Cap 10

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  Amy venía caminando hacia mí con paso apresurado.

–¿Cómo no me dijiste que era una fiesta en la playa?
–¡Sorpresa! Jejeje
–¡¿SORPRESA?! Parezco un puto bombillo – dijo dramatizando
–Nadie te manda a ponerte un vestido de lentejuelas para ir a una fiesta conmigo, sabes que nunca tengo un plan fijo. Además si no te había dicho para donde era tenías que vestirte para concordar con cualquier ambiente – Amy me miró una vez más con un tic en el ojo izquierdo
–¿Sabes qué? no te mato porque no quiero ir a la delegación hoy. Sino te juro por mi bolso Gucci que te mato.
–Sí, sí, ya vamos a buscar un trago – dije yo para librarme de estos dos.

  Nos dirigimos a la barra improvisada que habían montado y pedimos unos tragos. Mi plan era que Carter se enrollara con Amy para yo perderme por ahí a despejar un poco.

  Ya iban como por el tercer trago cuando por fin esos dos se besaron. Ya tenían bastante alcohol en las venas y al parecer se les había perdido la vergüenza, prácticamente estaban teniendo sexo enfrente de todos.

–Búsquese un cuarto tortolitos – dije yo con un toque de malicia

  Carter me miro algo confundido pero se fue con Amy de la mano a otra parte.

Bueno, no importa, mañana Amy me lo cuenta todo

  Yo aproveche que se habían ido para ir a caminar por la playa. El mar siempre me tranquiliza mucho y la música de la fiesta me tenía los tímpanos prácticamente sangrando.
 
  Caminé por la orilla de la playa durante unos minutos, con un vaso con vodka en mi mano. El sonido del mar era como un calmante para mí.
  Mientras caminaba iba alternando la vista entre la arena bajo mis pies y en el mar, por eso cuando mire el frente me sorprendí tanto al ver a una figura sentada en la arena admirando el agua como lo había estado haciendo yo hace unos momentos.

  La figura se movió y fijo su mirada en mí. Sentí un escalofrío en la espina dorsal.

Y si es un violador?

Ya te habría atacado

Y si está esperando para que sea más dramático?

Tú eres dramática todo el tiempo y no me quejo

  Deje de hablar con mi consciencia para darme cuenta de que la figura ya no estaba sentada en la arena, ahora estaba de pie y caminado en mi dirección.
  La poca iluminación que aportaba la luna no ayudaba para distinguir el rostro del desconocido, iba a irme cuando lo escuché llamarme.

–Oye, no te voy a hacer nada – su voz era algo ronca pero a la vez dulce

  Me giré para verlo mejor. Era un chico castaño, se le notaba su piel bronceada y sus ojos cafés expresaban cansancio. Sin embargo había algo en mí que me decía que confiara en él, y como confiada que soy le sonreí y me acerque un poco más.

–Anna – dije y alargue mi brazo hasta él

  Al principio me miro algo confundido pero luego estrecho mi mano y dijo

–Alejandro, pero si quieres me puedes decir Ale, todos me dicen así – dijo con una pequeña sonrisa
–Está bien Ale, que hacías tan alejado de la fiesta? – su mirada se desvió nuevamente al mar y se quedó perdido un momento la inmensidad de la oscura playa
–Mis amigos están todos borrachos y sabe dios haciendo que en estos momentos, yo vine porque me obligaron así que los dejé allí y salí a caminar – dijo y se sentó en la arena, seguido por mi

  El silencio predominaba entre nosotros, creo que ambos estábamos demasiado hipnotizados con la vista delante de nosotros como para soltar una palabra.
  La playa completamente oscura, con la luna como única fuente de luz, y la gran cantidad de estrellas que se pueden ver en un espacio abierto como este, hacía de ese momento, un momento único.

Narra Henry

  Ya había estado en la barra de la fiesta alrededor de treinta minutos, mientras me entretenía con uno que otro trago y mirando a los chicos haciendo y diciendo estupideces. Si no hubiera sido que vine aquí para vigilar a Anna, yo sería la estrella principal de los borrachitos.

  Hace un rato vi a Anna salir en dirección a la playa, pero no quería parecer desesperado y salir inmediatamente detrás de ella así que decidí esperar un rato y después salir como el que no quiere la cosa para buscarla.
  Tenía que hablar con ella, no sé de qué tema pero necesitaba molestarla al menos, me hace mucha gracia la cara que pone cuando se molesta, o cuando está nerviosa, o cuando…

Que se supone que estoy haciendo? Porque pienso tanto en esa malcriada?

Tengo que dejar de pensar en ella. No me había dado cuenta de lo mucho que me había alejado de la fiesta hasta que mire a los alrededores y la única luz que se veía era la luna. Fije mi vista en una pareja que estaba sentada en la arena.

  Parecían demasiado perdidos el uno con el otro para percatarse de mi presencia. El chico tomo la mejilla de la chica y planto un beso en sus labios, la chica giro el rostro en sorpresa y ahí pude ver bien su rostro.

Era Anna

¿Mi hermanstro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora