Mismo Nivel

Capítulo 4 - Presentaciones y verdaderas impresiones

Los personajes más jóvenes que se encontraban en la sala principal de la casa Cooper se repusieron rápidamente de su sorpresa y actuaron como si ninguno de los dos se hubiese conocido unas horas atrás.

Al llegar Annie al lado del mueble en que el que se encontraban sentados, comenzaron a levantarse su madre, su papá y Evans de sus asientos para saludarla, la más joven saludó con un beso en la mejilla a su padre y espero a que él o su madre, le presentaran al caballero pelinegro con el que estuvieron conversando antes de que ella llegara.
Y así lo hizo lo hizo el señor Cooper, miró a Evans como si recién hubiera recordado que él y su hija no se conocían y los presentó:

-Hija, él - señaló al caballero a su lado- es el hijo de un viejo amigo. Su nombre es Cristopher Evans.

Annie miró a Cristopher con los ojos ligeramente entrecerrados. A decir verdad, no le sorprendía que él no le hubiera dicho su verdadero nombre ya que para él, ella solo era una bonita desconocida con la que se encontró en el bar... Además, ella tampoco daba su verdadero nombre.

Y por eso se sorprendió al recordar, que a él sí se lo dió.

-Cristopher, ella es mi hermosa hija Annie -señaló a su hija y la miró con afecto.

Cristopher también miró a Annie y sonrió diciendo:
-Si me permite, vaya que es hermosa su hija, Señor -se dirigió a la chica -. Es un gusto por fin conocerla, señorita Annie.

La chica no supo esconder la sonrisa divertida que sus labios esbozaban, intentaba decirle con su mirada "muy chistoso".

- Igualmente, Cristopher Evans - pronunció su nombre de manera lenta para que él se diese cuenta de que el detalle sobre su nombre no había sido ignorado. Él solo amplió su sonrisa.

Una empleada doméstica vino a dar aviso de que el almuerzo ya estaba servido en el comedor, y con una sonrisa la señora Valerie invitó a los presentes a pasar a la sala mencionada. En el camino estuvo vanagloriando las deliciosas comidas que su cocinera preparaba. Annie sonrió, ya que en ese momento se encontraba de acuerdo con su madre, y pensar en Julissa, hizo que sonriera de una manera llena de afecto, que a Cristopher no le pasó desapercibida.

Él, en ese instante ya no pensaba que la oferta de trabajo que le hizo David fuera real, ya había conocido a la chica aunque los padres de la misma no lo sabían, y la verdad la encontraba encantadora, siendo así; no entendía que hacía allí.

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En el comedor, las 4 personas que se habían sentado a almorzar ya casi terminaban su deliciosa comida, al hacerlo esperaron que los empleados levantaran los platos y permanecieron sentados allí. Eso extrañó a Annie, ya que lo usual, era que su papá se levantara del asiento con su acompañante y se cerraran en el despacho para hablar de negocios, o que sabría ella.

La señora Valerie carraspeó para que dirigiesen su mirada hacia ella y escucharan lo que iba a decir

-Annie, quizás sientas curiosidad por la presencia de que el señor Cristopher, ya que no parece el tipo de clientes o socios de tu padre, ¿me equivoco? - esperó a que su hija asintiera con la cabeza, al hacerlo, prosiguió hablando - eso podría deberse a que él no tiene tratos con tu padre de ese tipo. Él está aquí, por ti.

Annie se había sorprendido varias veces en la hora y media que llevaba despierta, pero de todas las veces, ésta era la ganadora. ¿Christopher Evans en su casa, sentado con sus padres, por ella? No podía entenderlo, apenas se habían conocido hace unas horas. Repasó mentalmente todo lo que sucedió anoche, podía hacerlo porque el alcohol no le afectaba en su memoria, era afortunada.