¿Juguete sexual? | Wonhan

Capítulo 1

Nerd, gamer, rata de biblioteca, asocial, todas esas palabras describían a la perfección, a Jeon Wonwoo. Sus dos mejores amigos lo sabían y les encantaba recalcarle lo aburrido que era a veces, también lo poco sociable que era.
No negaba que era demasiado apuesto para ser un maldito ratón de biblioteca que prefería ver sus series de anime a porno, que prefería leer mangas a ver una revista triple equis. Su contextura fornida, su piel pálida, sus varoniles facciones, su cabellera negra, su cálida sonrisa, no tenía nada que ver con el estereotipo de nerd/gamer que todos conocían.

Wonwoo era aburrido, muy aburrido. Pero era buena persona, era de esos que si necesitabas ayuda estaría para ti. Wonwoo era tímido con las personas, pese a que atraía muchas miradas por lo atractivo que era. Seokmin, con su cabello negro y Soonyoung con su cabello rojizo, habían logrado hacer amistad con él razón por la que estaban en un centro comercial bastante concurrido.

Su cumpleaños era aquel día, sus amigos habían estado pensando mucho en que regalarle.

— Vamos a sus tiendas raras —comentó Soonyoung

— Quizás ya tiene lo que le compraremos

— Seokmin, no seas negativo. Vamos a ver qué hay, luego decidimos

Entraron a una tienda de esas que llamaban raras muchas figuras de acción, mangas, almohadas con personajes, todo muy kawaii.

— Regalale una de esas almohadas para que no se sienta solo de noche —burló Seokmin

— Deberiamos conseguirle pareja —rió Soonyoung

— Busca un personaje que le guste ¿cuál era ese que le gustaba?

— No lo sé, busca a esa chica de la serie que ve ahora. Creo que se llama Violet no se qué

— Preguntemos

El de ojos rasgados se acercó a una de las chicas que atendía. Con una sonrisa se dispuso para responder cualquier inquietud.

— Hay cosas de Violet... No recuerdo el nombre, pero es de netflix

— ¿Violet Evergarden?

— ¡Si, ella! —se acercó Seokmin

— Emh creo que no, la fábrica ha traído de esos pero más de adulto —murmuró— No son para niños

— Es para un amigo que se la pasa solo, queremos que se divierta aunque suene algo degenerado

— Oh, bueno —rió la chica— Les daré la dirección de la fábrica. Les saldrá mucho más barato y por supuesto que pueden elegir a la muñeca

Los chicos aceptaron. En un abrir y cerrar de ojos estaban frente a la fábrica. Eran muñecas sexuales, lo sabían pero poco les importaba que los vieran.

— Venimos a ver una de las muñecas —habló el pelinegro

— Saben que no son muñecas... Corrientes ¿no?

— Claro, no es para nosotros es para un amigo

— Pasen por aquí

Una sala llena de muñecas, de diferentes anime. Seokmin reconocía a Asuka, Rei, Azuna, Silica, Sinon. Y allí estaba Violet, prácticamente corrió a verla. Era de tamaño escala, un poco más baja que él, parecía real.
Diferentes vestimentas, desde la vestimenta tradicional para tenerla simplemente sentada en tu cama, a ropa más erótica.

— ¿Cuál? —cuestionó Seok

— No sé, mejor que tenga vestimenta de anime sino la va a rechazar —tocó el cabello de una— Es suave

— Cada muñeca y muñeco tiene nombre, tienen la etiqueta. Pero si son de series mantienen su nombre junto con un código —habló el encargado

El hombre descolgaba una, la que habían elegido. Soonyoung se dedicó a mirar los demás muñecos, hasta que pegó su vista en uno que estaba oculto.

— Seok, mira —llamó

Wonwoo terminaba su turno en la biblioteca, estaba marcando la tarjeta de salida. Un mensaje de sus amigos que le informaban que dejarían el regalo de su cumpleaños en la sala de su departamento, y que los disculpara por no presentarse pero debían trabajar de noche.

Volvió a casa algo agotado, encendió la luz de la sala donde había una caja rectangular. Dejó sus cosas en el sofá. Una nota de sus amigos.

Esperamos que sea un buen cumpleaños
No estarás solo, ojalá te guste ¡Adiós!

Su primer pensamiento fue en un cachorro, pero estaría muerto si estuviera dentro. La caja decía frágil siendo que era de madera. Quitó los seguros y destapó la caja. Sus ojos se abrieron grandes cuando vio un muñeco dentro.
Estaba acurrucado, lo tomó de uno de los brazos. Era demasiado liviano, lo sacó para notar que el muñeco era un poco más bajo, su cabello rubio bien peinado, sus ojos dormilones, sus labios rojos, piel pálida, vestía un suéter negro holgado y unos pantalones negro también algo desteñidos.

Leyó la etiqueta "juguete sexual". Las mejillas del azabache se tornaron rojizas. Sus amigos siempre le molestaban por no tener relaciones. Traía indicaciones, era un tríptico bastante colorido.

Hola, soy Jeonghan y seré tu amante secreto. Haz lo que quieras conmigo, estoy para tu servicio.

Era aún más vergonzoso, porque parecía un muñeco sacado de un manga. Sin soltarlo lo dejó sentado en el sofá, acomodó su ropa y cabello el cual había despeinado a causa de llevarlo a sentar. Guardó las cosas en la caja y apagó la luz para irse a dormir.

Dormía plácidamente, había olvidado cerrar las cortinas.
La luz de la luna le molestaba por lo que se cubrió con las sábanas impidiendo el paso de la luz, y así seguir durmiendo.
No así el muñeco, que las cortinas de la sala seguían abiertas y daban de lleno en su figura.

Despertó tarde, se bañó y vistió rápidamente. Guardó las cosas en su bolso y notó al muñeco aún sentado en el sofá. Lo había olvidado y apretó sus labios con vergüenza nuevamente.

— Adiós, Jeonghan —habló rápido y salió colocando seguro a la puerta

El muñeco estaba en dirección al televisor, mantenía la misma pose inerte e inexpresiva. De fondo el ruido de los autos y luego la lluvia, movió uno de sus dedos casi como un espasmo.

Próximamente...