¡ 𝒁 𝑬 𝑹 𝑶 !

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—Oh, estúpida jaqueca —murmuro levantandose del suelo, miro a los lados donde solo reconocía los vasos tirados y dos chicas rubias dormidas con poca ropa

Se detuvo un segundo, mareado, y tomo su ropa para salir rápidamente de la casa. Caminaba sigilosa y rápidamente por el jardín, en calzoncillos grises y poco a poco poniendo su ropa

Una vez fuera, reviso sus bolsillos encontrando su teléfono en uno de ellos. Llamo al primer número que se le pasó por la mente

—¡Bro! —fue lo primero que dijo en cuanto su llamada fue respondida, camino por la acera antes de cruzar la calle rumbo a un Starbucks

—¿Que demonios sucede, Jayden? Estoy ocupado —respondió su amigo por el otro lado. El ruloso río ligeramente

—Cierra la boca, Dymian —empujo la puerta del lugar entrando al establecimiento, se colo en la fila recibiendo algunas quejas —¿Quién demonios está ocupado un domingo por la mañana?

—Es miércoles, y son las tres de la tarde —contradijo su amigo, Jayden frunció el ceño

—Es igual, me entendiste —alcanzo a oír como su mejor amigo bufaba —Un expresso grande, con leche de almendras —murmuro a la cajera, la chica asintió colocando la orden

—Bueno, ¿que es lo que quieres? —hablo Dymian una vez más

—Me preguntaba si podías venir a recogerme en el Starbucks de la avenida Georgia —pago su pedido y se alejo a esperar a ser llamado

—Eso está en el otro lado de la ciudad, ¿que coño haces ahí?—Jayden volvió a reír

—Es una historia divertida, verás... —fue interrumpido por el pitido de su teléfono que indicaba que la llamada había terminado

Guardo su celular de nuevo en el bolsillo al ser llamado, se acercó tomando su bebida y se fue a sentar a una mesa aparte

Ahí se dispuso a jugar un par de boberías hasta que vio llegar el auto de su amigo, salió del lugar apresurado

Al estar frente al auto logro ver cómo su amigo texteaba desde el asiento del piloto, se acercó golpeando el auto y haciendo a Dymian sobresaltar

—Eres un hijo de puta —maldijo el ojiverde, el ruloso carcajeó y subió al convertible

—Buenos días para ti también, Rowland —le lanzó un beso entre más risas

—Un día tendrás que pagarme toda la gasolina que gasto en recogerte después de tus fiestas —el más joven rodó los ojos dándole un sorbo a su café

Hizo una mueca de asco seguida de un par de arcadas

—No vomites en mi auto, idiota —fue lo único que alcanzo a decir Dymian. Encendió el auto y lo puso en marcha

—No has gastado tanta gasolina en mi, siempre vas por un pastel de calabaza a esta hora, solo te desvíe un poco del camino —se encogió de hombros con una sonrisa

—Me haces parecer un adicto —el pecoso entrecerró los ojos confundido

—Es lo que eres —hizo una mueca

—¿Estamos hablando de ti o de mi ahora? no me cambies de tema que no respondiste a lo que te pregunté antes—el pelinegro giro en un semáforo

—Lo iba a hacer pero el señor "estoy ocupado" —hizo comillas con sus dedos en el aire —me colgó la llamada justo cuando comenzaba a decirla

Dymian bufo

—Deja de hacer eso cada vez que hablo, pareces un toro —se quejo el ruloso

—Solo dime qué estupidez cometiste esta vez para que te quitarán el auto

—Mamá se dio cuenta que reprobé mis exámenes y tendré que hacer escuela de verano una vez más —rio nervioso

—¿Cuántas veces has tenido que hacer escuela de verano en lo que va de la preparatoria? ¿Tres veces? —su amigo lo miro mal

—Es la segunda vez, no seas idiota —saco su celular una vez más, esta vez entro a las llamadas que tenía registradas para segura ese de que no había cometido ninguna tontería la noche anterior

—¿Por cuanto tiempo te lo quitaron? —pregunto su amigo

—Podría ser un año —el pecoso siguió revisando las llamadas perdidas que tenía, su mejor amigo giro a verlo sorprendido

—Mierda Jayden, ¿un año? ¿que también vendes drogas y nunca me lo dijiste? —freno en un semáforo antes de entrar al aparcamiento de coches de la universidad

—No vendo drogas, animal —mostró la pantalla de celular, donde doscientas seis llamadas perdidas de su madre aparecían —pero creo que se dieron cuenta de que me escape anoche y eso hará a mamá explotar. No me sorprenderia que en lugar de ser todo el verano sin auto sea todo un año —hizo una mueca, una vez más, y volvió a disponerse a jugar en el celular

—Lo entiendo, con un idiota como tú de hijo incluso yo te dejaría una década sin auto. Bien, espérame aquí —Dymian estaciono el auto —Ire a dejar un par de libros que Lily no ha devuelto y después iremos por mi pastel, no quiero ni un solo rasguño en mi bebé —amenazo rápidamente, tomo del asiento trasero dos libros y salió del auto

Jayden asintió sin prestar mucha atención, siguió jugando por unos minutos hasta que una llamada detuvo su videojuego

—¿Aló? Llama al número de Jayden O'Brien, ¿en qué puedo ayudarle? —hablo con un muy mal acento francés en cuanto descolgó la llamada

—Eres un asco en la imitación —se escucho del otro lado, el ruloso rodó los ojos

—No recuerdo haber preguntado,  ¿que quieres, Chloe? —del otro lado de la línea pareció escucharse el taconeo de su hermana

—Mamá está muy furiosa contigo, estuvo a punto de llamar a la policía dos veces —no la veía, pero Jayden podría apostar a que su hermana caminaba de un lado a otro por su habitación

—Awww, ¿me iba a buscar como a un cachorro desaparecido? Mamá es muy linda al hacer eso

—No, quería que si te encontraban te arrestaran haber si así aprendías una lección —la sonrisa en el rostro de Jayden se borró

—Papá no permitiría eso —se cruzo de brazos dejándose recostar completamente sobre el asiento

—Me gustaría darte la razón, hermanito, pero esta vez creo que estás equivocado. Papá fue quien el dio el celular a mamá para que llamara a la policia —el ruloso chasqueo la lengua

Miro hacia la entrada de la universidad de dónde salía su mejor amigo con unas gafas de sol puestas. Se apresuro a reacomodarse en el asiento antes de que el pudiera verlo

—Ire a casa en cuanto pueda, estoy con Dymian ahora —su hermana se escuchó bufar—¿Que tienen todos hoy con parecer toros?

Colgó la llamada antes de recibir respuesta, río al saber que su hermana querría volver a la llamada para responderle también pero apagó su celular antes de eso

Dymian subió al auto y al instante lo encendió. Comenzó a moverse para salir del estacionamiento

—Mamá quiere que vaya a casa o me tendrás que dar asilo en tu casa—fue lo único que formuló, su mejor amigo volteo a verlo con una sonrisa burlona

—Despues de mi pastel podremos ir a ver cómo pierdes tu dignidad. Ahora dame un segundo que no te puedo tomar en serio con la ropa al revés —seguido de eso comenzó a carcajear burlándose de como se veía su amigo. El ruloso se miro antes de notar que Dymian tenía razón. Se sacó la camiseta y la volteo

—Muy gracioso, animal

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