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                  Desperté al sentir que sacudían mí hombro, abrí  los ojos y vi a Taehyung que me miraba preocupado.

— Tae... ¿Que pasa? – dije sentándome en mí cama y él pasó una mano por su cabello nervioso –

— es-es que – dijo nervioso y suspiró – tenemos que irnos de aquí – frunci el ceño y lo mire confundida –

— ¿Que? ¿Porque? ¿Tus padres ya no quieren que yo esté aquí? – pregunté asustada y él negó con la cabeza –

— no es eso, pe-pero Seokjin nos encontrará – dijo con tristeza – tiene dinero como yo, mandara a que te busquen y Yo-yo no quiero que te aleje de mí – susurró bajando la mirada y sentí mí corazón latir con fuerza –

— yo tampoco quiero alejarme de ti – dije tomando su mano y él me tomó de las mejillas –

— ven conmigo – susurró acariciando mis mejillas –

— ¿A dónde? Tae,solo tienes diecisiete años y yo veintiuno, ninguno tiene un empleo estable y... – me interrumpió con un beso y luego me miró a los ojos –

— ¿Co-confias en mí? – preguntó sonriendo y asenti al instante – vámonos de aquí, lejos donde nadie nos moleste, donde nadie te lastime – abrí mí boca sorprendida y lo mire preocupada –

— pero Tae, tus padres no querrán, además tienes que estudiar y yo...yo también – dije nerviosa y él volvió a besarme –

— vayamonos lejos,solo tu y yo.– asenti sonriendo y besó mí frente – te quiero – me sonroje y sonreí –

— también te quiero – se acomodó junto a mí y nos sentamos a hablar sobre como haríamos para irnos –

Él dijo que ya habló con sus padres le darían permiso seguro, porque me tomaron aprecio y harían lo que fuera por verlo feliz.

Así que mañana a primera hora iríamos al aeropuerto para tomar un avión con destino a Japón.

Allá estudiaremos tranquilos, sin el maldito Seokjin molestando y empezaremos de cero.

(...)

— ¿Es la última? – dijo Tae acomodando las maletas en el baúl del auto –

— si, la última pero ¿Que pasará con tu perro? – dije mirando al pobre perro que jugaba con una pelota –

— no te preocupes vendrán por él, vamos linda – dijo abrazándome desde atrás –

— está bien. – dije sonrojandome y subimos al auto –

Nos colocamos el cinturón de seguridad y Tae comenzó a conducir.

— ¿Te das cuenta? Estás hablando más fluido – dije contenta y él me miró serio –

— si-si eso...es bueno – dijo riendo y lo noté nervioso –

— es genial – dije sonriendo y mire el camino –

Mire con nostalgia la tierra donde nací, donde me crié y ahora me iba.
Tal vez para siempre.

— ¿Cómo conseguiste los boletos tan rápido? – dije intrigada porque no lo vi comprarlos –

— ¿Eh? – dijo nervioso – lo-los compré por internet – frunci el ceño y asentí –

— que bueno,.¿Cuando sale nuestro vuelo? – pregunté mirando por la ventana –

— nunca – oí que dijo y me gire a verlo –

— ¿Que? ¿Cómo que nunca Tae? – dije riendo y él se mantuvo serio –

Vi que desvió por una ruta de tierra y frunci el ceño.

— Tae este no es el camino – dije viendo cómo nos alejavamos de las rutas – Tae... – repetí asustada y él me sonrió de medio lado –

— ya lo sé – dijo con simpleza y me desconcertó más –

— entonces ¿A dónde vamos? – dije comenzando a asustarme –

— uno nunca termina de conocer a las personas ¿No? – susurró sonriendo y detuvo el auto –

— ¿Que? Tae me estás asustando – dije nerviosa y abrieron la puerta de mí lado – ¡Tae,ayudame! – grite cuando dos hombres me bajaron del auto –

— tranquila son mis hombres – dijo bajando del auto y caminó frente a mí –

— ¡Sueltenme! – grite mordiendo el brazo de uno –

— aaah maldita perra – gruñó y golpee las partes bajas del otro –

Me libere de sus agarres y corrí pero no llegue muy lejos al oir la voz de Tae a mis espaldas.

— ¡Quieta o disparo! – advirtió y con los ojos llenos de lágrimas me gire a verlo –

Me apuntaba con una pistola, su rostro estaba serio y parecía enojado, los dos hombres me miraban con odio y mis lágrimas cayeron por mis mejillas.

— Tae... – susurre con dolor y él sonrió –

— ven aquí, preciosa – dijo sonriendo y trague saliva antes de acercarme a él –

— ¿Porque haces esto? Si alguien te está obligando dímelo – dije cuando llegue a su lado pero él me sonrió con malicia –

— nadie me obliga, es el negocio familiar ¿En serio creíste que era heredero de una joyería? – carcajeó ante mí y acarició mí mejilla – es trata de persona, linda – abrí mis ojos de par a par y me besó la frente – un hermoso ángel lastima que pidieron la entrega antes – quise alejarme pero me golpeó el cuello –

Caí inconciente y no sentí más mí cuerpo.

Solo sabía que estaba pérdida...

¡Reatziona Eztúpida! [Tn__] (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora