Alexander

Capítulo 7.

Levanté mi cabeza para verlo y justo en ese momento Xander pego sus labios a los míos, y sin él saberlo, estaba regalándome mi primer beso, todo era un mar de emociones, aquel sentimiento que me había obligado a contener salió desde el fondo de mi estómago, y se sentía como las olas del mar, inundando cada vez mas todo en mí, permitiéndome disfrutar esta primera experiencia.

De pronto, comencé a escuchar mi corazón, como aquella vez, y al instante también me di cuenta que no lograba escuchar nada más, hasta que otro sonido se coló, otro corazón, el corazón de Alexander. Aún no entendía como era capaz de hacer eso.

Fue un beso largo, lindo, lo mejor que había sentido en mi vida. Nos separamos cuando a ambos nos faltó el aire, pero quedamos pegados frente a frente mirándonos a los ojos, no pude evitar sonreír, a lo que Alexander imitó al instante. No pasó mucho tiempo antes de que me tomara de la nuca y volviera acercarme a sus labios, aunque ahora en un beso más corto.

-Xander, yo no puedo hacer esto- Dije retirando su mano de mi nuca y alejándome un poco de él. Por su expresión, pude notar que no era justamente la respuesta que él esperaba y respondió en seguida.

-¿De qué hablas? ¿No puedes hacer que?-

-Esto- Dije señalándonos a ambos- Tener algo contigo, Paola es mi amiga y yo no puedo hacerle algo así-

-Pero yo no quiero a Paola, y eso algo que ella comprende- Dijo interrumpiéndome.

-Ella comprende eso, pero lo que no va a comprender es que yo este teniendo algo o no con el chico que le gusta. Además, el simple hecho de que tú digas que no vas a lastimarme, no quiere decir que así sea, las personas se lastiman unas a otras incluso sin tener la intención-

-Solo una oportunidad- Dijo dándome un beso que solo duro un segundo, porque rápidamente me aparte de él.

-No puedo- Dije tomando mis cosas y levantándome del suelo sin dejar de ver a Alexander, quien tenía una expresión de dolor que me hizo sentir tan mal. Yo era la culpable de ello.

Después de lo que ocurrió con Alexander, fui a casa y me encerré en mi cuarto mientras escuchaba música que me hiciera sentir como la persona miserable que soy.

Me quedé dormida en algún punto de la noche y cuando desperté me sentía terrible, el día anterior no había probado bocado y además, mi conciencia no me dejaba tranquila.

A pesar de que había dormido bien, no había tenido sueños gratos, me la pase soñando con lo que había pasado con Alexander, pero esta vez, las paredes de la sala se caían, y del otro lado estaban mis amigas, Paola llorando desconsolada y las demás mirándome con gesto de enojo.

Aproveché el hecho de que me sentía mal para no ir a la escuela, claro, no sin antes recibir un regaño de mi madre por no haber comido en todo el día anterior.

El caso era que no estaba lista para ver a Alexander y menos para ver a Paola, era mi amiga, y la traicioné, a pesar de saber lo que ella sentía por Xander.

Le mandé mensaje a Denisse para que viniera después de la escuela, aclarando que tenía que hacerlo sola, a lo que contestó que se iba a morir de la intriga antes de salir de clase.

No habían pasado ni cinco minutos de la hora de salida cuando escuche que alguien estaba subiendo las escaleras, y en un instante Denisse abrió la puerta de mi cuarto.

-Cuéntame ya- Dijo sentándose en mi cama.

-¿Versión corta o larga?-

-La que sea, solo dime- Respire hondo antes de hablar.

-Alexander y yo- Di otro respiro para darme valor-Nos besamos ayer-

La cara de sorpresa de Den era algo que recordaría hasta el día de mi muerte. Tenía una expresión de sorpresa cual emoji, la cual cambio para levantarse y ponerse a brincar y gritar.