-Ya suéltame.
-Bien, te has agarrado a ostias con una mujer en el recibidor. ¿Que debería d hacer yo?
-Irte despidiendo de mí.
-¿Por qué?
-Por que no hiciste nada, pero literalmente nada para que esa zorra no te bese. ¿Es que acaso eres tonto? No lo creo, tu deseabas ese beso ¿Verdad?
-Pero que dices, coño ____, ¿Piensas eso de mí?
-Que te valga verga.
-Verga es la que me vas a chupar.
-¿Cómo? –Obviamente que asi sería, pero mencionar eso en plena discusión no era muy positivo para Conway.–
-¿He dicho alguna mentira?
-Vete a la mierda. Anda suéltame o llevame a la celda o donde mierda sea.
-¿Has preparado esto para mí? –Decia mirando la lonchera, la abrió y notó que habías formado un corazón con la carne, era muy bella la decoración.–
-Y justamente es hora de almorzar. ¿Compartimos, muñeca?
-Qué te jodan.
Conway se acercó hacia tu asiento, te ofreció la cuchara con patatas y arroz, volteaste tu cabeza en señal de rechazo.
-Con que así vamos a jugar.
Mantenidas la vista puesta en el suelo, aquel se acercó y tomo una botella de vino, tomo un sorbo y se acercó a ti, intento juntar sus labios con los tuyos pero eso seguía sin gustarte.
-Aparta. –Mencionaste sin ganas, tus ojos se cristalizaron mientras mirabas a un lado.–
-...
Aquel se dio cuenta y te desesposo, su intención era abrazarte pero saliste corriendo del lugar mientras limpiabas tus lágrimas, con ambas manos, no te sentías nada bien.
(-)
Conway.
Me había dejado confundido y solo en mi despacho, pero por qué mierda tenían que ser tan complicadas las mujeres.
-Coño.
-¿Pasa algo?
-Tú que crees.
-Vi a ____, salió corriendo, ¿Que le hizo?
-¿Como qué que le hice?
-Es una pregunta, no se enfade. –Menciono Volkov sentándose al frente del superintendente.–
-Es tan difícil, joder.
-¿Tiene que ver con la chica de hace rato? No me diga que... Le puso los cuernos.
-Qué esa loca me ha besado, no tenía ni puta idea además de que ___ iba a venir.
-La ha líado.
-Vete con Horacio a tomar por culo.
-No tiene que ponerse así, Conway.
-...
-¿Oiga y si le da un gesto bonito?
-No.
-...
-Puede ser, hm. Soy un puto genio.
-El de la idea he sido yo.
-Me la suda, consígueme una guitarra.
(-)
Habías llegado a la playa, el atardecer ya estaba por suceder, habías llorado bastante, tus ojos se notaban rojos e hinchados, un dolor de cabeza azotaba pero solo te quedaste ahí mirando el atardecer, recostada a la orilla, era tranquilo.
-Eres un imbécil. –Susurraste mientras jugaban con la arena con tu dedo índice.–
-_____.
Era el, no querías voltear, te había encontrado, el sabía que este era el lugar que al que vendrías. De pronto se escucho una guitarra, la melodía era muy linda y conocida para tus oídos. Aquel empezó a entonar la canción, mientras caminaba hacia ti, tus mejillas se ruborizaron y sentiste como aquel se sentó a tu lado. La melodía lo hacía todo mejor, y su voz... Era muy armoniosa, así ambos se quedaron mirando al atardecer, al finalizar la canción aquel te miró y tú a él, dejo la guitarra a un lado, posó su mano sobre tu cintura, cerraste los ojos al igual que él, un susurro de tu parte hizo al contrario soltar una risa tímida.
-¿Te lavaste la boca?
-Lo antes que pude.
Pasaron dos segundos y sus labios estaban juntos, aquella mano varonil que tanto amabas se posó en tu mejilla mientras la otra mano pegaba tu cuerpo al suyo. Ambas siluetas se notaban de lejos con la tarde de varios colores, naranja, rojo, violeta, negro y azul.
-No tengo pasado ni futuro, solo el presente y mi presente es contigo. –Dijo en un susurro.–
Habían sellado su amor como amantes.
La canción escuchenla hasta el minuto 1:28 escogí esa canción por qué la voz es algo parecida a la de Reborn, y además es de 1980, me encantan los clásicos. Espero hayas disfrutado del capítulo.
