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📚Capítulo Dos📚





Era martes, por fin luego de tres dias le tocaba ir al club de lectura. Tenía que admitir que estaba un tanto nervioso, ese bonito omega estaba ahí y quería llegar temprano para poder sentarse a su lado, aunque no pudiese hablarle, el quería estar ahí, bien cerquita.

Yoongi, lamió sus labios en varias ocasiones de puro nerviosismo.
Su alfa le gritaba en su interior que fuera valiente, que se comportara como un alfa alguna vez en su vida. Eso lo deprimía un poco, era demasiado tímido para hablar con las personas en general y ahora estaba este omega tan lindo para ser real, que lo confundía por completo. Nunca antes había hablado con alguien más de dos o tres palabras, solo con su hermano... pero vamos este chico le sacaba las palabras muy rápido, tanto que ni cuenta se daba hasta que ya había hablado.

Estaba adentro con otro cojín, no se lo esperaba. Cuando lo vió entrar con el cojín entre sus brazos deseo con todas su fuerzas que fuera para él. Tenía dos y quiso que fuera para él, pero era una idea demasiado loca, nadie quería acercarse a el nunca, ningún omega... bueno, a menos Que estuviese en celo, esa era la ocasión extraordinaria en la que algún omega le rogaba ser tocado por sus manos, antes de eso nada, todo el mundo parecía ignorarlo. Si no fuera por su aroma, dudarían que es un alfa.

Caminando vió su reflejo en una tienda y se lamentó por ser así, tan delgado, tan pálido, sus ojos eran demasiado pequeños para su gusto. En fin, sentía que no tenía ni una gracia y eso lo destrozaba en lo más profundo de su corazón, quizás ese lindo omega... se decepcione de él una vez lo conozca un poco más, porque vamos, todos quedaban hipnotizados con su olor, les gustaba demasiado a los y las omegas, pero luego de hablar un poco con él parecía que el encanto se perdía. Hizo una mueca de disgusto hacía sí mismo, por otro lado, su alfa le decía que estuviera calmado, todo iba a salir bien, tan sólo tenía que esperar un poquito más. 

Rió abriendo la puerta de la biblioteca y mirando el suelo. Su alfa era demasiado optimista, por cada rechazo que tenían, el solía decirle: "tranquilo, ese no era el omega para nosotros".

Le agradecía mucho a su lobo, si no fuera por él ya estaría muerto. Al ingresar al salón donde se desarrollaba el taller, le llegó el dulce aroma a vainilla y chocolate, sonrió bajo la mascarilla. El omega ya había llegado, si, el aroma estaba ahí.

Tragó pesado y limpió un poco sus manos porque habían comenzado a sudar debido al nerviosismo. Al entrar varios lo saludaron y le asustó demasiado, no estaba acostumbrado a las personas. Sintió su corazón agitarse preso del pánico, el solo miró el suelo y pasó rápidamente para sentarse el mismo lugar que la sesión pasada. Un tanto desesperado tomó un bombón de chocolate que tenía guardado, se lo hecho rápidamente a la boca esperando que el dulce sabor le calmara aunque fuera un poco.

Arrastró las manos por sus piernas buscando en eso una distracción, hasta que su lobo le mencionó el omega, tenía que estar tranquilo por él, entonces asintió, respirando por la nariz y botando por la boca.

Todo estaría bien, lo estaría, claro que si. Su alfa estaba ahí para ayudarlo, nunca lo dejaba solo, y menos ahora que su omega estaba ahí.

Sintió como el omega tomaba asiento a su lado, acomodando su bolso negro.
- Hola... Yoongi-

El corazón se le apretó de emoción, el omega le estaba hablando, le habló, dios si lo hizo. En su interior el lobo corría en varías direcciones entrando en pánico también.

Club de lectura [Yoonmin~Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora