Capitulo 24

10 2 4
                                    

Capítulo 24. La batalla del cielo.

Ya era de noche, una parte del grupo de Liz confirmado por Esteban, Xareni y Bones se encontraban a las afueras de la escuela esperando a la llegada de Liz, pero una área de Luz proveniente desde dentro de la escuela, hace que los tres corran hacia dentro, encontrándose a Liz, Reborn, Basil y Xanxus.

"Los hemos estado esperando." Dijo Cervello pasando por la salida de la escuela.

"Ahora todos los guardianes del lado de Liz están reunidos. Tormenta, Sol, Lluvia y Niebla están aquí. Solo faltarían Nube y Rayo." Dijo la otra Cervello, pero como si fuera arte de magia, Iris llega al lugar, completando seis de los siete guardianes. "Hemos realizado una citación obligatoria a todos los guardianes sobrevivientes. Por obviedad eso incluye a los Varia." Dijo Cervello, apuntando a otro lado, mostrando a Levi, Akemi y a Viper, quien estaba encerrado en una jaula.

"Viper, Levi y Akemi." Dijo Liz en voz baja recordando cada enfrentamiento que tuvieron, pero sus pensamientos se vieron interrumpidos debido al grito de una chica.

"¡Tratenme con cuidado! Estoy herida de muerte." Dijo la guardián del sol de los Varia, Sofi en una camilla totalmente vendada.

"También El Guardián Del Rayo, de la familia de Liz ha llegado." Dijo Cervello, viendo cómo otra de sus "hermanas" llegaba con Jasany junto a un tanque de oxígeno que estaba conectado a ella.

"Pero ella apenas se está recuperando. ¡Esto no es justo! ¡Devuelve a Jasany a su lugar!" Dijo Liz, oponiéndose a la decisión de Cervello.

"Por algo es una citación obligatoria. El deber del guardián es llegar sin importar su condición. Además, no te quejes, Los Varia están en la misma posición." Dijo Cervello.

"¿Y Brenda? ¿Que pasó con ella?" Preguntó Xareni.

"¿Eres consciente de cómo terminó el combate de la lluvia? Brenda perdió la vida." Dijo Cervello fríamente.

"Antes de nada. Entreguen los anillos Vongola. No hay nada de que preocuparse, si son los verdaderos portadores, los anillos volverán hacia ustedes." Dijo Cervello, mientras las dos pasaban recogiendo los anillos de cada lado. Una vez obtuvo todos los anillos empezó a hablar nuevamente. "Ahora procederemos a contar las reglas del combate del cielo. Una de las condiciones es juntar las mitades de los anillos del cielo. El campo de batalla esta vez es toda la escuela, hemos equipado cámaras en todas las zonas de combate y grandes pantallas en las zonas de espectador. Los guardianes deben equiparse estas pulseras la cuáles tienen un pequeño monitor por donde verán el combate." La pulsera era blanca y tenía una pequeña pantalla con marcos celestes, y una ranura de forma peculiar. "Una vez los guardianes se hayan equipado la pulsera, debe ir hacia su respectiva zona de combate." Dijo Cervello, todos sin más opción aceptaron, caminando hacia su zona. Esteban y Sofi estaban en la entrada de la escuela, Jasany y Levi estaban en el techo, Bones y Akemi en el tercer piso, Xareni en el aquarion, Chrome y Viper en el gimnasio y finalmente Iris en la cancha. La única diferencia es que en cada zona había una torre que tenía algo encima de ellas. 

"Ahora que cada guardián está en su respectiva zona de combate. En cada zona hay una torre que posee el anillo Vongola respectivo. Pueden hacer lo que sea con tal de obtenerlo." Al decir eso en la pantalla de la pulsera de activa una barra roja, causando gran dolor en los guardianes, haciéndolos caer al suelo. "El veneno de las pulseras se acaba de inyectar en los guardianes. El veneno es llamado 'Muerte Ardiente', este veneno ataca a los nervios del cuerpo, inhabilitando la capacidad de moverse. Si no de hace nada, morirán en aproximadamente 30 minutos. Pero hay una forma de parar el veneno, si insertan el anillo en la ranura de la pulsera, el antídoto se les inyectara. Y la condición final para ganar es conseguir los siete anillos Vongola. Los anillos debes ponerlos en esta cadena." Dijo Cervello terminando la explicación, entregando la cadena con los siete espacios.

El renacimiento de la oscuridad | Los compasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora