Conociendo a mi Ídolo 2 (Nelson Farias)TERMINADA

Capitulo 42

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Regrese casi que corriendo al hotel y enserio, hubiera sido mejor no regresar. Me puse muy nerviosa, me sudaban muchísimo las manos y casi que suelto la bolsa en donde traía las hamburguesas, afuera, en el pasillo estaban Nelson con una cara de preocupación y de mucho cansancio a la vez con el teléfono en sus manos supongo que a punto de llamarme y mi suegro el cual también se le notaba preocupado.

Lo que no quería paso. Mano que pena despertarlos por absolutamente nada, son vainas que solo me pasan a mi na' mas ahss!!

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Jenny

-¡¿Joder donde estabas?!-Exclamo con fuerza acercándose a mi.

Se le notaba impaciente, preocupado, cansado, pero sobretodo muy molesto, eso se le notaba hasta por los poros. No hizo falta que le respondiera la pregunta porque con solo ver la bolsa lo comprendió.

-¡Estas no son horas de andar por ahí como si nada, es peligroso!-Tomo aire-¡Si querías algo me hubieras dicho y punto, sin salir por ahí en silencio a las dos de la madrugada coño!-Hizo movimientos exagerados con sus manos, acompañando sus palabras.

-Hijo ya-Intervino mi suegro-No estés gritando que no se te olvide que detrás de cada puerta hay personas durmiendo, ten respeto y compórtate-Le indico con seriedad mirándolo mientras se acercaba a mí.

Me encontraba totalmente inmóvil y no fui capaz de pronunciar ni una silaba, al estar más cerca coloco ambas manos sobre mis hombros como quien se prepara para dar un gran sermón y quiere que estés tranquila, pero al contrario, no dijo nada de lo que esperaba:

-Hija nos preocupaste pero ya paso todo, lo bueno es que estas aquí, tranquila-Hablo bajo con mucha serenidad, y sea lo que sea que haya intentado hacer, funciono.

-Gracias- Lo abrace-Y disculpe por el mal rato y por ser un estorbo- Tenia un nudo en mi garganta y las últimas tres palabras las dije con un tono poco audible.

Luego de eso dirigió sus palabras a Nelson y yo decidí entrar a la habitación para poder comer, a los segundos entro Nelson con un típico portazo quien seguramente no dudo ni una vez en desprenderse de las palabras de su padre y seguirme. Créanme que no le reprocho que este molesto, lo entiendo perfectamente.

-¡Aun no entiendo porque no me despertaste mínimo para decirme que ibas a salir!-Tenia sus dedos pulgar e índice en el puente de su nariz y caminaba de un lado a otro de la habitación- No entiendo que es lo que pasa.

- Ya me conoces, Nelson. No quería molestarte y menos sabiendo que estabas cansado-Me gire para verlo directamente- Por lo menos debo hacer algo por mi propia cuenta y no siempre estar molestándote a ti para que lo hagas o salgas!

- Coño pero es que eso no me molesta en lo absoluto-Paso las manos por su cara como con estrés o frustración, un gesto que nunca le había visto hacer. Camino y se posiciono frente a mí, siendo sincera en este mismo momento su altura me intimidaba-¿Aun no has entendido verdad?-Pregunto con dureza.

-¿Entender que Farías?¿Que estas molesto? Pues fíjate que si eso ya lo sé y te entiendo, pero no hace falta que me lo restriegues en la cara!-Alce la voz.

-Es que no es eso-Negó repetidas veces con la cabeza y la ladeo varias veces como pensando algo hasta que finalmente suspiro y se sentó a mi lado con un fuerte suspiro- No es nada de eso, Alejandra, hablo de esto-Mi segundo nombre lo pronuncio con fuerza y señalo la comida-Hablo de ti. ¿Qué está pasando? Has estado extraña, ayer parecías haber llorado, no tenias ánimos de nada y ahora sales en medio de la madrugada a comprar comida cuando ayer hubo comida de sobra ¿Acaso fue que no comiste?-Me miro preocupado.