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📖 Capitulo uno 📖

Había llegado temprano, como siempre. Tomó su libro y acomodó en  un cojín que solía llevar consigo mismo cada vez que  venía a la biblioteca. De su bolso sacó la libreta  junto con un lápiz para tomar nota de  cualquier cosa que él considerara importante.
El día de hoy su omega estaba inquieto, como si quisiera advertirle sobre algo, pero no sabía qué.

La comunicación con su omega siempre fue muy buena, ambos se llevaban muy bien. Su lobo tenía un buen instinto, lo había salvado de muchas, pero hoy no entendía que pasaba. Respiró profundo intentando calmar su parte lobuna quién  estaba dando vueltas en su interior demasiado ansioso. Peinó su cabello, acomodó su gran suéter de lana y esperó a que llegaran los demás.

En el club habían mayoritariamente Omegas y Betas, solo había un Alfa. Al llegar pedió una taza de café con un poco de azúcar rubia. No entendía porqué pero el olor del café solía calmarlo bastante, sobretodo cuando su Omega estaba tan intranquilo como hoy.

Las personas fueron llegando, saludó a todos de manera muy cordial y sonrió. Estaban por comenzar cuando un chico cabizbajo entró. No dijo nada,  lo vió buscar un lugar donde sentarse y quedarse ahí. Lo miró sacar el libro y una libreta, al igual que él.

Estaba cubierto por un gorro, por lo qué, no podía ver su rostro, lo que sí vió fueron sus manos. La piel era blanca, muy pálida. Se dejó llevar por su lobo e intentó  mirarlo, agachó un poco la cabeza para verlo, sin embargo no pudo. Mordió su labio inferior intentando calmarse.

Una leve brisa entró por una de las ventanas y  movió los sedosos cabellos del omega, quien levantó la mirada, automáticamente. Esa brisa trajo consigo un aroma que hizo a su omega elevara las orejas y comenzar a olfatear. 

Tierra mojada y ¿café?  Arrugó la naricita intentando encontrar un atisbo del tercer olor, estaba seguro que podía oler algo más, fué ahí cuándo  su mirada se encontró con unos profundos ojos negros que lo estaban observando detenidamente.

Las mejillas se le pusieron automáticamente rojas cuando su lobo comenzó a dar vueltas y mostrar sus pancita, repitiendo una y otra vez: "es él, nuestro alfa" Mordió la punta de su lengua para contener las ganas de decir algo. El chico a quién su omega identificaba como alfa, también se sonrojó y cortó el contacto visual lo más rápido posible.

-hoy tenemos un nuevo integrante, saluden a Yoongi, Min Yoongi- Le saludaron amistosamente. Él solo asintió sin que ninguna palabra saliera de su boca. Jimin, estaba esperando que dijera algo, pues su omega moría por escuchar su voz.

Avergonzado porque su lobo seguía mostrando la pancita, cubrió la mitad de su rostro con la libreta, levantó La mirada, solo por curiosidad y se encontró con aquel alfa de piel blanca y labios finos, él también lo estaba mirando, entonces su corazoncito se contrajo y apartó la mirada al mismo tiempo que él.

Jimin no pudo concentrarse en toda la hora, se le hacía imposible cuando sabía que su pareja estaba ahí enfrente, dándole miradas discretas al igual que él.  Intentaba hacer como que escribía algo en su libreta para así disimular las ganas que tenía de ir a su lado y restregar su naricita en el cuello del alfa.

Por esos pensamientos, mordió con más fuerza el interior de su labio. Acomodó el cabello de su frente en varias ocasiones dejando entrever un coqueteo tímido que no pasaba desapercibido para el alfa.

Club de lectura [Yoonmin~Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora