BATWOMAN: Alianza Estratégica

Parte 3. F I N A L

Kate salió hasta la estancia y la puerta se abrió dejando entrar a Alice, quien caminó junto a ella observando los detalles del elegante edificio Wayne, donde Kate tenía sus oficinas inmobiliarias. Después, ambas entraron a la parte de la biblioteca.

—Cuanta elegancia. No cabe duda que nuestro primo se daba la gran vida con toda su fortuna. Has sido muy afortunada en quedarte con sus negocios.

—Creí que no querías saber nada más de mí.

—Pensé mejor las cosas. —Dijo sentándose en un elegante sofá, cruzando las piernas— ¿Qué tal va la vida de millonaria?

—No tengo acceso a la fortuna de Bruce, sólo manejo sus negocios inmobiliarios. Además, el dinero no es importante para mí.

—No creas que te envidio. De hecho, planeaba asaltar el Banco de la ciudad, pero era algo demasiado simple.

— ¿Simple?

—Me interesan cosas más... intensas y emocionantes. Conseguir dinero fácil no es problema para mí.

—¿Cosas emocionantes, cómo matar personas?

Alice subió los pies al sofá y sonrió con malicia. —Torturar y matar. Soy una mente perturbada, ¿lo olvidas?

Kate respiró profundo y se recargó en el escritorio cruzando los brazos sobre el pecho, mirando fijamente a Alice.

—¿Vienes a ayudarme?

—Sí. Pero antes, necesito unos pequeños favores.

—¿Qué clase de favores?

—Primero, quiero que hagas que nuestro padre deje de seguirme.

—No puedo hacer eso, él quiere que pagues por el crimen de su esposa.

—Su esposa mató a Beth, yo la maté a ella. Estamos a mano.

—No juegues más con eso.

—Beth ya no existe. ¿Por qué te niegas a aceptarlo?

—Eso implica que niegues ser mi hermana. Yo soy hermana de Beth, no de Alice. Beth está muerta; por lo tanto, no tengo una hermana. ¿Es eso lo que quieres?

Alice miró fijamente a Kate y se puso de pie, caminando por la biblioteca.

—Bruce, tenía también una personalidad complicada. Era un hombre atormentado por su pasado y que enfrentaba sus propios demonios convirtiéndose en aquello que tanto temía. Salvar a otros lo redimía, porque no podía salvarse a sí mismo.

Kate miraba atenta los movimientos de Alice, quien tras revisar algunos objetos, se detuvo justo frente al collar de perlas de la madre de Bruce, el cual llevaba puesto la noche que fue asesinada y que servía como acceso secreto a la Baticueva. Observó detenidamente la forma en la que su malvada hermana pasaba lentamente su mano por la pirámide de cristal que lo protegía.

—¿Cuál es tu otro requisito? —Preguntó Kate, intentando distraerla.

—Esto no está aquí sólo para adornar este lugar, ¿verdad?

—¿Te refieres al collar?

—Algo tan fino y caro debería estar resguardado en una caja de seguridad y no a la vista de cualquiera.

—Yo no juzgo las excentricidades de Bruce.

—Al menos claro, que sirva para resguardar un secreto, o algo que le hiciera recordar por qué se convirtió en... Batman.

Alice posó la mano sobre la pirámide de cristal que protegía el collar de perlas y miró a su hermana, quien mantenía la vista fija en el objeto. Sonrió al ver su expresión de inquietud al tiempo que movía el objeto.