rosas 𖤐 yutae .

flores artificiales.

Yuta siguió a Taeyong hasta el interior de la casa, el mayor no le dirigía ni la mirada, ni una sola palabra, y eso lo enfurecía más pero, a la vez, lo destruía.

—¡Contestame de una vez Lee Taeyong! —el mayor se giró, quedando frente al japonés, unas lágrimas transparentes corrían por sus mejillas.

—Idiota.

Murmuró, Yuta pareció sorprenderse.

—¿Qué?

El coreano se acercó hasta un florero tomando una flor de color rosa, la miro por un instante para dirigir su mirada hasta el menor.

—¿Sabes que significan las flores artificiales? —Nakamoto rodó los ojos.

—No es momento para eso, Taeyong.

—Sirven para expresar perdón —el menor lo miró con confusión—, condolencias, dar las gracias por algo o darle la bienvenida a alguien pero, en tu caso Yuta, ninguna de esas cosas aplica, son tan falsas como tú aunque se vean reales.

El mayor dejó caer la flor al suelo, mirando nuevamente al menor quien lo miraba con sorpresa.

—¿A qué te refieres con que soy falso? —frunció el ceño ante tales acusasiones.

—¡No te hagas la víctima, maldición! —le grito haciendo puños sus manos—, me engañaste Yuta, y puedo asegurar que no fue con la misma persona, me siento usado, ¡Como un estúpido! —el cuerpo del japonés se paralizó—, esperaba por tí noche tras noche —el mayor bajó su mirada, había intentado no romper en llanto pero le fue imposible—, mientras que tú estabas con alguien más, eres despreciable.

—Taeyong, yo...

—No, Taeyong nada, no quiero escucharte Yuta, así que hazme un favor y dejame en paz.

El mayor salió rápidamente de aquel lugar, un chico de cabellos blancos lo esperaba fuera.

—¿Todo bien? —el mayor asintió limpiandose las lagrimas.

—Vamonos Lucas.