Capítulo 2

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"Sabemos lo que somos, pero no en lo que podemos convertirnos".

William Shakespeare.
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Suelto una risa irónica, y todos posan su mirada sobre mí.

-Entonces, ¿ustedes quieren decir que nosotras fuimos las culpables del asesinato?

-Señorita, nosotros no hemos dicho nada de eso.- dice el policía.

- ¿No?, ¿y qué dijeron?, no soy sorda, dejen de decir babosadas oficial, ¿Quién les asegura a ustedes que no fueron estos dos idiotas que la mataron?

-¿Y quién nos asegura que no fueron ustedes? - dice uno de los policías con una mirada interrogativa.

-Bueno... tal vez porque nosotras no ganamos nada matándola, pero estos dos... quién sabe.

-Señorita, su comportamiento no la ayuda en nada, ahora necesito que nos acompañen.

Nos levantamos y nos dirigimos a la salida del internado.

-Nos las vas a pagar idiota.- Escucho que le murmura Violett a los dos chicos que nos acusaron.

Presente: febrero 20 del 2019

- ¿Cómo olvidarte?, si por tu culpa estoy aquí.- dije seria.

-Sólo piénsalo.- dijo con una sonrisa extraña.

-Ok, me voy.- dije, me fuí al área de almuerzo.

Narra Violett

-Es hora de salir hermosas.- dijo el guardia con una sonrisa.

-No me digas así, ¿Si sabes que puedo castrarte?- dije con una sonrisa arrogante.

-Vamos Vio, no vale la pena.- dijo sophia, empujandome fuera de la celda.

-Señorita,- me llama el guardia, me volteo y lo miro- creo que usted no sabe que eso la hace aún más hermosa.- dijo aún con la estúpida sonrisa.

Este hombre me va a sacar canas verdes, azules y moradas.

Con Sophia fuimos a la cafetería para comer algo, tomamos la bandeja y como de costumbre, nos sirven la comida.

-Hoy vamos a entrenar.- dije tomando asiento al lado de Rachell.

-¿Cómo?- preguntó Kyla.

-No será difícil. - dije con una sonrisa.

-En la cafetería.- dijo Rachell.

-Exacto.- habla Sophia con emoción notoria en su voz.

-Chicas... - dice kyla.

-¿Qué?- preguntamos al unísono.

-¿Qué pasó Kyla?- pregunta Sophia.

-¡Habla!- dice Rachell desesperada.

-Si, si ya.- dice Kyla- Hoy me llamaron y dijeron que tenía visitas- hace una pausa - resulta que era Andrés Minsinetti.

-¿Quién?- dije, sin saber de lo que hablaba.

-¡Qué estúpida!, el que nos delató.- dijo Rachell dándome un zape.

-¡Oye!- dije mientras pasaba mi mano por detrás de la cabeza.

-¿Es hora?- preguntó Sophia.

-Déjenmelo a mi.- dije levantándome de la mesa.

Fuí hasta el bote de basura, dejé mi bandeja y fuí por una "Manzana".

-¿Me puede dar una manzana?- pregunté a la señora que sirve el almuerzo, pero una voz respondió antes o mas bien, una persona.

-No, vete con tus otras amiguitas, risadita.- dijo la "Mole" de la cárcel con tono de burla y despectivo.

-¿Cómo me llamaste?- pregunté, sintiendo la ira correr por mis venas.

-No te interesa, niña bonita.- dijo tomando su bandeja, en un movimiento rápido me agarra la mano y me quita la manzana para luego tirarla en la basura

-¡Qué desperdicio! Esta perra me va a escuchar.- murmuré.

La tomé del hombro y le di un puñetazo en la nariz.

-¡Ay mole!, te metiste con la perra equivocada.- le dije.

En menos de lo que canta un gallo, estaban mis amigas a mi lado, dispuestas a "entrenar", las miro a todas.

-A enseñarles quién manda aquí a estas perras. - dije.

-Esto se va a poner bueno.- dijo sophia saltandole encima a una de las amigas de la Mole.

Le lancé un tenedor a su hombro izquierdo y me dispuse a seguir, me lancé sobre y la tire al piso para seguir golpeándola.

-¡Oh Dios! Como me gusta esto.- dije.

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