Amistad a Bordo

Miedo

- ¿Estas segura que no tomaste nada? - le preguntaba Zahid sentado desde el sillón a Cat mientras ella daba vueltas alrededor de la sala - Digo, tal vez era demasiado fuerte y si lo tomaste pero no supiste manejarlo, lo entiendo, a todos nos pasa -

- ¡Puta madre! - grito Cat exasperada -Ya te dije que no, entiende, yo sé lo que ví, se lo que pasó -

- No estoy diciendo que no lo hayas visto, solo que tu mente tal vez jugó contigo -

Los chicos llevaban media hora discutiendo lo que había pasado, en cuanto vieron que las luces se encendieron corrieron ambos al apartamento a revisar pero no había nada. Cada cuarto y escondite estaba vacío, las hojas que Cat había encontrado regadas en la habitación de Sara no estaban así que todo parecía una alucinación que Cat no podía explicar.

- Okay, si lo imagine ¿Cómo explicas que no hay ni un solo dibujo de Sara? - preguntó moviendo los brazos en el aire de forma frenética, Zahid se rasco un poco la barbilla y dijo

- Simplemente decidió llevarse sus dibujos a su casa, no entiendo cual es la sorpresa de eso -

- ¿Y el piso manchado de pintura? -

- Le gusta pintar ¿No? A cualquiera le puede suceder esa clase de accidentes, no es para tanto - respondió Zahid

Cat ya no encontraba de qué otra forma explicarle a Zahid la situación sin quedar como una loca. Tomo a Brisa entre sus brazos y se sentó en el sillón, inclusive ella comenzaba a creer que había tenido alguna especie de alucinación o sueño.

- Mira, mañana entro tarde a trabajar, si quieres puedo quedarme aquí a dormir y hasta mañana que regresen las demás - dijo suavemente Zahid, Cat lo miró y asintió con la cabeza, la idea de quedarse a sola hubiera sido o no real lo que vivió le provocaba escalofrío en el cuerpo.

- Iré por cobijas, podemos quedarnos cada uno en un sillón - hablo Cat mientras se ponía de pie y depositaba a Brisa en el piso

- De acuerdo, mientras yo buscaré alguna película para que podamos ver y pensemos en otra cosa - la chica asintió y se dirigió a los cuartos.

El resto de la noche y del día siguiente transcurrió en completa calma, la presencia de Zahid en el apartamento calmaba un poco la ansiedad que tenía Cat. La primera en llegar al día siguiente fue Nat, las cosas se sintieron un poco extrañas en el ambiente cuando Zahid y Nat se saludaron pero Cat intento minimizar esa sensación y lo logro un poco con la ayuda de ellos. Ambos habían decidido continuar con una amistad sincera.

Cat se preguntó si sería buena idea contarle a Nat la situación de lo que había pasado la noche anterior pero no creyó que fuera buena idea, quería hacerlo hasta que estuvieran todas presentes y Zahid se hubiera marchado. A media tarde llegaron las demás chicas y Zahid se fue puesto que debía asistir al trabajo.

- Traje muchísima comida esta semana, fui al super y encontré muchas cosas - decía alegremente Alex mientras guardaba los alimentos en el refrigerador - No saben lo bien que le hace a mi salud el ir a los centros comerciales o mercados -

- Deberíamos de ir a uno que queda cerca de aquí, una que otra vez fui a visitarlo con mis vecinos y la verdad es que hay una variedad de cosas - agregó Nat

- Podría ser divertido y de ahí podríamos pasarnos a otro lado - comentó Sara

Las chicas estaban reunidas en la cocina, Cat las miraba en silencio, quería entrar a la conversación de forma alegre con ellas pero no tenía ánimos, la preocupación de lo que había sucedido no la dejaba en paz. Sara miró a Cat y se percató que algo no marchaba bien