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ㅡYa va, ya va, ¿tú crees que gane el Liverpool?ㅡ preguntó un extrañado Felix, mirándome fijamente mientras fruncia el ceño.

ㅡSi no, ¿qué me das?ㅡ me encontraba acostado en la cama de Hyun, con ciertos aires de superioridad, ya que a diferencia de ellos dos, sabía que podían ganar.

ㅡUna patadaㅡ interrumpió Hyunjin guiñando su ojo izquierdo lentamente mientas sonreía ladinamente.

ㅡLas papitas fritas que me dio JeongIn en la mañanaㅡ de pronto Lix se volteó y cruzó su piernas mientras cruzaba sus dedos haciendo que tomarán la forma de una pirámide, cerrando un poco los ojos.

Las dos suenan conmprometedoras, no voy a mentir.

ㅡ¿Cuáles?, si tú se las sacaste del bolso, trimarditoㅡ de las cosas que se entera uno de la boca de Hwang Hyunjin señores.

ㅡCasi lo mismo, el punto es que las tengo.

El día transcurría tranquilo, después de una corta caminata hacia el metro posterior a la salida del liceo, uno de los "amigos choferes" de los papás de Hyun accedió a buscarnos en la estación de Altamira y cuestión de minutos ya nos encontrábamos en el cuarto de HyunJin viendo la premiere, por más que ellos no entendieran completamente el deporte veían cierto atractivo en 90 minutos de personas corriendo de aquí pa' allá.

La familia enchufada de Hyunjin nos salvó la vida, otra vez.

Nos han salvado, estamos agradecidos.

Lix veía la pantalla perdido entre todo lo que tenía lugar en la cancha, mientras que por otro lado Hyunjin solo parecía estar metido en Instagram viendo de esos videos que ve con Jeongin en los que las personas no hacen más que masticar cosas de una manera desagradable frente a un micrófono, o ASMR, cómo le quieran decir a la jodía esa.

A pesar de no ser tan temprano, comparado con nuestra hora de salida habíamos llegado antes de lo previsto, bastante. Todo gracias a una de las pocas conocidas y nada habitules fallas en el metro, ya que nosotros no estudiamos precisamente en un lugar en el que puedas llegar de otra manera que no sea esa, a menos de que tengas la cartera fundida en sencillo y estés dispuesto a dejar el alma y un poquito más con todas, o en realidad las pocas las camionetas que hay.

Es esa o llegar oliendo a culo, mamado y medio y pa' de paso tarde porque esas vainas se dan su bomba.

Cómo era de esperarse los profesores que nos daban clases hoy -y que justamente viven donde el diablo dejó las pantaletas botadas- no llegaron o no llegarían a tiempo, por lo que el directivo tomó la poco forzosa decisión de regresarnos a nuestras casas. Obviamente no faltó la típica chama que de vaina y no les levanta una guarimba con barricada y todo porque al igual que muchos se las sudó bien sudadas y hasta plata dio para poder llegar para que le dijieran que arrancara pa' su casa porque los profesores no van a llegar.

Luego tienes a las personas como Hyun, que más bien andaba que lloraba, pero de la felicidad.

Pero también me tienen a mí, que me trajeron en carro pero luego tenía que agarrar metro si quería llegar a mi casa. Pero no, mis panas, esa sonrisa no se le quita a nadie.

Después de elaborar un plan sobre a qué casa nos íbamos a ir a vaguear, sacar más conclusiones sobre porqué la casa de Felix cuando está su mamá en ella no es opcional y denegar completamente la mía porque queda en el quinto carizo viejo, gracias a la idea de Hyun, terminamos yendo a su casa.

Y aquí estamos, viendo un partido de la liga inglesa a las 12 de la tarde esperando a que llegue Changbin, persona que a diferencia que nosotros se enteró primero de las fallas y pensó lo suficiente como para saber que hoy no iba a ir ninguno de los profesores que nos tocaban hoy.

c a r r e t e r a   c a r a c a s  -  l a  g u a i r a ⊙  h a n   j i s u n gDonde viven las historias. Descúbrelo ahora