Steve Rogers miraba la pantalla eufórico, la alegría no cabía en su cuerpo y con una escena en la cabeza la sonrisa en su rostro se amplió, se levantó y casi dando saltos a su paso se dirigió a su hogar, aquella hermosa torre con el que fue el nombre de su amado en lo alto, sin disimular su sentir entró al elevador que le llevó a lo alto, la imagen que lo recibió solo mejoró su humor, todo pulcro y en orden como a su esposo le gusta, sin perder tiempo entró a la habitación principal desnudándose en el camino al baño de paredes grises y por primera vez en meses se afeitó a conciencia, recortó su rubio cabello y enseguida tomó una larga ducha, sin embargo, estaba tan emocionado que solo le tomo una decena de minutos estar completamente limpio, con la misma rapidez se vistió con un pantalón de mezclilla, playera blanca acompañada de su inseparable chaqueta de cuero, con cuidado tomó la botella de loción rociándose un poco encima pues sabía que aquella volvía loco a su marido y tras mirar la hora salió corriendo al supermercado, quería tener todo lo que les gustaba filetes, hamburguesas, helados y donas, tal vez al mayor incluso le permitiría un vaso de Whisky por la noche cuando su precioso niño se fuera a la cama.Una vez todos los ingredientes en el refrigerador se dirigió al sótano montándose en uno de los Audis comenzando a manejar, le tomaría dos días llegar a Montana, 36 horas si no se detenía en lo absoluto, pero quería llegar al lugar a la completa disposición de su familia, ah… su familia… finalmente volvería a verlos, aún se acordaba como apenas años atrás había contraído nupcias y como poco después se había enterado que su otra mitad era un gestante, recordaba como si hubiese sido grabado en fuego en su mente el nacimiento de su pequeño, era un niño tranquilo e inteligente en sus apenas cinco años. No podía esperar por tener más niños.
En todo el camino su sonrisa jamás desapareció, se acomodaba ansioso en el asiento cada cierto tiempo y aunque el viaje fue agotador cuando llegó al silencioso y bello pueblo se tomó el tiempo de buscar un precioso ramo de lino* y lirios naranjas.**
Con el corazón desembocado bajó del auto aspirando el limpio aire y calmando su nerviosismo, aquel que simplemente nunca se iba golpeó la puerta, no paso demasiado cuando Anthony Rogers apareció frente a él, igual perfecto de siempre, observó detenidamente la falta de ojeras y sonrío por ello, observo el sedoso cabello y brillante piel, observo cómo las lágrimas surcaban sus mejillas y entonces su vista también se llenaron de ellas al ver el vientre de tal vez seis meses descansando en su amado, sin esperar más le abrazó con fuerza besando su cuello.
-Te atrapé. - Susurró el rubio contra su oído juguetonamente haciendo que el mayor desbordara en llanto pues ahora se encontraban nuevamente juntos.
*Lino: símbolo doméstico.
** Lirios Naranjas: Desacuerdo.
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Acónito
FanfictionEl matrimonio Rogers son la viva imagen de un matrimonio perfecto. La familia Rogers son la envidia del mundo entero, diariamente puedes verlos, en los parques o las fiestas, así como en la feria de ciencias. Todos anhelan una vida tan perfecta, ent...