𝗸𝗽𝗼𝗽；𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬⁺¹⁸ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ

𝘫𝘢𝘦𝘩𝘺𝘶𝘯 ➤ 𝘯𝘤𝘵

  
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Habíamos estado tomando algunos tragos con amigos en un bar del centro, mi novio me levanta en sus brazos llevándome a la pista. Mi trasero quedaba a la altura de su miembro mientras me refregaba en él al ritmo de la música. Se veía entusiasmado y me burlé un par de veces por eso.

Comenzó a besarme el cuello, dejando húmeda la zona donde posaba sus carnosos labios. jaehyun era una cabeza más alto que yo, por lo cual tenía que hacer un esfuerzo para alcanzar mi punto débil. Sus manos empezaron a bajar por mi cintura, el ambiente de repente se tornaba caliente; como nunca. Me planté quedando cara a cara con él. Excitaba a cualquier chica que tuviera cerca pero era una pena que solo perteneciera a una. Jamás me había forzado con  jaehyun fue espontáneo, ya no necesitaba del resto.

— ¿Crees que será muy notorio si dirijo mi mano a tu probablemente húmedo coño? —murmuró en mi oído.

—No me arriesgaría, eres celoso y el único que puede verme desnuda —a este punto el éxtasis me cegaba—, pero conozco un lugar donde ya hemos estado —sus manos ya estaban en mi trasero y todavía trabajaba en el chupetón que quedaría mañana en mi cuello.

— ¿La pasaremos bien? —Estaba loco si creía que la pasaría mal.

Se apegó a mi de la misma manera que cuando empezamos a bailar. Su ya erecto pene se posaba entre mis nalgas marcadas por el vestido negro que elegí para la ocasión.  En ningún momento se separó hasta que llegamos.

— ¿Estás segura que quieres repetir ahí dentro? —Su voz ronca lograba mojar mis bragas en un segundo, volviéndome sumisa. Asentí mordiéndome el labio y no dudó en abrir la puerta trasera del auto y meterme de forma brusca; no me importó, ambos nos necesitábamos con mucha urgencia.
De inmediato levantó mi vestido para masajear mi trasero, lo apretó sacándome algunos gemidos. Sus labios estaban en mis clavículas y las tiras de mi vestido eran corridas por los movimientos que realizábamos. Nos fregamos desesperados por el contacto. Su camisa me molestaba, era fácil quitar mi prenda mientras que el tenía tres. Desabroché la parte superior de su ropa sin quitarla, mis manos danzaron a lo largo de su pecho, sus besos bajaron besando por encima de la tela mis pechos. Enarqué mi espalda para que tuviera un mejor acceso a ellos. Dejó la atención de mis nalgas para prestarle atención a mis pezones que formaban un relieve en el vestido.
—Por favor —murmuré queriendo más y más atención en ellos, él sabía cuanto amaba que jugara con mis tetas.

—Me encantan —bajó hasta mi cintura el incomodo vestido. Mordió uno de mis sensible pezones. Solté un grito entre dolor y placer que me provocó. Parecía un niño tomando leche del seno de su madre y ver a un hombre grande hacerlo me excitaba. Mi coño ya estaba chorreando.

Su pene estaba aún atrapado en los pantalones y su ropa interior, jugué con él a pesar de la áspera tela. Gruñó mordiendo mi otro pezón por el toque. Desabroché desesperada el cinturón alrededor de sus caderas; cuando él empezaba a murmurar cosas por el placer, se ponía bueno. Mientras yo escarbaba en sus bóxer, él quitó completamente mi vestido dejándome con el hilo que me puse especialmente para jaehyun.

—Eres una chica muy traviesa —cualquiera que nos viera pensaría que su gran cosa no entraría en mi—. Vamos, es mi turno de disfrutar —escaló para que su miembro estuviera en mi cara. Lamí la punta sonriéndole, le colmaba la paciencia cuando le hacía eso.
De repente me encontré atragantándome con su pene en mi garganta, el alcohol nos ponía un poco agresivos pero disfrutábamos de vez en cuando del sexo dura y a veces sin piedad. No sé en que momento se dio vuelta quedando su cara en mi coño. Su boca succionaba mi clítoris y quería gritar pero algo en la mía me lo impedía.

Me agarró de los brazos poniéndome en cuatro. Se metió dentro de mi de una sentada, le gustaba ir lento pero clavándose hasta el fondo.

— jaehyun —salió su nombre sin aliento— más rápido —supliqué.

—Iremos a mi ritmo —volvió a clavarse brusco.

—Dios mío —chillé—. Sigue así, bebé.

Odiaba cuando llevábamos el mismo ritmo, por lo cual comenzó a acelerar. Sentía mi punto G disfrutar por cada estocada que me daba mi novio. Rodeó mis tetas un brazo inmovilizándome, mordió mi cuello y mis gemidos era más constantes. El placer que me da este hombre es único.

— ¡jaehyun, más rápido! —No aguanté. Sentía el orgasmo formarse en la parte baja de m estomago y mis paredes cerrarse alrededor del gran pedazo de carne dentro de mi cueva.

— ¡Oh, mi amor! —No paraba de repetir si, si,si. Dio un par de embestidas más cuando yo había caído rendida en el asiento trasero del auto. Se corrió dentro de mi haciéndome una última marca en mi omoplato—. Eso fue maravilloso —acunó mis senos antes de descansar un rato para irnos. Nos esperaba otra ronda en casa.