Phi | Maylor |

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Tema: Girasol

Shipp: Maylor

Etiqueta: Angst


Era su noche de bodas. Sus cuerpos yacían desnudos sobre la cama. La felicidad brotaba por cada poro de sus cuerpos. Ahí en esa intimidad, Brian le aseguró a Roger que era el sol. Radiante, hermoso y lleno de energía. Le iluminaba la vida. Lo llenaba de calor. Roger era el sol. Su sol. Él se comparó con los girasoles. Aquellas flores que perseguían al sol. Románticamente le dijo que estaban enamorados del astro rey. Que lo contemplaban desde la tierra, maravillados.

Le aseguró que siempre iba a ser un girasol. Que lo seguiría por el resto de su vida.

"Eres mi sol, Roggie."

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Despierta con una sonrisa producto de escuchar su voz pero se desvanece al ser consciente de la realidad. Él no está. No ha estado desde hace un año.

Se levanta con pereza y el mismo dolor en el alma. Hace la misma rutina vacía antes de salir a dar clases.

Sentado en su escritorio, observa como el aula se va llenando. La campana suena y Roger da inicio a la clase del día: mitocondrias. Sencillo. No necesitará demasiada concentración.

Lucha contra el dolor. Mantenerlo a raya.

A mitad de la clase su voz se rompe y sus ojos comienzan a desaguar. No soporta más. No presta atención a los cuchicheos ni a las risas de algunos de sus alumnos. Murmura una disculpa y sale corriendo de ahí.

El dolor lo envuelve. Le azota cada parte del cuerpo. Su mirada sigue nublada por las lágrimas por el recuerdo de Brian. La vida se le iba y no podía hacer nada por detenerlo.

Entra a su auto y escapa de ahí.

"No importa donde esté, o a donde vaya, siempre vas a ser mi sol. Te seguiré siempre."

Solloza de dolor. Su pie se hunde en el acelerador y el sonido del motor se vuelve más potente.

Llega a casa, no le importaba no hacerlo, y estando ahí regresa el recuerdo: la mano fría de Brian, sosteniendo la suya. Él aguantaba las lágrimas. Deseaba dejarlo ir en paz.

Brian le dio un débil apretón para llamar su atención y le pidió que se acercara. Roger obedeció sonriendo aunque por dentro estuviera rompiéndose. No quería que lo ultimo que viera su esposo fuera a él completamente deshecho.

"Gracias por haberme dado los mejores años de mi vida, mi sol. Te amo. Lo haré aquí y a donde sea que vaya. Recuerda que no importa donde esté, te seguiré."

Roger asintió mientras una lágrima se escapaba y se agachó a dejar un beso en los labios de su amado. La poca fuerza con que Brian apretaba su mano se desvaneció. Se había ido.

. . . . . . . . . . . . .

Corre a su habitación; toma aquella carta y la estrecha contra su pecho.

"... y quiero que seas feliz. Que tus recuerdos sobre mi no sean mientras estoy en esta cama. Recuerda cuando me declaré diciéndote tu belleza era phi, te expliqué que era uno mas la raíz cuadrada de cinco, todo sobre dos; la divina proporción, esa que hay hasta en las semillas de los girasoles, y me callaste con un beso. No llores por mucho tiempo. Cuando sientas que todo va mal, mira nuestro jardín lleno de girasoles y rododendros. Tu luz me ilumina hasta en estos momentos. Te amo."

Roger sale al jardín a contemplar sus flores. Aun llora. Pero por más deseos que tiene de alcanzar a su amado y llevarle su luz a donde esté, le prometió que viviría por ambos.





Odio hacer estas cosas. En fin.

¿Como están?

Las semillas de los girasoles forman en su centro un espiral que sigue un patrón muy curioso que se encuentra en muchas otras partes de la naturaleza. Incluso en obras de arte. Sucesión de Fibonacci, se llama. Es un tema bastante interesante.

Muchas gracias por leer. Te adoro montones. 💖✨

Nos leemos mañana. 💕

Queen Week 2020 [One Shots Maylor] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora