cual no había mejor momento que el cumpleaños número tres de la primogénita de uno de los clanes más poderosos y prestigiosos de la hoja, el clan Hyuga.

...

Después de hablar y planear el evento con la cabeza del clan, llegaron a un acuerdo que favorecía a ambas partes.

Se abriría la celebración de la heredera como si fuese un evento social, con la finalidad de hacer participe a las personas más influyentes de la aldea y sus respectivas aldeas aliadas; a cambio de exhibir a la pequeña como si fuese un objeto, los territorios de clan Hyuga se expandirian considerablemente al grado de que ambas ramas fueran poseedoras de unas enormes fincas en puntos opuestos de la aldea.

El Hokage sabía que eso podría acarrear problemas con el clan Uchiha, ya que era igual de importantes, pero aquello sería una historia para futuro; por ahora su prioridad era usar a la pequeña como una distracción para apasiguar las fricciones.

...

El día llegó, la aldea estaba rebosando de vida, pues aquel evento era sumamente curioso para los aldeanos, ya que el clan Hyuga era bien conocido por su extrema discreción, además de ser extremadamente reservados.

Todo iba de maravilla, aunque la pequeña con un rostro intranquilo esperaba el gran momento acompañada de sus padres.

La menor vestía un kimono de seda fina, color blanco con decoraciones lilas y algunos bordados dorados, también usaba una hermosa cita dorada que adornaba su cabello, haciéndola lucir como una angelical princesa.

...

Después de un rato la fiesta por fin empezó y los invitados comenzaron a llenar aquellos terrenos con suma facilidad, pues eran más personas de las que el Hokage había indicado.

Aunque la pequeña estaba aterrada, mantenía la calma lo mejor que podía, agradeciendo con educación el más mínimo gesto de amabilidad hecho por las personas; Hasta que un hombre se acercó a ella y con maldad beso su mano, haciendo que la heredera perdiera la postura.

-¿Oh, te he asustado? -cuestionó el hombre.

El patriarca aclaró su garganta con molestia y de inmediato hizo a la pequeña retomar su lugar, mientras ignoraba deliberadamente como es que el cuerpo de su hija temblaba.

-Feliz cumpleaños futura heredera.
-G-Gracias...p-por su p-presencia. -contestó vacilante.

El hombre sonrió de forma perversa y se alejo de la menor, no sin antes dejar un aire de malicia ante ella.

...

La noche cayó.

La pequeña estaba agotada y mientras su madre la mimaba, ella se dio el gusto de relajarse completamente.

-Hiciste un gran trabajo, bebé.
-Gracias mami...¿mañana podremos visitar a mi tío Hizashi?
-¿mmm? ¿Quieres verlo?
-Sí, ya que hoy no pude ver a nadie de la familia.
-Esta bien, le diré a tu padre y mañana prepararé algo realmente delicioso para celebrar.
-¿de verdad? -pregunto con ternura la pequeña.
-Así es Hinata, apenas se vayan los invitados, entre familia celebraremos tu día, porque tú eres nuestra calidad luz.
-¡muchas gracias mami!

La nívea se arrojó a su progenitora y está con amor se abrazo a ella.
No era de extrañar que frente a su madre la pequeña actuará completamente diferente, pues sólo a su lado podía ser ella misma.

Hinata HaremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora