Gran Decisión y Amor

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Por si ya me quieren matar...
¡Estoy corriendo lejos ya, babys!

¡No me atraparán viva!

(Aldea de la Arena)

Flashback
El cielo oscuro estrellado cubrió el horizonte sobre el techo en que dos personas, un niño y un adulto, estaban admirando el bello cielo.

-Tío, ¿por qué el techo se pinta de ese color cuando se va el sol?- Preguntó el pequeño tomando la mano del adulto.

-Ese techo se llama cielo, Gaara- Yashamaru sonrió y se puso en cuclillas.

-¿Cielo?

-Así es. No estoy seguro por qué es de ese color. Quizá sea porque donde hay luz, debe haber sombra.

-¿La sombra nos cubre del sol?- La curiosa pregunta del pálido sonó suave pero exaltada- ¡Debe ser muy grande!

-Lo es, ¡Muy grande! ¿Sabías que los cactus también necesitan sombra?

-Pero, ¿por qué los cuidas si son complicados de hacer crecer?

Yashamaru vaciló antes de responder, con una expresión conplicada. Aflojó la mano que tomaba a su pequeño e ingenuo sobrino.

-Todo en este mundo necesita al menos un poco de cuidado. Cuando amas a alguien, por ejemplo, quieres cuidar a esa persona. Si no te quiere a su lado, querrás seguir cuidándola de todos modos.

-Tio, ¿qué significa cuidar?

-Básicamente: proteger, nutrir y servir. Como a los cactus.

El pelirrojo recordó a su tío cuidando tan feliz a sus preciados cactus y saltó emocionado.

-¡Tïo, enséñame a cuidar los cactus!

-Ahora no, podrías pincharte. Cuando crezcas, te enseñaré. Y podrás regalar uno a la linda chica que te guste.

-¡Qué asco!

El adulto rió mientras una fuerte brisa sacudió las ropas de ambas siluetas.

Fin del flashback

"Al final tuvo razón", pensó solemne el pelirrojo vendando su mano derecha llena de cortes. Tomó asiento en cama de la lúgubre habitación y lanzó una cansada expresión a los cactus plantados en macetas regadas por el suelo. La única fuente de luz provenía de una ventanilla a cinco metros del suelo donde se filtra la luz solar y marca el horario de sueño.

De alguna manera, ese desastre le importó poco y no se molestó en acomodar ninguna planta. Realmente la vista llena de color lo animó y sonrió hablando tonterías con los cactus.

-Gaara- Llamó fuera de los barrotes Kankuro.

-Hola, Kankuro, Temari. ¿Cómo están?

Los hermanos libres se aferraron a los barrotes manteniendo la compostura. Si bien ninguno soportaba ver a su hermano encerrado, a menos fuera enviado a alguna misión, les llenó de indignación e impotencia no podían hacer mucho. Nadie ignoraría el menor arrebató vidas inocentes aunque se hubo entregado.

-No nos pasa nada a nosotros- Contestó Temari fingiendo serenidad, forzó una sonrisa.

-¿Quieren uno? Se han mantenido frescos y pronto sus flores se mostrarán.

-Son tuyos. Es un milagro estén en floración. ¿Nada te ha molestado?- Inquirió Kankuro desviando la mirada a la siguiente celda izquierda. Un hombre y una mujer le devolvieron la mirada con cierto desdén.

De Tonto A HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora