Y en el camino

4 0 0
                                    

Irme. Debo. Irme. Debo. Irme. Debo. Irme. Debo. Irme. Debo. Irme. Debo. Irme. Debo. Irme. Debo...
-Celeste.
Alzé la vista rápido. Mis oídos hacían un ruido sordo. Estaba asustada y aún no tenía claro del por qué. Mi hermano me miraba desde su lado de la habitación, estábamos en la sala junto a la puerta que daba al patio trasero de la casa.
-¿Quieres acompañarme o no?- me preguntó. Miré su mano derecha, sostenía las llaves de su auto.
-Sí- me levanté de mi asiento y lo seguí hasta la cochera.

...

Estaba nerviosa. Cada vez más. Mordía mis uñas pero ya estaban lo bastante cortas. Podía sentir la vista de Lucas posarse sobre mi de vez en vez. Estábamos en su auto, yendo hacia la tienda de comestibles.

-Debes irte.
-Mamá, ¿debo irme?- intenté girar mi cabeza hacia ella, pero no podía, mi cuello estaba rígido- ¿Por qué? ¿Hacia dónde?
-Debes irte.
-¡Mamá, contesta!
Su mano dejó de acariciar mi cabeza de forma abrupta. Cerré los ojos. Me comenzaba a sentir muy cansada.

-¿Te sucede algo?
-Nada- miré sobre la ventana. Suspiré.- mamá entró en mi habitación ayer. En la noche.
-¿Y eso?
-Ella... - me acarició el cabello y sentí miedo- me dijo algo extraño.
-¿Qué dijo?
-Es que...- dijo-, sigo sin encontrarle sentido.
-¿Qué te dijo?- volvió a preguntar, impaciente.
-Dijo que me debía ir.
Lucas guardó silencio. De repente, el auto se sentía como un espacio demasiado pequeño.

InverosímilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora