❛ un reencuentro veraniego ❜ minsung

002: hacer como si nada pasó

Entre miradas incómodas y roces temblorosos, cruzaron con dificultad hacia la realidad, incluso volvieron a hablarse como si nada hubiera pasado durante la comida, y gracias a la costumbre, se sentaron al lado del otro. Prácticamente en el fondo ignoraban su deseo, ese mismo que explotó en escena al ser liberado por un mínimo roce. No obstante, esto no significaba que no pensaban en ello. Al contrario, eso era lo único que rondaba por sus absortas cabezas, ellos querían repetir la escena hasta terminar el acto.

Es por eso que Jisung, dispuesto a dejar de hacerse la cabeza, llevó a Minho lo suficientemente lejos de sus padres para poder hablar, llegando hasta el famoso lago. Después de todo, habían quedado en ir.

El sonido tranquilizante del viento corriendo los rodeaba, llenando de paz el inestable silencio que ambos sembraron. Al estar entre la privacidad que los frondosos árboles les brindaban, Minho interrumpió los pensamientos de Jisung, los cuales se basaban en qué decir para ser el que iniciara la conversación ─aunque claro, eso finalmente no sucedió─. Fue gracias a que el castaño inició a quitarse la ropa que Jisung se guardó sus ideas, llamando de imprevisto su atención. Al parecer sus planes de bañarse en el lago se adelantaron, mas Jisung no entendió esto del todo.

── ¿Qué haces...? ──balbuceó extrañado, mirando al castaño como si fuera un bicho raro. De todas maneras, nunca alejó sus ojos de este. Los mantenía en él porque tenía que comprobar que no hiciera alguna estupidez, obviamente.

Ya teniendo sus pantalones abajo, Minho inició a batallar con la camisa de color cremoso que siempre odió, pero su madre consideraba "apropiada" para presentar ante las visitas. Exasperado, dejó de lado los botones y jaló la prenda hacia arriba por sobre su cabeza, su pelo desordenándose. La mirada atenta de Jisung iniciaba a picar en su piel recién expuesta, por lo que algo incómodo lo miró de regreso, achicando sus ojos, pensando que así el menor quizá apartaría la vista.

── Uh, ¿me preparo para nadar? ──cruzó sus brazos sobre su pecho para cubrir sus pezones que ya se encontraban más que duros. Claramente, el que le excitara que Jisung lo mirara en ropa interior no era lo que ocasionaba aquello... Es que el aire estaba muy fresco. Finalmente, recargó todo su peso en su pierna izquierda y ladeó tanto su cabeza, como su cadera; una posición que pretendía obviar sus acciones. Solamente le faltaba decir "duh" y se convertiría en una mean girl.

«¿Es que no es obvio?» soltó el subconsciente de Jisung ante la respuesta del mayor, provocando que el rubio baje su mirada algo decepcionado. Y ¿decepcionado de qué? Sí... Él tampoco sabía con exactitud. A fin de cuentas no contó que al hacer esto, sus ojos desenfocados pararían justo en el miembro del mayor; ni que sería atrapado en el acto.

Minho frunció el ceño al notarlo. Jisung carraspeó incómodo al salir de su embelesamiento, lanzando su mirada hacia el lago rodeado de aquellos hermosos árboles. Evadió esos pensamientos que le dictaban fuerte y claro que probablemente Minho ahora creía que era un pervertido, dispuesto a imponer la conversión que se suponía que tendrían. Puesto que, por eso estaban ahí, ¿verdad?

¿Verdad?

── No... Mira, yo quería...

Pues, no. El pobre, tembloroso y para nada planeado intento de Jisung no ayudó mucho, y es que Minho pensó que se refería a otra cosa.

── Vamos, dijiste que sí.

Jisung suspiró, suponiendo que podrían tener la famosa conversación después. Por el momento se enfocaría en no caer en los juegos de Minho y terminar con posibles inicios de neumonía. El anochecer llegó, y con él, el frío del campo. Así no podía acompañarlo al lago.