capitulo 25 Carolina

63 3 1
                                    

Victoria

Abrí los ojos, confundida de no estar en mí cama. Al instante lo recordé. Mire a mí lado pero Lucíano no estaba.
Me senté y en la mesita había una nota.
Buenos días dormilona!
Baje a comprar algo dulce para desayunar. En un rato vuelvo.
Te amo con el alma.
En verdad te vas a casar conmigo o fue un sueño?
Extrañame.
Lu.

Sonreí al terminar de leer.
En verdad me había propuesto casamiento y le dije que si. Que locura...
Mire mí anillo. No había notado que estaba grabado con nuestras iniciales...Por dentro decia: te amo.

Le saque una foto y le escribí a Sam con la frase: Sorpresa! Querés ser mí madrina? Por Whatsapp

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Le saque una foto y le escribí a Sam con la frase: Sorpresa! Querés ser mí madrina? Por Whatsapp.
Más tarde me respondería, seguramente está durmiendo por la diferencia horaria entre Argentina y Francia.
Me levanté, tomé una ducha y me puse una bata que habían dejado las empleadas del hotel. Siento abrirse la puerta. Luciano entra con varias bolsas colgadas, tenía una cara extraña, como de preocupacion. al verme una sonrisa gigante se le dibujo en el rostro.
- Buenos días mí amor- dice dejando las bolsas sobre la mesa. Se acerca y me da un apasionado beso.
- Buen dia- respondí- anduviste de compras?- dije señalando las bolsas
- ah si- dice- es para vos...
Lo miro confundida. Me indica que las abra y lo hago.
Encuentro ropa, interior y ropa
casual.
- y esto?- preguntó extrañada
- pensé en que no trajiste nada y no ibas a ponerte el mismo vestido de anoche, así que creí conveniente comprarte algo de ropa.
- Gracias Lu!- dije abrazándolo. Aunque lo sentí extraño. Lo mire, él me miró- pasa algo?- le pregunté
- algo? Algo como que?- contesto carraspeando.
- no se, estás raro...
El nego con la cabeza
- no amor, nada que ver. Quizás estoy cansado del viaje y de anoche- dijo en tono picaro- necesito dormir un poco.
Desayunamos?- preguntó abriendo una bolsa de papel y sacando dos cafés de Starbucks y una bolsa de panadería francesa. Yo asenti y nos sentamos a disfrutar de la mañana.
- Que vamos a hacer hoy?- pregunté mordiendo un croissant.
- no sé- dijo el revolviendo el edulcorante de su café- estaba pensando en visitar algunos museos...quizás el Louvre.
Yo asenti emocionada...estaba estudiando historia del arte, era obvio que ese plan me iba a fascinar, el sonrio- sabía que te iba a gustar- dijo. De repente le llega un mensaje. Lo mira y su rostro cambia completamente de nuevo, no sabría decir que era...disgusto?
- pasa algo?- pregunté sutilmente. Tampoco quería entrometerme demasiado.
El nego con la cabeza
- no, nada... Un problemita que surgió ahora pero nada importante...- dijo apagando la pantalla del celular- te vas a cambiar y nos vamos?
- si mí amor- respondí- en 20' estoy
- ok, entonces bajo un momento. Mándame un mje cuando estés si? yo voy al lobby- dijo saliendo apurado.
Todo esto me parecía muy extraño. Algo le pasó y no me lo quería contar. Tarde poco menos de 10 en estar lista. No le avisé nada y baje directamente. El estaba caminando hablando por teléfono con cara de enojo. No pude evitar escuchar
- No Carolina, te dije que no quiero verte... Porque no! No necesito tus explicaciones. Lo que paso quedó en el pasado... No, te prohíbo que vengas hasta acá... Porque no! Cuánto más me querés seguir cagando la vida??
Que me querés explicar? Deja de psicopatearme, no me vas a hacer sentir mal otra vez...- hizo un silencio y suspiro- Esta bien Carolina, una vez. En el restaurant... Si, ese. Hoy a las 20... Chau- dijo con mucha bronca y corto de mala manera
Me acerque despacio hacia el. Cuando me vio se sorprendió.
- Qu--- que haces ac--- acá? No me avisaste que bajabas- balbuceo nervioso.
- me olvide- dije inocente- con quién hablabas? Estás enojado- dije tocando su aún fruncido ceño.
Refrego su cara con ambas manos y suspiro.
- nada mí amor... quilombos, nada mas- dijo y me abrazo muy fuerte como buscando refugio- me prometes que te vas a quedar conmigo siempre? Pregunto mirándome a los ojos.
- si Lucíano, te lo prometo- respondi confundida. Lo veía, no se, tal vez triste, aunque era una expresión que no le había visto nunca.
Mientras recorríamos el museo,mi mente se encontraba en otro lado. Quien era Carolina y porque se iban a encontrar esta noche? Que me estás ocultando Lucíano?

No quisiera QuererteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora